Por José Luis Sureda, ex secretario de Hidrocarburos.
«Vaca Muerta, La Bella Dama»
29 de enero
2019
29 enero 2019
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Luego de unos cuantos miles de millones de dólares invertidos, ahora sabemos que Vaca Muerta es una realidad, entendiendo ésta como la posibilidad de un futuro mejor, alcanzable por la avenida del trabajo, la disciplina, la perseverancia, la confianza y el conocimiento.

Vaca Muerta, la Bella Dama, tiene mucha más energía firme y de alta densidad que la que podemos consumir hasta el final de la Era de los Hidrocarburos o de la especie humana, lo que ocurra primero, como reza en los contratos de uso habitual en nuestra noble y admirable industria.

Vaca Muerta, para este caso, es un nombre genérico que incluye a tantas otras formaciones no convencionales potencialmente productivas a lo largo y ancho de nuestra Argentina.

Vaca Muerta tiene la capacidad de poder producir enormes cantidades de petróleo, y podría hacerlo a costos capaces de soportar los típicos e inevitables ciclos de precios en el mercado internacional.

Vaca Muerta puede producir materia prima suficiente como para desarrollar la industria petroquímica nacional hasta niveles hoy apenas imaginados, aun por aquellos que hacen del optimismo una bandera irrenunciable.

Vaca Muerta puede ser una estrella global capaz de tomar de las manos a las energías aleatoriamente intermitentes también llamadas renovables y colocarlas en el corazón de un planeta que marcha inexorablemente a la electrificación de su matriz energética. Vaca Muerta puede compensar los devaneos de las fuentes renovables con una agilidad y perseverancia como ninguna otra fuente de energía. Y Vaca Muerta puede hacer todo esto a un costo que es apenas una fracción del de otras fuentes de energía firme, aunque más rígidas.

Para aquellos que consideran que el cambio climático es culpa del hombre (y de la mujer, para ser inclusivo), Vaca Muerta es un puente entre el mayor problema de la humanidad y el sueño de un planeta a rescatar de la depredación, la codicia y la destrucción. El hecho de que no esté entre los millones de personas preocupadas por este panorama no me impide entender sus necesidades y poder ofrecerles a nuestra Bella Dama. Al final del día, de ellos es la aflicción y de nosotros la solución y, espero, los dólares.

La polución sí es un problema que nadie puede discutir, y aquí Vaca Muerta también está a sus anchas. No existe un solo caso de polución siquiera de mediana severidad causado por el gas natural, que es el apellido de soltera de Bella Dama. En cambio, Londres, Berlín, Estambul pueden dar fe de los enormes beneficios que trae el gas natural cuando se trata de combatirla.

A esta altura de mis reflexiones y seguro de que los muchos detractores de nuestra gran industria habrán abandonado la lectura indignados y horrorizados, hablaré del mal carácter de la Bella Dama.

Bella Dama es inestable. Cuando se siente bien tratada, es prolífica en alegría, veloz y abiertamente. Pero cuando percibe la desconfianza o la mera posibilidad de un abuso, se deprime y se retrae con la misma velocidad. La paciencia, la constancia, la manifestación de sincero interés hacia ella y la rectitud sacan lo mejor de la Bella Dama.

En el mundo Bella Dama no está sola, y deberá competir. Para esto hay que poner la lupa en toda la cadena de valor. En la logística, en las regulaciones, en los costos financieros, en los impuestos y en la política, para que, generosa y audaz, nos permita entender que todos los argentinos tenemos que ser uno solo. La boca de pozo y los trabajadores no pueden ni deben hacer todo el trabajo sucio.

El petróleo es un commodity global donde todos somos tomadores de precio. Siempre habrá un mercado a un cierto precio.

El gas natural no es commodity global, y en diversos mercados se comercializa a diferentes precios cuya lógica de formación cambia sustancialmente.

La Bella Dama, tal vez por serlo, siempre llega tarde a todos los mercados, y debe luchar para ganarse un lugar.

En un país como el nuestro, el valor de la molécula que excede a la estricta demanda es cero. Nadie prenderá las estufas en enero sólo porque GAS BAN (Dios me oiga) ofrezca un suculento descuento. En cambio, puedo liquidar stocks de ropa, de alimentos, de la sidra no vendida para Navidad a un precio tal que igualará el valor que algunos compradores le asignen.

Petróleo y gas requieren inversiones dedicadas y rígidas. Un pozo solo puede repagarse si produce el fluido para el cual fue perforado. Una panadería, que tiene otros riesgos, puede producir diferentes productos entre los cuales distribuir el riesgo comercial. Europa vendió líneas de producción de automóviles usadas a China, en el comienzo de la asombrosa transformación del Gigante del Centro. En cambio, un pozo no puede llevarse a otro lado. Y su localización la define Natura y no loseconomics.

