Cuando parecía que las petroleras iban a un conflicto con los sindicatos, Pablo González, presidente de YPF, terminó cediendo al reclamo salarial de Marcelo Rucci y Claudio Vidal, principales referentes gremiales, que exigen una suba del 25% en el trimestre que terminará provocando que la suba en el primer semestre ascienda al 60%. La mayoría de las empresas incluso prefería enfrentar un paro de actividades que pagar un aumento de sueldos que está muy encima de lo previsto. ¿Cuánto terminará costando la necesidad política de YPF de mostrar la presencia gremial en el acto de lanzamiento del gasoducto Néstor Kirchner?