Directivos de la empresa IEASA (ex Enarsa) se reunieron a fines de la semana pasada con los máximos directivos de las distribuidoras de gas para reclamarles el pago de la deuda de 15.000 millones de pesos que acumularon con la firma estatal. Del encuentro participaron Antonio Pronsato, ex titular del Enargsa y actual asesor de IEASA en temas regulatorios, en tanto que Agustín Gerez, gerente general de la firma, siguió la convocatoria vía streaming.
Las autoridades de la compañía pública de energía dieron un plazo de una semana para que acerquen una propuesta de pagos antes de iniciar acciones judiciales. El interventor del ente regulador, Federico Bernal, no fue parte de la reunión. Habrá que ver si la presión de IEASA surte efecto sobre las empresas privadas.
Incumplimientos cruzados
Las distribuidoras le compran la mayoría del gas a las productoras petroleras, pero en los picos de consumo IEASA aporta un porcentaje relevante ya que es la encargada de comercializar el gas proveniente de Bolivia y el importado por barco (LNG, por sus siglas en inglés).
Las empresas gasíferas argumentan que los aumentos tarifarios que ha venido autorizando el Estado Nacionalen los últimos tres años son insuficientes para afrontar los costos crecientes y las inversiones que deben afrontar para garantizar la prestación del servicio. A raíz de ello, muchas firmas decidieron dejar de pagarle el gas a IEASA. La especulación es que en el futuro tendrán que sentarse a negociar con el Estado por los sucesivos incumplimientos cruzados y la deuda con IEASA formará parte de ese paquete.
En IEASA son conscientes de esa situación, pero presionan para que las compañías más rebeldes empiecen a pagar al menos una parte de su deuda. En la reunión, echaron en cara a los privados que no puede ser que mantengan regularizados sus pagos con las petroleras (YPF, PAE, TotalEnergies, Tecpetrol, Wintershall Dea, Pluspetrol y CGC, entre otras) y solo incumplan con el Estado.
El rojo empresario
La deuda de las distribuidoras suma 14.974 millones de pesos. El mayor deudor es Metrogas, distribuidora propiedad de YPF que a su vez es controlada por el Estado Nacional. La compañía que opera en el Área Metropolitana de Buenos Aires le debe a IEASA 5.269 millones de pesos, monto equivalente al 150% de lo que IEASA le facturó a lo largo del año pasado.
En segundo lugar se ubica Camuzzi Gas del Sur con una deuda de 5258 millones de pesos, aunque en este caso representa solo el 33% de lo que IEASA le facturó en 2021. El rojo acumulado por Metrogas y Camuzzi Gas del Sur equivale al 70% de todo lo que las distribuidoras le deben a IEASA.
El tercer lugar en el ranking de deudores lo ocupa Naturgy con 1742 millones, cifra equivalente al 37% de lo que le facturó IEASA en 2021. Luego sigue Distrigas con 1314 millones (el 160% de lo que le facturó IEASA el año pasado) y Camuzzi Gas Pampeana con 1058 millones, apenas el 21% de lo que le facturó IEASA.
Las cinco distribuidoras mencionadas acumulan el 97,7% de lo que se le debe a IEASA.
Dinámica
El interventor de Enargas, Federico Bernal, no asistió a la reunión, porque IEASA convocó a las distribuidoras en su carácter de deudoras y no de licenciatarias. EconoJournal informó el 21 de abril que Gerez le envió una carta a Bernal, fechada el 30 de marzo, donde deja entrever que las distribuidoras pudieron financiarse incumpliendo los compromisos con IEASA en parte porque el Enargas no realizó de la mejor manera sus tareas de contralor.
En otras palabras, el ente regulador se preocupó más porque las gasíferas mantengan la cadena de pagos con las petroleras —YPF, PAE, Total, Wintershall Dea y Tecpetrol, entre otras— que por cumplir con las obligaciones con la empresa estatal. Para Gerez, eso es un problema porque las deudas de las distribuidoras con IEASA más que se duplicaron en los últimos 10 meses: pasaron de $ 6.715 millones en junio de 2021 a $14.974 millones al 31 de marzo. De continuar con esa tendencia, el rojo superará los $ 30.000 millones a junio de 2023. En el plano administrativo, la conducción de la empresa estatal tiene la obligación de realizar las acciones para evitar que esa deuda se descontrole.