NEUQUÉN.- Es el año de los batacazos en la Argentina. Y en Neuquén, en particular, donde en abril el Movimiento Popular Neuquino (MPN) perdió a manos de Rolando Figueroa tras 60 años de hegemonía y, el domingo, se impuso el presidenciable Javier Milei para torcer una preferencia histórica del electorado provincial sobre los gobiernos peronistas.
El representante de La Libertad Avanza ganó en los 16 departamentos con promedios que oscilaron entre el 30% y hasta el 55% y su figura, su discurso o sus radicales propuestas calaron tanto en las grandes ciudades de la Confluencia como en las zonas petroleras o las comunidades mapuches.
La provincia que alberga la joya energética de Vaca Muerta imitó en buena medida la tendencia que se repitió en la mayor parte del país y dejó a Juntos por el Cambio como segunda fuerza política, con Unión por la Patria en el tercer puesto.
En la categoría de diputados, quienes quedaron con chances de disputar alguna de las dos bancas que pondrá en juego Neuquén en octubre son Nadia Márquez, quien se pegó a la boleta de Milei bajo el sello Arriba Neuquén, el actual legislador Francisco Sánchez, del espacio de Patricia Bullrich, y el peronista Pablo Todero, quien repitió su lista tanto con la fórmula de Sergio Massa como con la de Juan Grabois.
Los resultados fueron sorprendentes para muchos, pero no para el gobierno provincial (el actual y el que asumirá el 10 de diciembre), donde se anticipaba un escenario de fuerte inclinación hacia el candidato libertario.
“Es un mensaje para la dirigencia, es una nueva época. Independientemente de lo que pase en octubre, ya es la post grieta para mí, no hay más dos”, afirmó el gobernador Omar Gutiérrez, quien afirmó que la única duda estaba en si la intención de voto hacia Milei era “real o meramente exclamativa”. “Bueno, es real”, planteó.
Figueroa y una garantía para Vaca Muerta
En una línea similar se manifestó el electo Rolando Figueroa, quien afirmó que fue un resultado que “veían venir” y por eso ratificó su estrategia de permanecer neutral, algo que sostendrá durante el resto de la campaña.
“Estoy focalizado en ser el garante de Vaca Muerta”, fue el mensaje que dio Figueroa el domingo por la noche, cuando todavía no había datos oficiales, pero sí la certeza de que sería el candidato libertario quien resultaría ganador. Si fue una señal de preocupación, no la dejó trascender en la conferencia de prensa que brindó el lunes a la mañana.
Allí dijo que consideró el triunfo de Milei como un “reseteo de la política nacional”, pero auguró un “final abierto” en función de cómo redefinirán sus estrategias el resto de las fuerzas políticas en octubre y el posible balotaje de noviembre.
“En mis ojos estaba el triunfo de Milei. Por algo estaba Nadia Márquez como candidata a diputada, que es de nuestro espacio. El frente Neuquinizate termina teniendo una diputada más si se repiten los resultados”, reconoció, aunque planteó como duda que “la gente fue a protestar, hay que ver quiénes quieren después que lleguen a la final”.
La estrategia de neutralidad
El mandatario electo, si bien muy afín a Sergio Massa y reivindicado como peronista, tenía jugadores en prácticamente todas las listas como resultado del multifacético frente Neuquinizate con el cual derrotó al MPN en las elecciones de abril.
Otra diputada provincial que pertenece a su armado, Leticia Esteves, perdió ayer la interna de Juntos por el Cambio frente a Francisco Sánchez, quien podría repetir mandato si se mantiene la tendencia en octubre. Si bien el legislador no cuenta como propio, llevó en su boleta como candidata al Parlasur a Monín Aquín, quien fuera su candidata a intendenta en San Martín de los Andes. Ganar o ganar para Figueroa.
El candidato de Unión por la Patria, Pablo Todero, no integra el grupo de peronistas rolistas, aunque el gobernador electo ya tiene entre sus filas a Tanya Bertoldi, una integrante de esa bancada.
Vistos los resultados de estas PASO, Figueroa podrá volver a presumir sus artes de estratega. Como si fuera poco la posibilidad de sumarse una banca, a diferencia de lo que hizo el MPN, no expuso a su recién creado Comunidad a ser humillado en una competencia por demás difícil para las fuerzas políticas sin candidato presidencial. El postulante azul del partido provincial, Sandro Badilla, cosechó menos que el voto en blanco en toda la provincia.
Por qué Milei
El por qué se impuso Javier Milei en la elección de Neuquén, una provincia que históricamente se inclinó por gobiernos peronistas, seguramente encuentra puntos en común con lo que ocurrió en el resto del país. Hay un desencanto general con ambos lados de la grieta, pero, en particular, con un peronismo que ya no logra enamorar ni contener a sectores que históricamente representó.
Neuquén no ha sido ajena al acelerado proceso de deterioro de salarios y condiciones de vida que atraviesa la Argentina desde hace, por lo menos, una década: sin Vaca Muerta no se puede, con Vaca Muerta sola no alcanza. La provincia tiene un 40% de su población bajo la línea de pobreza, aún con uno de los presupuestos per cápita más altos del país y los recursos extraordinarios que le deja la actividad hidrocarburífera vía regalías. Sin embargo, así como en la elección provincial una mayoría del electorado entendió que el MPN ya no era el espacio que podía mejorarle las condiciones de vida, puede haberlo pensado en función del peronismo a nivel nacional.
En la elección del domingo fueron contundentes los resultados de Javier Milei en los barrios del oeste de la capital, donde se concentra casi la mitad de la población y buena parte de los sectores con menores recursos.
Figueroa comparó ayer ambos “reseteos” y vaticinó que, “al menos por un tiempo”, la gente no votará más partidos políticos, sino liderazgos. “Los sellos ya no son garantía para ganar elecciones”, aseguró. Por si acaso, el gobernador electo tiende una mano en todos los posibles.