La estatal brasileña Petrobras (NYSE:PBR), anunció este martes que comprará la participación de la británica BP (LON:BP) Energy en un controvertido proyecto de exploración y explotación de crudo y gas que ha sido fuertemente criticado por grupos ecologistas por estar ubicado en la desembocadura del río Amazonas.
Se trata de seis áreas de concesión situadas al norte del país, en aguas ultraprofundas, a 120 kilómetros del litoral del estado de Amapá, que fueron adjudicadas en 2013 a un consorcio formado por el energético francés Total (40 %), la británica BP Energy (30 %) y Petrobras (30 %), y que ahora quedarán en manos exclusivamente de la mayor compañía petrolera de Brasil.
Esto porque en septiembre pasado, Total anunció su retirada y firmó un acuerdo con Petrobras para que asumiera su parte del consorcio, convenio que aún espera el visto bueno de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural (MC:NTGY) y Biocombustibles (ANP, regulador).
El grupo francés optó por salirse completamente del proyecto tras recibir críticas de Greenpeace, que denunció que un arrecife de coral en la desembocadura del Amazonas corre peligro en caso de una posible fuga de petróleo, por la proximidad de las perforaciones, algo que, según Total, no era cierto, pues según la compañía no había arrecifes en esa zona de exploración.
El acuerdo firmado con BP Energy otorgará el 100 % de la participación del consorcio a Petrobras pero la concreción de la operación aún está sujeta a la aprobación de los entes reguladores.
De acuerdo con Petrobras, el convenio suscrito con la compañía británica está en línea con el Plan Estratégico 2021-2025 de la empresa, que prevé nuevos frentes exploratorios y dar prioridad a inversiones en activos ubicados en aguas profundas y muy profundas, con el objetivo de en maximizar la renta para los accionistas.