Frente a la pregunta de si los problemas macroeconómicos de Argentina podrían llegar a arruinar la oportunidad que brinda Vaca Muerta, Pourteau, quien se desempeñó como subsecretario de Recursos Hidrocarburíferos durante el gobierno de Mauricio Macri, aseguró que «la posibilidad de que la oportunidad se arruine siempre está, pero lo que vemos hoy, aún con una macroeconomía muy inestable, la inversión sigue estando, la producción sigue creciendo y la productividad también. Creo que tenemos todo para seguir adelante y si la macroeconomía ayuda esto debería potenciarse».
Gadano, en cambio, se diferenció y sostuvo que «la macro si lo puede arruinar o, como mínimo, como ha estado sucediendo, condicionar el despegue de Vaca Muerta». «Las restricciones en el mercado cambiario, el cepo, y la imposibilidad permanente, y sin ninguna perspectiva de cambio, de girar utilidades para las compañías en un sector que es tan capital intensivo y que requiere de la inversión extranjera directa, condicionan el desarrollo de la actividad», agregó el ex funcionario del Banco Central y el Ministerio de Economía durante el gobierno anterior.
Por su parte, Nicolás Arceo, quien se desempeñó como vicepresidente de YPF durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, remarcó que «Vaca Muerta necesita un nuevo marco regulatorio que la blinde de la volatilidad macro que registró la economía argentina en las últimas dos décadas». «La macro argentina necesita de una Vaca Muerta potente que permita eliminar o al menos disminuir la restricción externa», agregó.
«No podemos pensar a Vaca Muerta como una solución alternativa a la estabilización de su macroeconomía. No le veo futuro a la idea de que un sector, en este caso el energético, puede construir condiciones como para desarrollarse plenamente en un contexto general inestable y volátil como el que tiene Argentina», retrucó Gadano.
«¿Qué tan grave es el atraso tarifario en la actualidad?», les preguntaron a los expositores. «Es increíble que, después de la experiencia de retraso tarifario prolongado del gobierno kirchnerista anterior y de lo difícil que fue tratar de poner los precios de la energía donde tienen que estar, este gobierno haya vuelvo a provocar un retraso tarifario», respondió Gadano.
«Lo que hay en ciertos sectores de la política, y no incluyo solo al kirchnerismo sino también a ciertos sectores de Cambiemos, es una visión de que hay una gran resistencia social a pagar la energía por lo que efectivamente vale. De hecho, el congelamiento de precios no empezó con este gobierno. Empezó a mediados de 2018 y se profundizó a partir de febrero de 2019 con la administración Macri», aseguró Arceo.
«A la política le cuesta mucho salir de los subsidios. Es imposible tener un sector energético que funcione con el nivel de subsidios que tiene la Argentina», coincidió Pourteau. «Hay que ver que tan exitosa es la segmentación, pero van a dejar los subsidios en el lugar muy parecido al que dejaron en 2015», concluyó.
Revista TRAMA completa: https://econojournal.com.ar/wp-content/uploads/2023/01/TRAMA-16-book_Final.pdf