Antes de terminar, quiero recordar al que hoy aparece como el Patito Feo. Me refiero a los recursos convencionales que todavía abundan en nuestro suelo, y que son menos veleidosos que nuestra Bella Dama.

Para poder compensar su volubilidad, la Bella Dama debería ser introducida en sociedad de la mano de sus mayores, los convencionales. De modo que si la Señora se enoja, siempre habrá alguien dispuesto a ocupar su lugar, como ha sido siempre.×

0 Responses

  1. Señor Sureda, «para aquellos que consideran que el cambio climático es culpa del hombre». Esos a los que usted se refiere, son el 97% de la comunidad científica mundial, incluyendo prestigiosas entes como la American Chemical Society, la Agencia Espacial estadounidense (NASA) y la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.

    Le recomiendo se dirija al 5to infome del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (redactado por 123 científcos miembros del UNEP y de la Organización Meteorológica Mundial, validado por 40.000 expertos externos), donde se concluye que «la influencia humana sobre el sistema climático es clara y evidente en la mayoría de las regiones del planeta”. Esto está basado en evidiencia científica, no es opinión.

    También lo ayudará ilustrarse con el siguiente paper: J. Cook, et al, «Consensus on consensus: a synthesis of consensus estimates on human-caused global warming».

    Finalmente, podrá dirigirse a http://www.opr.ca.gov/facts/list-of-scientific-organizations.html donde verá las más de 200 organizaciones científicas mundiales que validan la causa humana en el cambio climático.

    En una época como hoy, sembrar dudas sobre el carácter antropogénico del cambio climático ya deja de ser ignorancia supina, y pasa a ser negligencia.

    1. Mariana, la ciencia no se mueve por porcentajes. Nadie diría que existe un 95% de posibilidades de que la manzana caiga. Esto es ciencia. Por lo tanto hasta que no sea un hecho científicamente probado, no quedará validado. IPCC es un grupo creado no para definir las causas del cambio climático (que es una realidad), sino para medir la contribución humana. Por tanto no hacen ciencia. Las 5 períodos interglaciares anteriores se desarrollaron con un gran crecimiento en el tenor de CO2 y de la temperatura. Y estos hechos, y no modelos creados por el hombre como los de IPCC, aún no han sido explicados por toda la comunidad científica. Ivar Giaever, premio Nobel de Física, por ejemplo, dice que echarle la culpa al hombre es una estafa. Patrick Moore, co fundador de Greenpeace lo mismo, y por no nombrar a los 100 científicos que le hicieron llegar su desacuerdo a la Comisión del Senado de USA. En tanto no sea un hecho probado, no será el resultado de la ciencia. Esto no es religión, donde uno cree o no cree. Me gusta mucho intercambiar opiniones con gente que sepa mas que yo sobre este o cualquier tema, pero eso no les da derecho a la calificarme. Y por supuesto Usted no tiene a dicho derecho. SAlvo que alguien la haya nombrado Guardiana de la Naturaleza, cosa que no creo.

      1. José Luis, existe el llamado «Principio de Precaución», al que se hace referencia en numerosos acuerdos internacionales sobre medio ambiente. Básicamente establece que la falta de evidencia científica al 100% no justifica la inacción, ya que en la naturaleza existen «Puntos de quiebre» que una vez que se atraviesan, es muy difícil (o imposible) volver atrás.
        Como Ud. bien planteó, es imposible aseverar al 100% el efecto humano en el clima porque nunca va a existir un modelo absoluto que permita confirmarlo. No se puede ni predecir el clima a 3 días, imaginémonos lo otro. Sin embargo, no es cuestión de apegarse a las «creencias» de cada uno porque terminamos llevando un problema científico/técnico al plano dogmático. Hay que informarse lo más posible y establecer conclusiones (que obviamente estarán impregnadas por la subjetividad propia), manteniéndose abierto a cambiar de opinión. Decir que «echarle la culpa al hombre es una estafa» no deja entrever una postura muy abierta.
        En el 2007, el economista inglés Stern publicó la «Stern Review» del cambio climático y establece que por motivos puramente éticos la tasa de descuento que debe usarse en la evaluación social de proyectos es mucho menor a la usada habitualmente, alrededor de 1.5%. Con eso, muchos proyectos cuya relación beneficio/costo es menor a 1 con tasas de descuento de mercado (12%) pasan a ser rentables desde la óptica social.
        Evidentemente, es un tema da para mucho más.
        Saludos

