Shell Argentina es una de las operadoras que más rápidamente han retomado las actividades en los pozos de la cuenca neuquina, tras el parate que impuso la pandemia. Así lo dejó en evidencia Sean Rooney, presidente de la compañía, en el Ciclo de Entrevistas de EconoJournal.
El directivo señaló que tras dos meses de elaboración y evaluación de los protocolos de seguridad, la petrolera retomó la producción a niveles muy cercanos a los previos a la cuarentena. Incluso, pudo poner en marcha planes ambiciosos de desarrollo como el acuerdo que firmó con TGS para la construcción de una planta de procesamiento de gas para inyectarlo al sistema de transporte. A su vez Rooney expresó su optimismo sobre las perspectivas que se abre para la exportación de Medanito, que a su criterio, en el mediano plazo puede alcanzar precios de venta similares o superiores a los del Brent.
Luego de un primer período de producción con guardias mínimas, Shell retomó rápidamente la actividad en Neuquén y Rooney expresó su satisfacción con los resultados obtenidos.
“Nos tomamos dos meses para estudiar los aprendizajes de otras filiales de la compañía en el mundo para poder hacer nuestro trabajo de manera segura y poner en marcha los protocolos. Estamos complacidos de decir que ya hemos perforado siete pozos y terminamos otros cinco desde que se inició la cuarentena y de una forma segura. Y si bien comenzamos con una eficiencia un poco menor, ya estamos llegando casi a los niveles que teníamos antes de la pandemia. Para nosotros fue una sorpresa ver el desempeño del equipo trabajando con estos protocolos”.
Si bien la exportación del crudo Medanito de Neuquén había comenzado antes de la pandemia, el proceso se aceleró a partir de la caída de la demanda interna. En ese sentido, Rooney se muestra muy optimista acerca de la oportunidad que se abre para este tipo de crudo en los mercados internacionales.
“El Medanito es un crudo no muy conocido en el mercado porque hasta ahora no había habido grandes exportaciones. El año pasado comenzaron a hacerse las primeras exportaciones y nosotros despachamos dos buques. El precio de descuento con el Brent se está achicando porque los clientes se están empezando a familiarizar con este tipo de crudo. Shell es una de las compañías más importantes de trading del mundo y nos están preguntando cuánto más podemos conseguir. Por lo tanto, la demanda hacia el Medanito está aumentando.
La caída de la demanda que generó la cuarentena trajo ese beneficio. Da la oportunidad a Argentina de exportar una cantidad importante al mercado internacional. Por eso es necesario hacer más inversiones en la producción para generar cantidades suficientes a un flujo de exportaciones importante y continuo. Y también requiere de reglamentaciones del Gobierno que garanticen contratación de las exportaciones a más largo plazo. Eso da la confianza al cliente. Con el tiempo y las inversiones necesarias, el Medanito puede llegar al precio del Brent o mayor porque es un crudo de muy alta calidad”.
A la hora de explicar las razones por las que Shell pudo mantener sus planes de producción a pesar de la coyuntura adversa, Rooney resalta la estrategia a largo plazo que se impone la compañía. “Antes de la cuarentena estábamos perforaron con dos equipos y las inversiones que estamos haciendo son para llevar la producción de los 10.000 barriles diarios a 40.000 barriles diarios. Ese es un plan que no cambia a raíz de la pandemia o la caída del precio del petróleo, sino que está basado en nuestros escenarios de largo plazo. Entonces, cuando tuvimos esa parada de dos meses para definir los nuevos protocoles, no había después ninguna razón para no retomar las actividades. También fue importante para lograr esto el acuerdo conjunto con los actores involucrados: empresas de servicios, sindicatos, autoridades provinciales, para que entre todos podamos hacer un negocio rentable”, indicó el directivo.
De todos modos, Rooney reconoce que algunos proyectos quedaron en suspenso pero por motivos más vinculados con la economía doméstica que con los efectos de la pandemia. “En el largo plazo hemos tenido que modificar algunos planes. Teníamos previsto construir una segunda planta y de contratar un tercer equipo de perforación. Pero ambos planes ya están suspendidos porque nuestro pronóstico acerca del precio de petróleo es incierto y en los precios actuales un nuevo desarrollo no sería competitivo. Pero es importante señalar que la suspensión de estos planes no fue a raíz de la pandemia sino de la decisión oficial del congelamiento de precios. Para el desarrollo de Vaca Muerta es determinante no solo el fin de la pandemia sino lograr la confianza para lograr inversiones con reglas de juego previsibles”, afirmó.
A diferencia de otras otras operadoras que comenzaron a migrar hacia la producción de gas, desde un principio Shell basó su inversión en Vaca Muerta en el desarrollo del shale oil. Rooney explicó los motivos de esta estrategia. “El petróleo en la Argentina tiene más mercado en el sentido de que su venta ha sido siempre más cercana a los niveles internacionales. Por lo tanto, es más confiable en términos de un inversor extranjero de sacar provecho de la producción. Pero además en nuestra estrategia de largo plazo, el hecho de empezar con el petróleo nos da una base de infraestructura, de ganancias y de experiencias que podemos aprovechar para el negocio del gas.
El costo del desarrollo del gas es más alto en comparación al valor del gas. Entonces es necesario tener más competitividad y eficiencia para desarrollar el gas a un nivel que sea rentable. Y esto es mucho más fácil cuando estás haciéndolo aprovechando la fundación inicial del negocio del petróleo. Nuestra visión entonces para Vaca Muerta es construir un negocio importante de petróleo y llevar esa experiencia al gas”, concluyó.