Análisis
Un colapso de tensión del sistema eléctrico volvió a dejar sin servicio a un tercio de los usuarios de Buenos Aires
15 de marzo
2023
15 marzo 2023
La ola de calor expuso la endeblez de la red eléctrica de Buenos Aires, que ayer sufrió un nuevo colapso de tensión sin que los técnicos del sector sepan incluso con exactitud dónde se registró la falla original. La caída de tensión es un problema sistémico que es común desde en el NEA, pero que hasta ahora no se había evidenciado en el centro del país. La política pública aplicada en la última década, o la ausencia de ella, la causa estructural que explica le decadencia del sistema.
Escuchar nota

“Perdimos casi 4000 megas y aún no sabemos por qué. Estamos operando un sistema anémico porque la infraestructura no soporta el pico de demanda”, admitía el martes por la noche un alto ejecutivo del sector eléctrico. Lo hacía después de haber lidiado con otro día complicado por la ola de calor que ya lleva más de 15 días en la zona de centro del país.

A las 15 de ayer el sistema perdió unos 3500 megawatt (MW) de los casi 28.000 que se estaban consumiendo a nivel nacional. Casi un tercio de los usuarios del GBA se vio afectado, aunque la gran mayoría por escaso tiempo. ¿La causa? Un colapso de tensión, tal como se conoce en la jerga al fenómeno que se produce por la caída de la tensión en la red de transporte y en el parque de generación. Esa falla inicial luego dispara perturbaciones y oscilaciones en la tensión de todo el sistema y obliga a interrumpir la demanda (cortar) para recuperar el normal funcionamiento.

La novedad de ayer, a diferencia de lo que sucedió el 1 de marzo, cuando la afectación simultánea de tres líneas de 500 kilovolt (kV) dejó sin electricidad al 45% del país, es que en este caso aún no se conoce cuál fue el problema inicial que desencadenó el colapso. La sensación de vulnerabilidad es evidente. Ese estado de indefensión es el que, en el fondo, más preocupa a los técnicos del sector.

Habrá que esperar a que el área de Operaciones de Cammesa, la compañía encargada del despacho, y los equipos de Transener, la empresa que opera las redes de alta tensión, diseccionen el comportamiento del sistema para encontrar el origen del problema.

Problema de fondo

Más allá de esa autopsia necesaria, la mayoría de las fuentes consultadas por EconoJournal coincide, sin embargo, en que ese análisis no hace a la cuestión central. “Si no es evidente, como lo fue el 1 de marzo por la salida de las tres líneas que vana General Rodríguez, es porque estamos frente a una falla menor que por sí sola no explica el problema. De fondo, lo que está claro es que la infraestructura eléctrica no está preparada para bancar condiciones meteorológicas excepcionales como las que atravesamos en estos días”, explicaron desde una generadora. “Ojo, los colapsos de tensión no son algo nuevo. Formosa, Chaco y la región del noreste (NEA) en su conjunto conviven desde hace 10 años con fenómenos como este, pero no tiene visibilidad porque están lejos de Buenos Aires”, añadió.

La caída de tensión quedó registrada en la estación de Ezeiza de Transener, uno de los principales centros de despacho. En un momento, sus medidores registraron que los transformadores operaban con 470 kV, 35 menos de los 505 kV indicados por protocolo. Frente a un descenso abrupto como ese, los sistemas de protección y automatismos del sistema se activan para evitar la ruptura de los equipos.

Por eso ayer por la tarde salieron de funcionamiento varias de las principales centrales que alimentan de energía el Gran Buenos Aires (GBA), como Central Costanera (que perdió la máquina 9), Genelba (que dejó fuera de servicio una de sus cuatro turbinas) y la central de Albanesi en la zona sur, entre otras. Dos de los cuatros compensadores sincrónicos de Transener en Ezeiza, que se utilizan para inyectar potencia reactiva cuando baja la tensión, estaban fuera de servicio (uno porque se averió en el colapso de hace dos semanas y el segundo por un mantenimiento obligado), pero las fuentes consultadas señalan que aun si estaban disponibles tampoco habrían podido frenar el fenómeno, que se explica por un funcionamiento inestable a nivel integral (tanto de generadores como de transportistas y distribuidores).

