Los gobiernos europeos llevan comprometidos hasta ahora medio billón de euros en ayudas a los hogares y empresas para hacer frente a la crisis energética. El dato refleja la creciente preocupación que existe en la Unión Europea por el costo fiscal de aliviar los aumentos en los precios del gas y la electricidad.
Los países de la Unión Europea y el Reino Unido adoptaron desde septiembre de 2021 medidas de ayuda económica a hogares y empresas que implican un costo fiscal de € 500.000 millones, según un reporte de Bruegel, un think tank con sede en Bruselas.
En suma, los 27 Estados de la U.E. han destinado 314.000 millones de euros en medidas de alivio económico en el último año. Por otro lado, el Reino Unido destinó 178.000 millones de euros. Las cifras incluyen algunas medidas anunciadas recientemente pero que no fueron ejecutadas aún.
Bruegel viene relevando las medidas adoptadas por los gobiernos desde el comienzo de la escalada de los precios del gas y la electricidad. Esto incluye medidas para limitar los precios del gas y de la electricidad, recortes de impuestos en las facturas de energía y combustibles, y otrogamiento de subsidios energéticos, entre otras.
No obstante, las cifras no incluyen las erogaciones estatales para nacionalizar, rescatar o proporcionar préstamos de emergencia a las empresas de energía. En el caso de los países de la Unión Europea, la cifra trepa a € 450.000 millones si se suman esas erogaciones, según el think tank europeo. Alemania llegó este miércoles a un acuerdo con la finlandesa Fortum para estatizar Uniper, una de las principales compañías generadoras de electricidad del continente.
“Insostenible”
Muchas de las medidas fueron tomadas pensando en que la escalada de precios sería temporal. Pero la guerra en Ucrania detonó esa perspectiva y las transformó en estructurales.
“Inicialmente diseñadas como respuestas temporales a lo que se suponía que sería un problema temporal en el verano de 2021, estas medidas fiscales ahora se han disparado y se han vuelto estructurales. Esto claramente no es sostenible desde la perspectiva de las finanzas públicas”, dijo Simone Tagliapietra, uno de los autores del reporte de Bruegel.
“Este nivel de intervención puede profundizar las divergencias económicas dentro de Europa. Es importante coordinar estas políticas entre los países europeos”, añadió.
Intervención del mercado energético
El costo fiscal de moderar el impacto económico de los precios energéticos es una de la máximas preocupaciones de las autoridades europeas.
La Comisión Europea presentó la semana pasada sus propuestas de emergencia para intervenir los mercados energéticos. Entre las propuestas figura un límite en el precio de la electricidad de 180 euros por MWh para los generadores que no utilizan gas natural (renovables, hidroeléctrica, nuclear y carbón). Estos generadores cobran el precio de mercado (que llegó a costar unos 600 euros por MWh) pero tienen costos de generación mucho más bajos que las usinas a gas. Según el Poder Ejecutivo europeo esa diferencia representa una “ganancia inesperada” para esos generadores y propone que los Estados se apropien de esa diferencia para financiar sus programas de ayuda económica.
“Estas empresas están obteniendo ingresos que nunca contabilizaron, ni siquiera soñaron. En nuestra economía social de mercado, las ganancias son buenas. Pero en estos tiempos está mal recibir beneficios extraordinarios, beneficiándose de la guerra y a costa de los consumidores”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Con esta medida los Estados europeos recaudarán hasta € 140.000 millones según von der Leyen.