Durante casi una década, Colombia ha estado luchando para aumentar significativamente sus escasas reservas probadas de petróleo y alargar la vida útil de su industria petrolera. A principios de octubre, la Agencia Nacional de Hidrocarburos finalizó el marco y los términos de licitación para los pilotos de fracking. Los proyectos, que serán operados por la petrolera nacional Ecopetrol, se encuentran en el Valle del Magdalena Medio.
La compañía petrolera nacional de Colombia declaró en julio de 2020 que estaba buscando firmar un acuerdo con la tercera compañía de energía que cotiza en bolsa más grande del mundo, ExxonMobil. Esto le permitirá aprovechar la considerable experiencia de Exxon en la producción no convencional de petróleo y gas natural, así como su tecnología avanzada.
También se cree que las empresas petroleras privadas, incluidas ConocoPhillips, Drummond y Parex Resources, han desarrollado y presentado planes para proyectos piloto de fracking en Colombia. A principios de octubre, el ministro de Energía, Diego Mesa, declaró que se esperaba perforar los primeros pozos piloto para fines de 2021.
Si bien hay una amplia gama de estimaciones, se cree que Colombia tiene hasta 7 mil millones de barriles de petróleo de esquisto recuperable y hasta 30 billones de pies cúbicos de gas de esquisto recuperable. La amenaza que representa para las perspectivas económicas de Colombia el hecho de que solo posea alrededor de seis años de reservas probadas de petróleo convencional es grave, particularmente con la inversión en exploración y producción de petróleo crudo que se mantiene baja debido a los precios del petróleo mucho más débiles.