El Ministerio de Energía, que dirige Juan José Aranguren, firmó a principios de mayo un “Acuerdo de estabilidad de precios con cuenta compensatoria” con YPF, Shell y Axion Energy, las tres principales empresas refinadoras del país. En la práctica, la iniciativa sirvió para congelar el precio de las naftas y gasoil en surtidores por 60 días hasta el 30 de junio. Fue el movimiento de contingencia que eligió Aranguren para evitar que la devaluación del peso de estas semanas se transforme en una escalada incontrolable en las pizarras de las estaciones de servicios.
EconoJournal accedió en exclusiva a ese acuerdo, así como también al anexo que especificó la fórmula polinómica que se utilizará para compensar a las petroleras firmadas durante el segundo semestre. El acuerdo reconoce que el Estado adeuda a las petroleras un aumento del 12% en los surtidores por el alza del precio internacional del petróleo y del tipo de cambio del mes de abril.
La idea fuerza es que esa alícuota en favor de los privados se saldará en la segunda mitad del año. Sin embargo, la suba irrefrenable del petróleo—el Brent, la referencia para el mercado de exportación europea, ascendió hoy a US$ 79,05— amenaza con convertir en letra muerta el texto firmado hace apenas tres semanas.
Es que, si se aplicara la fórmula definida en el anexo al que accedió este medio (redactada en dos carillas de hoja Word), el atraso en surtidores supera ya el 25 por ciento; el doble que durante la firma del convenio con YPF, Shell y Axion Energy. Eso quiere decir, por ejemplo, que la nafta Premium debería costar cerca de 38 pesos en la Ciudad de Buenos Aires. Parece difícil que el Gobierno tolere un salto tan drástico en el precio del gasoil, insumo preponderante en la forma de precios de la canasta básica, justo cuando trata de redefinir cómo reencauzará la batalla contra la inflación tras la crisis del dólar de estas semanas.
De ahí que las empresas refinadoras y también los productores coincidan en señalar que el acuerdo es impracticable si no se actualiza a los valores actuales de Brent. “El acuerdo se firmó cuando el dólar cotizaba apenas por encima de los 21,20 pesos, un 16% menos que los $ 24,80 de hoy”, advirtió el presidente de una petrolera. “El crudo, en tanto, siguió aumentando y orilla los 80 dólares. El pass through de la devaluación del peso y del incremento del precio del petróleo a surtidores es prácticamente inviable”, agregó.
El acuerdo prevé, a su vez, que si las acreencias en favor de las petroleras no logran ser compensados antes del 31 de diciembre de este año, la cartera que dirige Aranguren se compromete a subsanar esa situación mediante un mecanismo económico (presumiblemente un subsidio directo del Estado) que se implementará antes del 31 de marzo de 2019.