Las empresas productoras de la cuenca del Golfo San Jorge prevén una drástica reducción del personal empleado en la región. El ajuste se sentirá con mayor intensidad en el norte de Santa Cruz, donde YPF, el principal operador de la país, analiza la desvinculación de cerca de 1700 personas. Es decir, una retracción similar a la anunciada por la compañía, el mayor jugador del mercado, en Neuquén a fines del año pasado.
En Chubut, la petrolera reestatizada prevé una baja de cerca de 300 operarios. Si a esa cifra se agrega el ajuste que contemplan Pan American Energy (PAE), Tecpetrol, Sipetrol, Sinopec y Capsa Capex, el recorte total en ambas provincias superará los 3000 puestos de trabajo. Una de las más complicadas es Tecpetrol, brazo petrolero de Techint, que redujo significativamente la actividad en el yacimiento El Tordillo por la caída de la productividad del campo debido a su avanzada madurez. Así se desprende de un relevamiento realizado por EconoJournal entre compañías de servicios y operadoras.
El recorte se explica, fundamentalmente, por la caída del precio del petróleo Escalante, que se extrae en el Golfo San Jorge. Según el esquema de valores impulsado por el Ministerio de Energía, al importe del Escalante este mes se ubicó en torno a los 48,10 dólares. A ese precio, las productoras advierten que la explotación de petróleo en buena parte de los campos del Golfo no es rentable. Por eso redujeron significativamente la actividad de equipos de perforación y workover, que es la más baja desde la reestatización de YPF.
Ayer se reunieron en Buenos Aires representantes de petroleras con presencia en Chubut con dirigentes gremiales y funcionarios de Gobierno para avanzar en la discusión de los puntos aún cuestionados del documento. Este medio adelantó los ejes centrales de ese documento. El ministro Juan José Aranguren aspira a firmar el acuerdo definitivo en dos o tres semanas, dado que la negociación entre las partes está avanzada. Aunque la relación con Mario Das Neves, gobernador de Chubut, sigue siendo conflictiva.
El principal escollo para despejar definitivamente el horizonte está centrado en el futuro de cerca de 700 trabajadores petroleros afiliados al sindicato de petroleros privados de Chubut, que dirige Jorge ‘Loma’ Ávila, pero que, en la práctica, brindan tareas en yacimientos de YPF radicados en el norte de Santa Cruz.
La petrolera que preside Miguel Gutiérrez prevé recortar esos puestos de trabajo porque, a estos precios, la perforación de nuevos pozos en yacimientos ubicados en Las Heras no hace sentido económico. En Santa Cruz, en tanto, prevé reducir casi 1000 posiciones que están representadas en el sindicato de petroleros de base de Santa Cruz, que responde a Claudio Vidal.
Vidal buscará este año la reelección al frente del gremio, aunque todavía no definió la fecha en que se concretarán las elecciones (podrían ser en mayo o junio). La ausencia de interlocutores válidos en la política provincial complica todavía más el escenario santacruceño. El gabinete de la única provincia gobernada por el kirchnerismo puro es un reflejo de las internas que se agudizaron en ese espacio político durante los últimos años. Jaime Álvarez, presidente del Instituto de la Energía provincial, está alineado con el ex ministro de Planificación, Julio De Vido; Leonardo Álvarez, ministro de Producción, opera bajo la órbita del ex secretario Legal y Técnico Carlos Zanini; y Juan Donnini, ministro de Economía, responde a Máximo Kirchner.
«Es muy difícil encontrar un interlocutor que pueda traccionar lo que se acuerde en un espacio de negociación», admitió un empresario petrolero que conoce el territorio. La idea inicial del Gobierno y de las empresas era conformar una mesa petrolera santacruceña a fines de este mes, pero con este mar de fondo lo más probable es que la convocatoria se difiera para marzo.