Si la política tarifaria del gobierno temblequea como nunca antes por la avanzada de la oposición en el Congreso, que este miércoles buscará retrotraer el último aumento de las facturas de gas, la liberación de mercado de combustibles —el otro pilar de la gestión energética del ministro Juan José Aranguren— también está en crisis.
La brusca escalada del dólar —el peso se devaluó un 10% sólo en la primera semana de mayo— y el incremento del precio internacional del petróleo configuran un problema sin solución para la Casa Rosada. Si los precios en surtidores fuesen libres, tal como dispuso el presidente Mauricio Macri en octubre del año pasado y el importe local de los combustibles acompañara la tendencia del mercado mundial, las petroleras deberían aumentar esta semana las naftas y el gasoil hasta un 14%, según un relevamiento entre las principales petroleras del país.
No hay margen político para autorizar a YPF, la petrolera controlada por el Estado, y al resto de las refinadoras —Shell, Axion Energy, Petrobras (recientemente adqiurido por Trafigura, el mayor trader de combustibles del planeta) y la quebrada Oil, de Cristóbal López— a aplicar una suba de esa magnitud. Confirmaría la capitulación de la lucha contra la inflación. Es que un alza tan marcada del gasoil impactaría de lleno en los costos de toda la economía.
El viernes por la tarde el ministro Aranguren se reunió de urgencia con altos ejecutivos de la industria para trazar un primer mapa de situación. Fue la primera de otras de reuniones de trabajo que se concretarán esta semana.
- A grandes rasgos, la propuesta de las grandes petroleras —con YPF a la cabeza— es que tiene que haber un entendimiento temporario entre productores y refinadores de crudo. La meta: evitar que los combustibles vuelvan a aumentar en mayo. Para eso, los productores deben acceder a cobrar un precio menor que en del mercado internacional. En la práctica, se trataría de buscar, sólo por dos o tres meses, a un esquema similar al del barril criollo que aplicó el gobierno anterior.
“A largo plazo, la intención de Aranguren de volver a un libre mercado es la correcta. Pero el barril internacional llegó el viernes los 75 dólares cuando a principios de abril estaba a 67 dólares. Es una situación crítica. Debemos buscar correcciones y acuerdos temporales por al menos 60 días que nos permitan ver cómo se estabiliza el dólar y el precio del crudo, las dos variables claves de este negocio”, explicó a PERFIL el presidente de una petrolera, bajo reserva de nombre.
Equilibrio inestable
La corrida del dólar de esta semana terminó de implosionar el frágil equilibrio que existía entre el precio de los combustibles en la Argentina y la cotización del barril internacional. No parece haber margen para que la tendencia alcista del crudo que se vive en el mundo —el Brent, la referencia para Europa, aumentó un 10% en los últimos 30 días—se replique en los surtidores locales.
En lo que va de 2018, las naftas se incrementaron, en promedio, un 14%. Desde abril del año pasado, la suba alcanza, en algunos productos, el 50 por ciento.
- «Una alternativa puede ser que el Estado no actualice el Impuesto a los Combustibles (ITC) como está previsto en junio. Eso nos daría algo de aire para manejar los precios», explicaron desde otra petrolera.
El aumento de los combustibles se convirtió en un dolor de cabeza para el gobierno. El presidente del BCRA, Federico Sturzennegger, incluso impulsó que la Comisión Nacional de Defensa a la Competencia abriera una investigación sobre las petroleras para determinar si los privados incurrieron en prácticas oligopólicas en la fijación de precios. A proposición de Sturzennegger, el organismo contrató como asesor a Sebastián Scheimberg, ex funcionario del Ministerio de Energía vinculado al radicalismo, para que encabece la investigación.
0 Responses
Pregunto nomás, por que NUNCA BAJARON LOS PRECIOS DE LOS COMBUSTIBLE CUANDO BAJO EL PRECIO DEL CRUDO INTERNACIONAL?.
Historicamente en la Argentina nunca retrocedio el precio de los combustibles, ni siquiere cuando el crudo bajo su precio drasticamente en el mundo. Ahora manifiestan una sensibilidad de los costos respecto precio del crudo y del U$A que seguramente se ha despertado ahora, ya que nunca sensibilizaron las bajas del mismo crudo. Hay q promover entre los CEOs de las petroleras, destiladoras, transportistas, vendedores al consumidor y sindicalistas del sector, una toma de conciencia y una demostracion de sus valores eticos para soportar – como en epocas de guerra – una merma de sus utilidades en beneficio de la sociedad argentina. Veremos de q pasta estan hechos!