De forma sorpresiva, el sindicato de petroleros privados de Santa Cruz, que dirige Claudio Vidal, envío ayer, poco después de las 18, un comunicado por WhatsApp informando el inicio de un paro en todos los yacimientos de YPF en la provincia patagónica. A Vidal lo esperaban a última hora de ayer en la torre de Puerto Madero y leyeron su amenaza como un intento de robustecer su posición antes de sentarse a negociar, justo un día después de que el voto del flamante diputado nacional en representación del frente SER fuera uno de los que utilizó el gobierno para aprobar la reforma al régimen de Bienes Personales.
Allegados a YPF señalaron que la visita de Vidal ayer a YPF no tenía relación con su voto en el Congreso, pero la proximidad temporal entre uno y otro hecho dificulta no vincular ambos sucesos. “El acuerdo de Vidal en el Congreso es político y no tiene nada que ver con YPF. Pero, bueno, mezclan todo. Se supone que un sindicalista tiene que estar ideológicamente alineado con lo que se votó ayer (por el martes)”, indicaron a EconoJournal fuentes cercanas a la petrolera estatal.
La relación de Vidal con YPF es tensa desde hace años y durante el gobierno de Alberto Fernández estuvo lejos de ordenarse. Por un lado, porque para la petrolera bajo control estatal implica articular con un actor díscolo e impredecible como Vidal en un contexto de restricciones. La prioridad de YPF está hoy en Vaca Muerta. La rentabilidad está en el desarrollo de sus yacimientos no convencionales de Neuquén y no en los campos convencionales declinantes de Santa Cruz. Por eso, más allá de los anuncios políticos que realizó la empresa —como el del 1 de julio de 2020, en el que se comprometió a levantar 22 equipos torre en la provincia—, la realidad es mucho más modesta.
Disputa de fondo
El otro motivo que explica el cortocircuito entre Vidal e YPF es estructural e imposible de resolver en el corto plazo. Sólo puede gestionarse en el tiempo con el objetivo de ir llevando la situación. Está dado por la ambición de Vidal de ser gobernador de Santa Cruz en 2023, exactamente el mismo deseo que tiene el presidente de YPF, Pablo González. Es una silla para dos candidatos, que en estos dos años lejos de trabajar juntos buscarán neutralizarse mutuamente.
De los resultados legislativos de noviembre se desprende que la conducción política del Frente de Todos en Santa Cruz —donde conviven referentes de La Cámpora y representantes históricos del kirchnerismo— subestimó a Vidal, que se terminó quedando con el segundo lugar de los comicios, por encima del candidato del oficialismo, ambos por detrás de Roxana Reyes de Juntos por el Cambio.
Si los mismos resultados se repitieran en 2023, Vidal sería virtualmente gobernador, debido a que en la provincia rige el sistema de Lemas, por lo que en caso de no conseguir la mayoría absoluta, las fuerzas partidarias deben conformar bloques mayoritarios. Con doble sombrero —como sindicalista y ahora como diputado nacional—, Vidal aspira a socavar el armado de González, que a priori parecía el elegido de Frente de Todos para pelear por la gobernación en dos años. Habrá que ver cómo evoluciona ese escenario.
Lo concreto, en lo inmediato, es que Vidal deberá ratificar el 15 de enero su liderazgo dentro del gremio petrolero. Se descuenta que se impondrá en los comicios, aunque tendrá competencia porque se presentarán listas opositoras, algunos dicen que apalancadas por YPF, aunque desde la petrolera descartan de plano esa posibilidad y hasta reconocen que no hay ninguna chance de que Vidal pierda la elección. Mientras tanto, el sindicalista tensiona con YPF, amenaza con llamar a un paro imprevisto a pocos días de fin de año e intenta capitalizar su posición de poder.
Declaraciones
En el comunicado que difundió ayer por WhatsApp, Vidal señaló que “después de levantarse de la mesa de negociación sin ningún avance se frenó la actividad en todos los yacimientos de la Corporación YPF ante el incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) y las políticas de desinversión y abandono que la operadora nacional está llevando adelante en Santa Cruz”.
“Desde el gremio que represento demandamos la suspensión del programa de desinversión que la Corporación YPF está aplicando en Santa Cruz. Los datos que demuestran lo que decimos están a la vista. La producción hidrocarburífera de YPF en 2021 cayó por debajo de los 7.000 metros cúbicos por día. El promedio hasta el último mes es de unos 6.900 m3 y sigue cayendo”, sentenció Vidal y agregó: “Además, abandonaron 51 pozos de manera definitiva y de enero a diciembre bajaron 20 pozos de extracción efectiva”.
A su vez, cuestionó que «en Santa Cruz la Corporación YPF tiene casi el 55% de sus pozos parados o inactivos. Muchos millones de pesos pierde la provincia ante este panorama y las autoridades políticas no hacen nada para solucionar esto”, indicó el secretario general.
Despidos
Asimismo, el sindicato denunció la violación de los artículos 1 y 39 del CCT y la aplicación injustificada del artículo 223 bis de suspensiones que debió cesar el 31 de marzo del 2021: “Solicitamos la inmediata vuelta al trabajo de todo el personal afectado por este artículo y el cumplimiento inmediato de los artículos vulnerados. También rechazamos la política de retiros voluntarios que la empresa busca reinstalar en este período. Este tipo de medidas han fracasado a lo largo del tiempo, sobre todo en escenarios de cierre de posibilidades de recontratación como estamos viviendo”, destaca el documento.
“Está claro que la Corporación YPF busca ajustar sus cuentas a través del trabajo y la desinversión, obligando a las empresas de servicios a despedir trabajadores y bajar equipos. Aquellos que hace años vienen destruyendo a la operadora estatal siguen en sus cargos tomando malas decisiones y de ninguna manera pretenden levantar la actividad. Le pido a Sergio Affronti que tome cartas en el asunto y ordene la situación, es necesario que revea la dirección que se está tomando”, enfatizó Vidal.