IEASA lanzó el jueves de la semana pasada un tender para adquirir apenas un buque de Gas Natural Licuado (LNG) para que llegue entre el 10 y el 20 de marzo. La intención oficial era tantear los precios del mercado de cara al próximo invierno y las ofertas confirmaron los peores presagios. La empresa estatal recibió 6 ofertas y el precio más económico lo acercó la empresa Vitol y alcanzó la estratosférica cifra de 27,44 dólares por millón de BTU, casi 4 veces más caro que el promedio de importación de LNG de 2021.
IEASA suele realizar en marzo una licitación en la que se asegura cerca de la mitad de los cargamentos que necesitará durante el invierno. El 16 de marzo del año pasado licitó 24 buques y terminó pagando un precio promedio de 6,50 dólares por millón de BTU.
Como en los últimos meses los precios del LNG escalaron a valores record, IEASA se anticipó en febrero con la licitación de solo un buque para tener una idea aproximada de los precios que deberá enfrentar, aunque la explicación formal fue que requería fortalecer la alicaída oferta de gas de marzo jaqueada por factores coyunturales vinculadas a restricciones locales.
Desde la empresa estatal sabían que los precios iban a ser altos. De hecho habían dejado trascender que esperaban que estuviese entre 20 y 30 dólares por millón de BTU. Ahora deben decidir si convalidan ese precio o apuestan a que se observe una baja en las próximas semanas.
Los precios dejan en evidencia que la promesa de baja de los subsidios energéticos durante 2022 que se negoció con el FMI es prácticamente una quimera y el precio del LNG es uno de los motivos que deja en evidencia esa dificultad. El economista Nicolás Arceo fue consultado en Radio Con Vos a comienzos de semana y detalló el combo de dificultades que hacen prever un crecimiento de los subsidios, más allá de lo que ocurra con las tarifas.
Un comentario
Porque vamos a comprar gas si Macri terminó vendiéndole a los chilenos después de mucho tiempo y había devuelto un barco regasificador