Malestar de las petroleras
El aumento de los biocombustibles supera al de las naftas en lo que va del año
25 de julio
2018
25 julio 2018
El precio regulado del biodiesel destinado a mezcla de combustible subió entre 36,4 y 62,3%, según el tamaño de las empresas productoras, mientras que el bioetanol en base a maíz trepó 30,6% y el producido con caña de azúcar un 22,6%. Las petroleras se quejan porque están obligadas a mezclar sus productos con biocombustibles, pero son presionadas para limitar la suba de precios.
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En lo que va del año, el precio del biodiesel destinado a mezcla de combustible que le corresponde cobrar a las grandes productoras integradas trepó de $12.897 a $20.944 por tonelada (62,3%), para las grandes no integradas pasó de $14.189 a $20.944 (47,6%) y para las pymes de $15.353 a $20.944 (36,4%), mientras que el bioetanol en base a maíz subió de $12,19 a $15,92 por litro (30,6%) y el producido con caña de azúcar aumentó de $15,61 a $19,14 por litro (22,6%). En el mismo período, YPF aumentó en el Área Metropolitana de Buenos Aires la nafta súper de $22,66 a $28,11 (24%), la premium de $26,15 a $33,53 (28,2%), el gasoil común de $19,99 a $24,44 (22,2%) y el gasoil premium de $23,28 a $29,30 (25,8%). La mayor suba que experimentaron los biocombustibles con relación a las naftas provoca malestar entre las petroleras porque estás firmas están obligadas a mezclar sus productos con este insumo que se ha disparado mientras el gobierno las presiona para que limiten el aumento de los combustibles.

Biodiesel

En la industria del biodiesel, que se elabora casi todo con soja, hasta fines del año pasado las grandes empresas integradas recibían $12.897 por tonelada. Las firmas grandes no integradas tenían un precio fijado de $14.189, mientras que a las pymes les correspondía cobrar $15.353. En marzo, la secretaría de Recursos Hidrocarburíferos actualizó los valores para el primer trimestre y unificó los precios fijando un valor para todas las empresas de $15.447 en enero, de $16.524 en febrero y de $17.362 en marzo. Luego siguió subiendo todos los meses hasta llegar a $20.944 la tonelada.

La suba para las grandes empresas, como Cargill, Molinos Río de la Plata, Renova, COFCO, T6 Industrial, Vicentín y Viluco, fue mayor porque partieron de un precio más bajo, aunque fuentes del sector aclararon a EconoJournal que la mejora para algunas de esas grandes firmas integradas –a una aceitera- fue abstracta porque hace varios años que Energía no les otorga cupo. “El mercado interno solo lo abastecen las pequeñas, medianas y grandes no integradas. Siempre conviene mirar la evolución del precio de las firmas mediadas por ser el más representativo”, advirtió un especialista. A su vez, aclaró que dado que el biodiesel no tiene impuesto a los combustibles, el peso del aceite vegetal en su estructura de costos es muy alto y se paga a valor dólar. Entre las grandes firmas no integradas figuran Explora, Patagonia Bioenergía y Unitec Bio, mientras que entre las medianas aparecen Advanced Organic Materials,  Aripar Cereales, Biobahia, Biobin, Diaser y Refinar Bio, entre otras.

Del lado de las petroleras, que deben cortar el gasoil con un 10 por ciento de biodiesel, se quejan porque el gobierno desde hace varios meses las viene presionando para que no trasladen la devaluación del peso a los precios y al mismo tiempo le da luz verde a la suba del biocombustible, beneficiando a empresas que en muchos casos ya han sido recompensadas con la devaluación del peso y la baja de las retenciones a las exportaciones.

Bioetanol

En el bioetanol las subas fueron menores que las registradas para el biodiesel, pero llegaron a superar un incremento de precios del 30% en la producción generada en base a maíz. Esta suba impacta en los costos de las petroleras porque están obligadas a mezclar las naftas con al menos un 12 por ciento de bioetanol que, en la medida de lo posible, tiene que ser provisto en partes iguales por maiceros y azucareros.

