El ministro de Economía Martín Guzmán fue el orador final del evento IDEA Transición Energética organizado este miércoles en Neuquén. En una entrevista virtual con el director ejecutivo de IDEA, Daniel González, el funcionario se refirió a las posibilidades y a los desafíos que le ofrece a la Argentina un escenario internacional signado por la tendencia alcista de los precios, la crisis de disponibilidad de gas y la invasión de Rusia a Ucrania, entre otras variables.
Según el ministro de Economía, con los cambios que se vienen registrando en los últimos tiempos se está diseñando un nuevo mapa global. “Hay una nueva forma de mirar a nuestro país, tal como quedó en evidencia en todas las reuniones que tuvimos la semana pasada en el G-20, en Washington DC. En el sector energético, en particular, se nos presenta una oportunidad histórica para acelerar el desarrollo”, sentenció.
Desde su óptica, si la Argentina aprovechara a escala masiva sus riquezas energéticas podría bajar significativamente sus costos productivos y elevar sus niveles de competitividad, lo que a su vez sería transformacional desde lo económico. “Históricamente la gran restricción para el crecimiento de nuestra economía ha sido la disponibilidad de divisas. Acelerar el desarrollo del sector energético significaría contar con un perfil generador de divisas mucho más sólido y contribuiría a ordenar nuestra situación fiscal”, aseguró.
Cuatro premisas
El Gobierno, indicó Guzmán, está propiciando las condiciones para que crezcan las inversiones a partir de cuatro grandes premisas. “Uno de nuestros pilares pasa por la estabilidad macroeconómica y la solución de los problemas financieros. En ese sentido, la energía es un eje temático que está ocupando un espacio cada vez más destacado en nuestra agenda”, aseveró.
Otra prioridad, agregó, tiene que ver con la ampliación de la capacidad de infraestructura disponible. “El emprendimiento más visible y de mayor importancia estratégica para los años próximos es el Gasoducto Néstor Kirchner, que nos va a permitir que el gas sea un bien transable y que la producción de Vaca Muerta se expanda sustancialmente. También hay un proyecto integral para mejorar la red de gasoductos, oleoductos y distribución eléctrica”, anticipó.
En tercera instancia, el ministro resaltó la necesidad de respetar las reglas de juego a nivel sectorial. “Para transformar verdaderamente la situación hay que facilitar los flujos de inversión extranjera directa. Debemos normalizar las políticas de carácter defensivo que se adoptaron para lidiar con la corrida cambiaria de 2019. Hoy estamos en otra etapa y tenemos que dar pasos hacia la normalización de las medidas”, argumentó.
De hecho, detalló, se están articulando entendimientos con el Banco Central y las empresas energéticas para definir cambios normativos en función de la coyuntura mundial vigente que se anunciarán en los próximos días. “Vamos a modificar ciertas regulaciones de capital para la energía”, anticipó.
Finalmente, añadió, será vital la construcción geopolítica para facilitar las exportaciones a partir de un análisis inteligente del actual contexto. “Venimos fomentando la integración de nuestro sistema energético con Brasil y realizando un trabajo muy importante con el resto del mundo, en particular con Europa”, completó.
Resiliencia
La idea, apuntó, es consolidar un Estado con más resiliencia y menos endeudado, además de tener una moneda más fuerte. “En ese marco de mayor desarrollo energético, menores costos de producción y mayor escala productiva, también podrían recortarse los subsidios asociados al consumo de la energía”, expresó.
La Argentina, recalcó, está en condiciones de asumir un rol decisivo en la transición energética a la que se dirige el planeta. “Tenemos un gran potencial de generación y exportación de gas natural licuado (GNL). Ese rubro nos posibilitaría transformar los recursos de provincias como Neuquén en las divisas que tanto necesitamos”, enfatizó.
Consultado sobre el proceso de normalización de precios de la energía luego de haberse renegociado la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el titular del Palacio de Hacienda afirmó que el objetivo primordial pasa por favorecer las inversiones. “Todo lo que venimos haciendo es para que haya un escalamiento significativo de la inversión. En el sector energético no nos limitamos a promover el desenvolvimiento de los capitales privados, tanto locales como internacionales, sino que también confiamos en el liderazgo inversor de YPF”, puntualizó.
Impacto fenomenal
Con respecto al denominado ‘impuesto a la renta inesperada’, Guzmán explicó que se trata de un mecanismo para evitar que el shock que genera la guerra de Ucrania en la Argentina sea regresivo e implique un retroceso en el desarrollo social. “Para que la sociedad funcione mejor tenemos que registrar un crecimiento que sea compartido, con mayor equidad. Eso es fundamental para un ambiente que dé lugar a una nación más pujante y con mayor bienestar”, sostuvo.
La guerra, explicó, impactó sobre los precios de ciertos rubros sin suficiente capacidad de reacción, mientras que otros han tenido una renta inesperada que no fue producto de una inversión adicional. “Hay que separar las cuestiones. Buscamos construir -colectivamente y a partir de un dialogo profundo- una solución al problema del shock distributivo que vive el mundo, no sólo la Argentina. En modo alguna esta iniciativa desincentiva la inversión. Por el contrario, si hay una reinversión de la renta inesperada asociada a la guerra, la contribución sería menor”, justificó.
Finalmente, Guzmán insistió en la relevancia de que los sectores público y privado trabajen juntos para favorecer la producción y exportación de GNL. “Hay que garantizar tanto la constitución de la oferta como de la demanda del recurso. Estamos en conversaciones con un conjunto de países interesados. Para ello requeriremos reglas de juego estables en el tiempo con el apoyo de las distintas fuerzas políticas. Hablamos de una potencial inversión de más de 10.000 millones de dólares para los próximos años. Proyectamos superar los u$s 15.000 millones anuales a partir de 2025, lo que tendría un impacto fenomenal en nuestro crecimiento”, concluyó.