        1. Coincido Darío, con una salvedad. El Principio de Precaución, de no tener claridad sobre las causas del cambio climático, debería aplicarse para alcanzar la adaptación de la especie humana, que es mucho mas amplio que tener una idea fija. Pero es fundamental tener en claro que las energía limpias son el futuro y que solamente con el combate a la polución ya se justifican. Pero claro, el combate de la polución es local y no global, de modo que no es suficiente para garantizar que la transición de la economía del petróleo a la de las energías limpias se hagan sin cambios de mano. Y para esto se apela a una suerte de carga moral/ética para aquellos que no estamos convencidos sobre un tema que tiene mucho de política, mucho de economía y muy poco de ciencia.

  2. Sr. Sureda, existe el llamado «Principio de Precaución», al que se hace referencia en numerosos acuerdos internacionales sobre medio ambiente. Básicamente establece que la falta de evidencia científica al 100% no justifica la inacción, ya que en la naturaleza existen «Puntos de quiebre» que una vez que se atraviesan, es muy difícil (o imposible) volver atrás.
    Como Ud. bien planteó, es imposible aseverar al 100% el efecto humano en el clima porque nunca va a existir un modelo absoluto que permita confirmarlo. No se puede ni predecir el clima a 3 días, imaginémonos lo otro. Sin embargo, no es cuestión de apegarse a las «creencias» de cada uno porque terminamos llevando un problema científico/técnico al plano dogmático. Hay que informarse lo más posible y establecer conclusiones (que obviamente estarán impregnadas por la subjetividad propia), manteniéndose abierto a cambiar de opinión. Decir que «echarle la culpa al hombre es una estafa» no deja entrever una postura muy abierta.
    En el 2007, el economista inglés Stern publicó la «Stern Review» del cambio climático y establece que por motivos puramente éticos la tasa de descuento que debe usarse en la evaluación social de proyectos es mucho menor a la usada habitualmente, alrededor de 1.5%. Con eso, muchos proyectos cuya relación beneficio/costo es menor a 1 con tasas de descuento de mercado (12%) pasan a ser rentables desde la óptica social.
    Evidentemente, es un tema da para mucho más.
    Saludos

  3. Apasionantes argumentos, seguramente Bella Dama captó el interés de un potencial consorte … que se llamaría electricidad.
    En efecto, son dos actividades íntimamente ligadas: no son transables a nivel mundial, solo regional; la electricidad se produce mayoritariamente con gas y con mínimos efectos de emisiones contaminantes. Además se pueden producir electricidad y vapor conjuntamente a altísimos rendimientos.

    ¿ Y los renovables ? Siempre fueron inestables: el recurso clásico – el rio – tiene fluctuaciones de caudal. Para las fuentes modernas: el viento sopla cuando quiere, el sol trabaja solo de día – se resiste a los turnos rotativos – y la biomasa se produce solo durante la cosecha; son recursos de baja utilización del capital invertido y que agregan mucho valor en sitios aislados.
    Este comportamiento de los renovables se analiza en Argentina desde 1970, cuando se organizan los despachos hidrotérmicos (Segba, Salto Grande e Hidronor) con unos programas que todavía se utilizan.

    Un cálculo muy sencillo, utilizando costos marginales, el componente de costo de combustible para producir electricidad en un ciclo combinado, es de 40 USD/MWh para un gas de 7 USD/MMBTU. En las renovables se pagan con contratos a 20 años, garantía del Estado y exenciones de impuestos, hasta 110 USD/MWh, lo que equivale a unos 20 USD/MMBTU de costo de gas sustitutivo.

    Con la producción que proyectan los que saben de gas, sería momento de hacer un entre tiempo y decidir en donde poner los recursos ya que Vaca Muerta tiene subsidios decrecientes y definidos en el punto de venta: muy controlables fiscalmente.

    1. 1. El gas natural en Argentina es la mayor fuente de CO2.
      2. El parque de generación a partir del sol y el viento en Argentina puede tener un factor de utilizacion conjunto mucho mayor que el del parque termico. Los despachables no generan cuando quieren sino cuando pueden.
      3. Los costos de generación solar y eólico en Argentina al igual que en el mundo compiten favorablemente con los fósiles ceteris paribus. En la transición cetera non sunt paria y por ello los precios pueden no reflejar transitoriamente esa realidad económica. A medio plazo el costo de generación será tal que podrán funcionar «fuel saving mode» y harán de los fósiles activos bloqueados, i.e.»stranded assets» .

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