El 1 de noviembre del año pasado el Ministerio de Energía publicó la resolución 415/17 que presentó nuevas condiciones para determinar la estructura de costos del bioetanol. En los hechos, el cambio implicaba una baja de 29% para el combustible derivado de la caña de azúcar y de 22% para el de maíz, ambas en dos tramos. La medida fue en respuesta al reclamo de las petroleras, las cuales habían argumentado que la obligatoriedad de la mezcla de las naftas con el bioetanol encarecía demasiado el precio final en surtidores. La baja provocó una reducción de 1,5% en el precio de las naftas.

El lobby de los azucareros reaccionó con rapidez. “La baja en el precio del bioetanol generará pérdidas millonarias al NOA, que se trasladarán a los más de 6.000 cañeros, proveedores, contratistas, trabajadores y a todas las actividades económicas relacionadas con este industria señera incluyendo a los Estados provinciales”, aseguró la Cámara Argentina de Alcoholes en un comunicado. Cuando hay un conflicto, los cañeros son puestos en la primera fila de la batalla, pero las ganancias se las llevan un puñado de grandes empresas. Por ejemplo, en Jujuy el negocio del bioetanol es dominado por el ingenio Ledesma y en Salta por Tabacal, mientras que en Tucumán hay una mayor dispersión.

Finalmente, dos semanas después el gobierno redujo, a través de la resolución 449/17, la baja del combustible derivado de la de la caña de azúcar de 29% a 13,89%, pero mantuvo la reducción de 22% para el combustible derivado del maíz. La norma mantuvo el esquema gradual. Por lo tanto, la baja inicial fue de 7,5% para el derivado del azúcar y del 10,5% para el maíz, quedando la reducción restante pendiente para febrero. El precio de adquisición del litro de bioetanol a partir de la entrada en vigencia de la resolución, y hasta el último día de enero de 2018, se fijó en $15,61 por litro para el elaborado a partir de caña de azúcar y $12,19 para el elaborado a partir de maíz.

En esa misma resolución se instruyó a la subsecretaría de Refinación y Comercialización a requerir a las empresas elaboradoras de bioetanol a base de caña de azúcar y de maíz información actualizada y debidamente certificada de sus costos de producción. El pedido se efectivizó el 19 de diciembre a través de la disposición 9/17 que les dio plazo a las empresas hasta el 10 de enero para completar la totalidad de los datos referidos a sus costos y hasta el 19 de enero para acompañar la documentación de respaldo. Las firmas incumplieron la primera fecha. Por lo tanto, el 15 de enero de este año se dictó la resolución 5/18 que postergó el plazo de presentación de los datos hasta el 14 de febrero y flexibilizó la obligación de sumar la documentación de respaldo al aclarar que debían “tener a disposición la documentación de respaldo correspondiente para el caso de serle requerida por la Autoridad de Aplicación”.

A su vez, la resolución 5/18 estableció que el precio de adquisición de bioetanol, que debía bajar en febrero, se mantuviese en los precios vigentes hasta el último día de marzo de 2018.

El Ministerio de Energía publicó el 27 de marzo la resolución 92/18 que volvió a subir el precio del bioetanol, un 3,54% para el producido en base a caña de azúcar y un 7,96% para el elaborado en base al maíz, siempre respecto de los valores vigentes a partir de noviembre. De este modo, los precios treparon a $16,16 y $13,16 por litro, respectivamente.

En base a la información declarada por las empresas, el 11 de mayo de este año, la subsecretaría de Recursos Hidrocarburíferos aprobó la disposición 87/18 que fijó finalmente nuevos procedimientos para la determinación de los precios del bioetanol y resolvió que a partir del 14 de mayo el combustible producido con caña de azúcar treparía a $17,74 y el elaborado en base a maíz a $14,10 por litro.

El 31 de mayo, ya en medio de la corrida cambiaria que forzó la devaluación del peso y dinamitó el acuerdo con las petroleras pautado apenas para mayo y junio, la subsecretaría de Recursos Hidrocarburíferos dictó la resolución 113 que volvió a actualizar el valor de los biocombustibles. El litro elaborado a partir de caña de azúcar trepó a $18,0 y el producido con maíz subió a $15,16 por litro.