Políticas inconsistentes

Las causas estructurales del deterioro del sistema pueden rastrearse en dos (in)acciones del Estado. Por un lado, la política de congelar o atrasar las tarifas residenciales de electricidad que se llevaron adelante, con la excepción de dos o tres años, en los últimos 20 años provocaron un consumo ineficiente de energía fundamentalmente en sectores comerciales y domiciliarios. La gestión de la demanda, tan en boga en la mayoría de los países por el encarecimiento y falta de energía que acarreó la guerra en Ucrania, es en la Argentina un concepto abstracto sin ramificación alguna en la realidad.

Esa realidad se puede leer a través del uso de aires acondicionados. El abaratamiento artificial de las tarifas —que como correlato generó subsidios millonarios— incentivó la instalación de equipos de refrigeración, que por funcionamiento generan una sobredemanda de corriente que acentúa la baja de tensión en el pico de consumo.

En estas semanas de ola de calor, el uso de aires acondicionados llegó a explicar, por momentos, un 35% de la demanda total. Operar un sistema con esa configuración requiere de infraestructura que hoy el país no posee. En resumen, se aplicó una política tarifaria que incentivó la instalación de aires acondicionados, pero no se impulsaron las inversiones para que el sector pueda gestionar de forma no traumática una exigencia mucha más alta.

Falta de transporte

Ese es el segundo punto en el que Estado tiene responsabilidad: desde hace siete u ocho años no se construyen nuevas líneas de alta tensión en 500 kV, tal como publicó este medio, e incluso en años anteriores, cuando sí hubo obras en el segmento de transmisión, se priorizaron algunos proyectos de transporte que no eran estratégicos para la red interconectada, como varias de las líneas de alta tensión que se tendieron en la Patagonia.

“Esta ola de calor dejó en claro que, en el límite, estamos operando un sistema precario. Cuanto antes tomemos conciencia de eso, mejor. Hay que ejecutar cuanto antes un plan de obras en transporte y también en generación”, indicó un consultor. La complejidad macroeconómica que dificulta el acceso al financiamiento y la cercanía de la agenda electoral no permite ser demasiado optimista al respecto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

| 10/30/2024
Formalmente la intervención la hará el Inaes, que es la autoridad de aplicación de la Ley de Cooperativas, mientras que Cammesa aportará la gestión en cada institución. Son cinco distribuidoras bonaerenses, una de Entre Ríos y otra de Tierra del Fuego. El gobierno prepara más intervenciones porque el cálculo que hacen es que el sector de cooperativas eléctricas acumula una deuda de alrededor de 325.000 millones de pesos.
| 10/21/2024
El elegido por el Ministerio de Economía para asumir como gerente general de Cammesa es un histórico de la línea técnica de la compañía que administra el Mercado Eléctrico Mayorista. Jorge Garavaglia, un colaborador de Rodríguez Chirillo que estaba al frente de la empresa mixta, dejará su cargo a fin de este mes.
| 10/17/2024
Si bien no hay confirmación oficial, fuentes del sector privado especularon con la posibilidad de que los cambios se concreten en la asamblea anual ordinaria que tendrá lugar este jueves a las 14.30. Una de las alternativas que se evalúa es ascender al cargo de gerente general a alguno de los directores históricos de la línea técnica de Cammesa. como Eduardo Hollidge, gerente de Coordinación Operativa, o Juan Carlos Trotta, gerente de Administración y Finanzas.
| 10/15/2024
El gobierno suspendió la audiencia pública que se iba a realizar el próximo 5 de noviembre para establecer las nuevas tarifas para las empresas de transporte eléctrico. La medida la oficializó el ENRE este marte y no aclara por cuánto tiempo es la postergación. En la Jefatura de Gabinete y en el Ministerio de Economía quieren revisar los aumentos que se desprenden de la negociación que llegaron adelante funcionarios de la Secretaría de Energía con empresas del segmento regulado.
WordPress Lightbox

TE RECOMENDAMOS