El ministro de Energía, Juan José Aranguren, fue el orador central el martes pasado del tradicional almuerzo del Club del Petróleo, que cada mes reúne a los máximos directivos de la industria hidrocarburífera en el salón Dorado del Plaza Hotel de Retiro. Distendido y de buen humor, el funcionario hizo una breve presentación en la que pidió a los empresarios petroleros que aumenten el nivel de inversiones en los yacimientos no convencionales de gas.
“Vine acompañado de un amigo, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, que los está esperando para que esta misma semana o las subsiguientes empiecen a discutir proyectos de desarrollo de gas de campos no convencionales”, exhortó Aranguren a su audiencia, integrada por los máximos referentes privados de la industria, como Alejandro y Marcos Bulgheroni, accionistas de Pan American Energy (PAE), Ricardo Darré, CEO de YPF, Natalio Battaglia (Pluspetrol) y Gustavo Albretch, de Wintershall, entre otros.
“También le pedí al compañero (Guillermo) Pereyra que me acompañe”, destacó para sorpresa de los asistentes por el vocablo asociado al discurso sindical y peronista con el que se dirigió al senador nacional por el Movimiento Popular Neuquino (MPN). EconoJournal cubrió la presentación del ministro en el lugar.
La parte más jugosa del discurso del ministro estuvo centrada en el mercado del gas. “Sé que existen muchas incógnitas respecto de este año, fundamentalmente en lo relacionado al futuro del Plan Gas 1 y 2 (que, en los hechos, subsidian con recursos del Tesoro a los productores del fluido), que tienen fecha de finalización a fines de 2017. Creemos que más importante que pagar un estímulo a la producción mediante un subsidio, debemos recontractualizar la relación entre la oferta y la demanda del recurso”, definió el ministro, aunque no brindó precisiones en torno a qué medidas adoptará el Ejecutivo para avanzar en esa dirección.
La resolución 46-E del Ministerio, publicada la semana pasada, creó un programa de incentivo a la producción no convencional de gas, que en la práctica funciona como un seguro de precios de venta del gas durante cuatro años (2018-2021), que opera sobre un sendero decreciente de valores que arrancará en US$ 7,50 y finalizará en US$ 6 dólares en 2021.
“Son importes que creemos que si logramos atraer la inversión necesaria a la Argentina podemos alcanzar un precio de equilibrio que se ubique en la línea de los 6 dólares en 2021”, indicó Aranguren.
Acto seguido, Aranguren reclamó la inversión del sector empresario. Les pidió a los ejecutivos presentes a agilizar la llegada de nuevas inversiones a los campos no convencionales de gas de Neuquén. “Para que la reactivación de la inversión ocurra, falta una pata de la mesa que está representada por todos ustedes (los empresarios). Por eso el gobernador de la provincia, como responsable del dominio de los recursos, los está esperando a todos los que tienen concesiones en etapa piloto para empezar la discusión más temprano que tarde en este próximo mes, el próximo o en el segundo trimestre, para ver cómo traemos inversiones a la cuenca Neuquina”, espetó Aranguren.
“El LPG es un quilombo”
Después de su presentación, y como es costumbre al final de cada almuerzo, Aranguren respondió algunas preguntas de los asistentes. Ante la pregunta de Carlos Grimaldi, vicepresidente de Medanito, que le consultó por el mercado del Gas Licuado de Petróleo (LPG), Aranguren respondió: «El LPG es un quilombo. Es el único segmento del mercado energético en el que todos los precios de la cadena están regulados, pero esos valores no se cumplen. El precio de la garrafa (de 10 Kg) está fijado en 97 pesos, pero sin embargo es casi imposible conseguirla a ese precio. En Mar del Plata, por ejemplo, la venden por encima de los $ 150″, admitió Aranguren.