Transportadora Gas del Sur (TGS), la compañía co-controlada por Pampa Energía y la familia Sielecki, emitió un un bono internacional por US$ 490 millones, a un costo financiero del 8,75% (cupón del 8,5%) y a un plazo de siete años, con vencimiento en 2031.
En ese sentido, la empresa informó que recibió ofertas por hasta US$ 1.700 millones y que la emisión de este nuevo bono permite refinanciar el bono de US$ 500 millones que vence en mayo 2025.
Se trata de la cuarta emisión de una empresa argentina en el mercado internacional de capitales en 2024, luego de varios años sin emisiones corporativas. “Esto coloca a TGS como una de las empresas con mejor crédito del país”, destacaron desde la firma.
Planta compresora
En línea con su objetivo de ampliar la capacidad de transporte para que el gas de Vaca Muerta llegue a distintos puntos del país, a principios de este mes, la compañía junto a autoridades nacionales, y directivos de Sacde, habilitó la planta compresora de Tratayén, la obra destinada a incrementar en casi un 50% la capacidad de transporte del Gasoducto Néstor Kirchner (GNK).
Hasta el momento, el gasoducto tenía capacidad para transportar alrededor de 11 millones de metros cúbicos por día (MMm3/día) de gas y con esta obra de infraestructura se amplió a 16 millones.
Oportunidades
A su vez, la compañía tiene en carpeta otros proyectos respecto al gas natural. Uno de ellos es el proyecto National Gas Liquids que tiene como objetivo separar, obtener y transportar liquidos del shale gas de Vaca Muerta. «Hoy ese gas entra en el gasoducto y hay una pérdida de valor, cuando el productor podría estar monetizando esos gases”, explicó Oscar Sardi, en la última edición del Midstream & Gas Day organizado por EconoJournal.
Se trata de un proyecto que entraría en el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones. Implicaría la modificación de los módulos para la separación y la obtención de líquidos como butano y propano (GLP), además de la construcción de la infraestructura de transporte necesaria para llevar esos líquidos hasta el complejo General Cerri, en Bahía Blanca. Además, requeriría de una inversión superior a los 2500 millones de dólares, según precisó Sardi.