El Partido Demócrata impulsa una medida para incentivar a las empresas eléctricas a que generen o vendan más energía proveniente de fuentes limpias o menos contaminantes. La propuesta será incluida en la ley de Presupuesto Federal que el gobierno espera aprobar a través de un mecanismo legislativo por el que solo necesitará contar con los votos demócratas.
Los senadores demócratas acordaron en principio incluir un Estándar de Electricidad Limpia (CES, por sus siglas en inglés) como parte de un paquete presupuestario de 3.500 millones de dólares. “El estándar de electricidad limpia esta dentro del acuerdo presupuestario. CES es la piedra angular de la transformación práctica y progresiva hacia un futuro con energía limpia”, anunció Tina Smith, una de las senadoras detrás de la redacción de esa propuesta.
El gobierno federal empuja inversiones en infraestructura y energía a través de dos leyes, una ley de infraestructura consensuada con el Partido Republicano y la ley presupuestaria federal. Esta última —que cuenta con el respaldo de Joe Biden— podría ser votada a través de un proceso legislativo conocido como ‘reconciliación’ y que solo requiere de una mayoría simple para ser aprobada. En el Senado alcanzaría con los votos de los 50 demócratas más el voto desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
Negociaciones
Los detalles exactos del estándar continúan en negociación pero la senadora Smith dejo algunas definiciones sobre el texto que espera consensuar. En declaraciones a The Hill, Smith consideró que el enfoque debe ser tecnológicamente neutral para incluir no solo a la energía eólica, solar y geotérmica, sino también la energía nuclear y a los combustibles fósiles acompañados por captura de carbono.
El objetivo detrás de ese enfoque es alinear a los senadores demócratas con mayores reparos sobre la medida. “Les dije que estaba preocupado por parte del lenguaje que he visto y que se aleja de los combustibles fósiles”, declaró el senador Joe Manchin. “Dije: ‘Usted aleja a nuestro país de los fósiles, y no habrá otro país que realice la investigación y el desarrollo que arreglarán las emisiones que provienen de los fósiles en este momento’. Ellos saben dónde estoy parado, y nosotros nos sentaremos y trabajaremos en ello”, dijo Manchin.
La senadora también destacó que el estándar es el resultado de “una estrategia basada en el presupuesto en lugar de una estrategia basada en la regulación”. Bajo un enfoque regulatorio tradicional las empresas son obligadas a llegar a cierto umbral de generación limpia o baja en carbono. En cambio, en el modelo de presupuesto se pagaría (premiaría) o se multaría a las empresas de distribución y de generación según su capacidad para sumar una cantidad determinada de energía renovable cada año.
Estándar eléctrico limpio
El concepto de “Clean Energy Standar” o estándar de energía limpia (CES) consiste en requerir que cierto porcentaje de las ventas minoristas de electricidad provengan de fuentes que no emitan o que emitan poco. Smith dijo que le gustaría ver un requisito de electricidad de origen renovable del 80% para el 2030.
El CES es similar al “estándar de porfolio renovable” (RPS) existente en muchos estados de Estados Unidos. La diferencia es que los RPS suelen fijar un porcentaje voluntario u obligatorio de venta de energía proveniente de fuentes renovables. En el caso del estándar de electricidad limpia bajo negociación se busca ampliar el espectro tecnológico para incluir a otras fuentes como la energía nuclear, la hidroeléctrica o la generación con combustibles fósiles acompañada de captura de carbono.
Otra diferencia central es que en lugar de exigir a las empresas que generen o vendan una cierta cantidad de electricidad a partir de ciertas fuentes (como hacen muchos estados en la actualidad con las renovables), el nuevo estándar federal proporcionaría créditos directos a las empresas de servicios eléctricos para producir electricidad limpia o baja en carbono y multaría a aquellos que no logren mantener el ritmo de las reducciones de carbono. Funcionaría como un esquema para incentivar financieramente el despliegue de más energías renovables y de captura de carbono.
Jesse Jenkins, profesor de la Universidad de Princeton y experto en sistemas energéticos, destacó que la propuesta de la senadora Smith traspasa el costo de la transición energética a la base impositiva federal. “A diferencia de un CES regulatorio, que pone los costos en los contribuyentes, este CES basado en inversiones hace que el gobierno federal, a través de impuestos a las corporaciones y los ricos, pague la cuenta. Eso hace que esto sea más progresivo/justo que un CES convencional”, remarcó Jenkins.
Transición energética
La iniciativa es parte de los planes del gobierno federal para descarbonizar la matriz energética de Estados Unidos. El presidente Joe Biden respaldó una ley de infraestructura acordada con el Partido Republicano por 1.2 billones de dólares en infraestructura de transporte, de agua, de banda ancha universal y de energía, entre otras áreas. Por ejemplo, en materia de energía serán destinados 73.000 millones para inversiones en transmisión eléctrica.
Biden se comprometió a reducir las emisiones de Estados Unidos entre un 50% y un 52% con respecto a los niveles de 2005 para 2030. Según Jenkins es poco probable que Estados Unidos logre esos objetivos a menos que aproximadamente el 80% de su generación de electricidad provenga de fuentes de cero carbono para fines de la década.