Por último, el 2 de julio se publicó en el Boletín Oficial una nueva actualización de precios que llevó el biocombustible para su mezcla con nafta de $18,0 a $19,14 por litro para el litro producido en base a caña de azúcar (6,3%) y de 15,16 a $15,92 por litro generado en base a maíz (5%).

Las grandes empresas que participan en el negocio del bioetanol de maíz son Aceitera General Deheza y Bunge Argentina, asociadas en la firma Promaíz que opera en el sur de Córdoba, y Vicentín en el norte de Santa Fe, pero también sobresale la planta de la Asociación de Cooperativas Argentinas radicada en Villa María.

Al igual que en el caso del biodiesel, las petroleras afirman que la suba del bioetanol les complica su ecuación económica porque es un insumo que encarece y no lo están pudiendo trasladar a precios. Desde la industria de biocombustibles, responden que esa situación puede estar perjudicando a empresas que refinan crudo en el país, pero no lo producen, como es el caso de Shell, pero aseguran que las firmas integradas como YPF no enfrentan problemas más allá de haber tenido que reducir márgenes de rentabilidad que el año pasado estaban incluso por encima del promedio internacional.

0 Responses

  1. El precio de los biocombustibles se forma mediante un cálculo costo plus, y sin relación con el de los combustibles sustitutos/complementarios. Y el criterio de promoción regulatoriamente adoptado al origen de los programas de desarrollo de los biocombustibles fue el de promover las economías regionales. Este criterio fue ratificado cuando el Presidente Macri, en febrero 2016, aumentó el corte de bioetanol al 12% asignando todo el incremento a la producción de caña de azúcar. Así, consumimos un combustible conformado por una mezcla de commodities y de precios regulados con criterio oligopólico. Por supuesto que esto también contribuye a distorsionar los precios en la bomba, y a generar una situación injusta desde las estaciones de servicios hacia atrás, a las refinerías y a la boca del pozo.

    1. Jose Luis, le pregunto de curioso, porque se corta la nafta con biocombustible? Es solo una medida para impulsar las economias regionales o es por otra cosa?

      1. De enero 2017 a julio de 2018 la Nafta Super aumentó alrededor del 56%, el bioetanol de maíz un 26% y el bioetanol de azúcar un 44%. Se usa bioetanol por razones ambientales (huella de carbono muy inferior a de las naftas, en línea con los compromisos de la Argentina en la cumbre climática de París), por razones de escasez de producción de combustibles fósiles (hoy habría que importar el equivalente al corte de las naftas si no hubiese etanol), por razones estratégicas (la capacidad de refinación de la Argentina es pobre), por la alta disponibilidad de materia prima (maíz), por el agregado valor a la producción agropecuaria, porque genera desarrollo en economías regionales, porque es una poderosa y barata fuente de octanaje, etc. Son algunas de las razones que hacen que el bioetanol se use en Estados Unidos, en China, en Europa, en Asia y en muchos país de América latina, incluyendo Brasil, Paraguay, Bolivia, Colombia, México…

  2. De enero 2017 a julio de 2018 la Nafta Super aumentó alrededor del 56%, el bioetanol de maíz un 26% y el bioetanol de azúcar un 44%. Se usa bioetanol por razones ambientales (huella de carbono muy inferior a de las naftas, en línea con los compromisos de la Argentina en la cumbre climática de París), por razones de escasez de producción de combustibles fósiles (hoy habría que importar el equivalente al corte de las naftas si no hubiese etanol), por razones estratégicas (la capacidad de refinación de la Argentina es pobre), por la alta disponibilidad de materia prima (maíz), por el agregado valor a la producción agropecuaria, porque genera desarrollo en economías regionales, porque es una poderosa y barata fuente de octanaje, etc. Son algunas de las razones que hacen que el bioetanol se use en Estados Unidos, en China, en Europa, en Asia y en muchos país de América latina, incluyendo Brasil, Paraguay, Bolivia, Colombia, México…

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