Daniel Gerold, presidente y fundador de la consultora G&G Energy, cuestionó dos ejes centrales de la política energética oficial: por un lado, el congelamiento de precios y su desacople respecto de los índices internacionales y, por otro, las bases del Proyecto de Ley de Hidrocarburos que el gobierno envió al Congreso.
En una conferencia virtual organizada por el IAPG y AmCham Argentina, el ingeniero industrial puso especial foco en los subsidios a los consumidores de energía: “Se cobran tarifas de gas y electricidad a un precio muy inferior al que deberían tener. Lo mismo ocurre con los combustibles y en este caso a costa no del Estado, sino de las empresas productoras”.
En la misma línea, Gerold manifestó que “hablar de subsidios a las empresas es un error conceptual porque a las compañías no se les permite facturar a las distribuidoras o los consumidores finales a los precios que corresponde. Como los precios que autoriza el gobierno son bajos, no hay más alternativa que otorgar contribuciones, de lo contrario no habría inversión ni suministro. Así, si no hay incrementos tarifarios de gas y electricidad, los subsidios que deberá afrontar el Estado rondarán los US$16.000 millones en 2022, y esto constituye un problema macroeconómico mayúsculo”.
El desacople de precios
“Con los precios congelados en un contexto de devaluación y de fuerte incremento de los precios internacionales, hay menos dinero destinado a la inversión para la actividad petrolera en el país y tampoco hay interés desde el exterior: ¿por qué las empresas habrían de invertir en un país donde el petróleo vale US$55, un 35% menos de lo que vale en Colombia o Brasil por ejemplo?”, sentenció Daniel Gerold.
En materia de combustibles, el expositor indicó que “hay un error en la estimación que figura en el Presupuesto 2022 respecto de lo que serán las cantidades a importar en el invierno y los precios van a ser sustancialmente más elevados. Si este año el precio promedio del LNG fue de US$8,40 por millón de BTU, los mercados financieros prevén un precio futuro de US$18,70 para el gas natural licuado”.
La inversión concentrada en Neuquén
Si bien la producción de petróleo arrojó datos positivos con un incremento del 10,8% en septiembre del 2021 respecto del mismo período del año pasado, si se compara con el 2019, el aumento es del 0,8%. “Es decir que tenemos números positivos en un contexto de reducción de ingresos netos medidos en dólares”, señaló el ingeniero y agregó: “Además, el crecimiento solo se da en la cuenca neuquina mientras cae la actividad en las cuencas restantes. Así no hay una corriente inversora sino más bien una inversión concentrada en un recurso puntual (Vaca Muerta). Esto es fantástico, pero falta complemento para otros yacimientos”.
No obstante, “aunque las principales inversiones se concentren en la cuenca neuquina, la provincia necesita un nuevo gasoducto para poder desarrollar más gas, pero también necesita que se den las condiciones para que los productores no solamente mantengan el volumen actual, sino que además llenen la nueva tubería y eso implica mucha inversión. Lo que está en el presupuesto no siempre está en la realidad. Hay mucha falta de credibilidad”, remarcó Gerold.
Luego, el ingeniero agregó: “El sector privado debería hacerse cargo de la obra, pero cómo convencer a un inversor que ya tiene gasoducto y no se le reconoce la tarifa para que financie una nueva obra de infraestructura. Esta circunstancia habilita la alternativa estatal que considero poco sustentable en el mediano y el largo plazo”.
El Proyecto de Ley de Hidrocarburos
El Proyecto de Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas que el Ejecutivo envió al Congreso contempla, entre otros puntos, un régimen de fomento de explotación de gas y petróleo, una garantía de exportaciones de un 20% de la producción incremental de las operadoras y la libertad para liquidar las divisas generadas por el 50% del total exportado.
“Los precios internos no se regirán por ninguna regla y habrá mucha incertidumbre ante las devaluaciones”, dijo el consultor y ejemplificó: «Como operador tengo que mantener mi producción que el año anterior fue de 100, pero ahora tengo 80, con lo cual debo invertir 30 más para llegar a 110. De esos 10 adicionales sólo puedo exportar 2 y retener los dólares de 1. Claramente esto no es equilibrado”.
En sintonía, Gerold consideró que la Ley de Hidrocarburos es compleja y tiene características positivas, pero “no va a generar una corriente general de inversión. A quienes ya están invirtiendo la iniciativa les permitirá optimizar su actividad, pero no más que eso porque la clave está siempre en la necesidad de unificar los precios internos con los precios internacionales”.
Por último, el especialista apuntó que “el proyecto falla a la hora de reconocer la esencia de la inversión petrolera a nivel global y no contempla que si se exportan hidrocarburos durante todo el año es posible generar US$4000 millones adicionales, únicamente con inversiones en perforación”.