La agenda de la transición energética
Europa posterga una definición clave para el financiamiento de nuevas usinas a gas y centrales nucleares
21 de octubre
2021
21 octubre 2021
La Comisión Europea no tiene lista una propuesta para incluir al gas natural y la energía nuclear en el listado de energías compatibles con los objetivos de descarbonización. Las diferencias por los techos de emisiones en generación eléctrica y la sostenibilidad de la energía nuclear.
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La Comisión Europea postergará la definición sobre la inclusión o exclusión de la generación eléctrica a gas natural y de la energía nuclear en la taxonomía europea para las inversiones sostenibles. Bruselas estudia introducir una categoría especial para reconocer el aporte de estas fuentes en materia de transición energética y así volverlas elegibles para recibir financiamiento verde tanto público como privado.

La comisaria de Servicios Financieros de la Comisión Europea, Mairead McGuinness, dijo a The Financial Times que el bloque demorará más tiempo en tomar esa decisión, que estaba prevista para fines de este año. “No tenemos una solución preparada porque es, tanto técnica como políticamente…uno de esos temas en los que existen opiniones muy divididas”, reconoció la funcionaria europea.

La taxonomía es el sistema de clasificación de actividades sostenibles que la Comisión Europea impulsa para dirigir el financiamiento tanto público como privado en la Unión Europea hacia actividades compatibles con los objetivos de descarbonización de la economía. Una actividad será considerada sostenible si cumple con al menos uno de seis objetivos ambientales estipulados y no representa un “daño significativo” para los que no cumple. Dos de esos seis objetivos son la adaptación al y la mitigación del cambio climático.

Las empresas y Estados que lleven adelante actividades económicas etiquetadas como sostenibles podrán ser elegibles para recibir financiamiento verde, tanto público como privado. “La Unión Europea creó una nueva clasificación para inversiones sostenibles, la taxonomía, y un estándar de bonos verdes. Europa se ha convertido en el hogar de la inversión sostenible. Fortaleceremos nuestro liderazgo este mes cuando comencemos a emitir 250.000 millones de euros en bonos verdes”, dijo a principios de octubre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Diferencias y una solución alternativa

La Comisión Europea ya había propuesto en abril evaluar y eventualmente incluir a las usinas termoeléctricas a gas natural y la energía nuclear mediante un segundo acto delegado a fines de este año. Pero McGuinness dio cuenta de que las diferencias en torno a una y otra fuente siguen siendo importantes.

En el caso de las usinas a gas, no hay acuerdo para que sean promovidas como inversiones sostenibles. La taxonomía establece un techo de emisiones de CO2 por kWh para determinar si la actividad de una usina eléctrica es sostenible o no. Algunos países cuestionaron que el techo es demasiado bajo y que dificultará el financiamiento para construir nuevas usinas. Frente al pedido de Polonia y otros países de elevar el techo, los gobiernos de España, Dinamarca, Irlanda, Austria y Luxemburgo demandaron que no sea modificado.

Por el lado de la energía nuclear, las posiciones a favor y en contra son mucho más marcadas. Países como Alemania, Bélgica y España consideran que no es una energía sostenible y tomaron la decisión de cerrar sus centrales nucleares. En cambio, Francia y demás países piden incluir a la energía nuclear en la taxonomía para financiar el sostenimiento del parque nuclear actual y los proyectos de expansión.

Las diferencias reflejan criterios e intereses difíciles de conciliar. Frente a este escenario, la Comisión Europea evalúa crear una categoría especial, denominada “ámbar”, para incentivar las inversiones en tecnologías no verdes pero que contribuyen con la transición energética. En esa categoría podrían entrar el gas natural y la energía nuclear. La comisión también está considerando la posibilidad de redefinir las actividades “transitorias”. Las usinas a gas no pueden entrar hoy en esta categoría porque existen alternativas de generación que son más bajas en emisiones, como las fuentes de energías renovables.

Usinas a gas

La discusión por las usinas a gas se relaciona con los techos de emisiones establecidos en la taxonomía. El techo para que la actividad de un generador eléctrico sea considerada sostenible se considera imposible de cumplir.

Los criterios aprobados en junio establecen que la actividad de un generador eléctrico es sostenible si las emisiones se mantienen por debajo de un techo de 100 gramos de CO2 por kWh. Por otro lado, se considera que los generadores con emisiones inferiores a 270 g de CO2/kWh no constituyen un daño significativo.

Estos techos son demasiado bajos para las usinas a gas. En el caso de los ciclos combinados, las emisiones se ubican entre 300 y 350 gramos. Los defensores de estos techos sostienen que constituyen un incentivo para la inversión en captura de carbono o para mezclar el gas natural con otros tipos de combustibles limpios que ayuden a reducir las emisiones. Las usinas con emisiones de entre 100 y 270 g de CO2/kWh podrían obtener alguna consideración especial en el futuro.

Lo cierto es que el techo de 100 g impide que sean reconocidas como inversiones sostenibles, lo que dificultará el financiamiento de nuevas unidades. Existen casos como el de Polonia, en donde el 70% de la generación es con carbón. Su estrategia para reemplazarlo por gas natural y reducir las emisiones sería más difícil de implementar si se desincentiva la instalación de nuevas usinas. Bélgica también busca reemplazar sus centrales nucleares con potencia a gas para el 2025.

El tema también importa en Alemania. El vocero en asuntos económicos y de energía del partido socialdemócrata alemán, Bernd Westphal, dijo que el gas natural debe ser reconocido en la taxonomía. “Para la seguridad del suministro y los precios competitivos es fundamental utilizar el gas natural como última materia prima fósil que sirva de puente hacia la era renovable”, dijo el vocero del SPD. El partido viene de ganar las elecciones federales alemanas y esta en negociaciones para formar gobierno con otros partidos. RWE, una compañía multinacional alemana generadora de energía, advirtió recientemente que Alemania necesita construir entre 20 y 30 GW de generación a gas para reemplazar a las centrales nucleares y usinas a carbón.

Los residuos nucleares

La energía nuclear es quizás la discusión más contenciosa. Es la principal fuente de emisiones bajas en carbono en la Unión Europea, pero la percepción del riesgo difiere entre los países.

En lo relativo a la taxonomía, la discusión central en materia nuclear es sobre los residuos. La Comisión Europea encargó al Centro de Investigación Conjunta, el cuerpo que asesora científicamente a la U.E., una revisión para evaluar la generación de energía nuclear bajo los criterios de “no causar daños significativos”, considerando los efectos de todo el ciclo de vida de la energía nuclear en términos de impactos ambientales existentes y potenciales en todos los objetivos y con énfasis en la gestión de los residuos nucleares y radiactivos generados.

El cuerpo científico determinó que la energía nuclear no produce más daño a la salud humana o al ambiente que otras fuentes de generación de energía eléctrica incluidas en la taxonomía. En cuanto a los residuos, concluyó que “existe un amplio consenso científico y técnico de que la eliminación de desechos radiactivos de larga duración y alta actividad en formaciones geológicas profundas se considera, según los conocimientos actuales, como un medio apropiado y seguro de aislarlos de la bioesfera durante escalas de tiempo muy prolongadas».

Pero el relevamiento fue cuestionado por Alemania, España y otros tres países en una carta pública, en la que advirtieron que muchos inversores perderán la confianza en la taxonomía si existe el temor de que se este financiando proyectos nucleares. “Nos preocupa que la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía dañe permanentemente su integridad, credibilidad y por ende su utilidad”, advirtieron. También consideraron que no se demostró que exista una solución definitiva para el tratamiento o almacenamiento de los combustibles gastados.

En cambio, otros países defienden el sostenimiento y expansión de la energía nuclear. Francia, Finlandia, Croacia, República Checa, Polonia y cinco países más firmaron a principios de octubre una nota en medios europeos en la que reclamaron que la energía nuclear sea incluida en la taxonomía antes de fin de año, sobre la base del reporte favorable del cuerpo científico europeo. “La energía nuclear es fundamental. Representa casi la mitad de la producción de electricidad sin emisiones de carbono de Europa”, señalaron.

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