Maarten Wetselaar, director de Soluciones Integradas de Gas, Renovables y Energía de Shell, analizó este lunes los retos que deben asumir tanto la demanda como la industria energética para hacer frente a los desafíos de mitigación del cambio climático, durante el evento El Gran Debate Energético 2021 organizado por la petrolera anglo-holandesa. Expertos de Argentina, Brasil y México participaron del encuentro que se transmitió en vivo a través de Twitter y LinkedIn y coincidieron en la importancia de fomentar cambios de comportamiento y consumo a nivel de la demanda, apuntalar la adaptación de la mano de obra de cara a la formación de nuevas modalidades de empleo y promover la integración regional en América Latina y el Caribe para avanzar en la transición energética.
“Estamos trabajando rápidamente e invirtiendo significativas cantidades de dinero en energías renovables, almacenamiento, hidrógeno y biocombustibles. Sin embargo, el mundo sigue en funcionamiento y debemos continuar con el desarrollo del petróleo y el gas para suministrar energía a la demanda, evitando incrementos de precios que afectan desproporcionadamente a la gente y generan pobreza. Entonces, necesitamos una transición tanto rápida como justa”, expresó Wetselaar.
El comportamiento de la demanda
El directivo de Shell manifestó que la compañía instaló varias estaciones de carga de vehículos eléctricos, pero no es posible saber a ciencia cierta qué tipo de automóviles elegirá la demanda: “En Europa la mayoría de las personas compran autos a base de gasolina y diésel. Estamos aumentando nuestras inversiones cada año y trabajando en proyectos que permitirán secuestrar más de un millón de toneladas de CO2 por año, así como tenemos intenciones de invertir en Europa, Asia y América Latina, pero solo podemos crecer un poco más rápido de lo que nuestros clientes nos permiten crecer, en otras palabras, el sistema necesita cambiar y nosotros necesitamos cambiar con el sistema”.
Al respecto, la presidenta del Comité Argentino del Consejo Mundial de Energía (WEC), Andrea Heins, apuntó que “resulta fundamental incentivar cambios en el comportamiento de los consumidores para que asuman un papel activo en el proceso de transformación de la matriz”.
La adopción de nuevas formas de pensar el funcionamiento de la energía en un contexto de cambio de paradigma, fue otro punto que los especialistas abordaron en la conferencia. Jimena Marvan Santin, directora Ejecutiva del Capítulo Cero México del Foro Económico Mundial, enfatizó: “No podemos pensar la energía limpia de la misma manera que pensamos los combustibles fósiles. El surgimiento de formas novedosas de hacer las cosas debe permitir el pasaje de una economía derrochadora a una economía circular, entendiendo de forma sistémica el uso que hacemos de los recursos naturales”.
La traducción de habilidades
Ante la pregunta por el giro en materia de habilidades que deben afrontar las personas que trabajan en Shell, Wetselaar se mostró positivo: “Las personas que producen nuestros lubricantes, -gasolina y diésel- también han demostrado ser muy buenas para desarrollar hidrógeno y biocombustibles. Por supuesto que no lo sabemos todo y en ocasiones se requiere personal de afuera, pero es emocionante ver que los equipos de trabajo están en sintonía con la transición energética y sus habilidades se adaptan al nuevo mundo”.
Sobre este punto, la consultora internacional Andrea Heins explicó que “existen muchas alternativas para el desarrollo de nuevas capacidades y formas de empleo. La mayoría de los puestos de trabajo en la industria energética se pueden reconvertir. De hecho, resulta esencial recurrir a las habilidades que tenemos hoy en día tanto en las empresas del sector privado y del sector público como en las universidades y utilizar los esquemas existentes en función de la transición energética”.
“La fuerza laboral debe ser incorporada en las decisiones que toman las empresas como actores activos del proceso de transición. El principal recurso que tenemos es la humanidad y hay que trabajar en la traducción de las mentalidades para pensar el cambio climático en profundidad. Así, los ciudadanos y el sector privado podremos ayudar a los gobiernos a llevar adelante políticas transformadoras”, señaló la ejecutiva mexicana.
La integración regional
“En Argentina, la industria del petróleo y el gas ocupa un rol clave en la recuperación económica después de la pandemia”, dijo Andrea Heins y añadió: “Las empresas tienen que aumentar la producción de hidrocarburos en los próximos años e incorporar, al mismo tiempo, tecnologías de optimización y eficiencia en un marco de rentabilidad de tiempo limitado. Y esto es un desafío para los países subdesarrollados. Aun así, es fundamental utilizar las herramientas disponibles para reducir la huella de carbono. No es fácil y no existe una solución única, pero estamos incorporando cada vez más proyectos de energía renovable y somos un modelo a seguir en cuanto al desarrollo del hidrógeno”.
La tasa de deforestación crece con fuerza en Brasil al compás de una de las peores crisis hidrológicas de los últimos cien años. Thiago Barral, presidente Ejecutivo de la Oficina de Investigaciones Energéticas de Brasil, aseguró que “luchar contra la deforestación es la acción más urgente porque no solo impacta en términos de calentamiento global sino que influye también en los patrones regionales de lluvia”, y agregó: “Necesitamos redes de transmisión para optimizar el uso de recursos renovables, debemos asegurar la diversificación geográfica y de recursos en todo el país así como la generación distribuida, la producción de biogás, la incorporación de nuevos sistemas de almacenamiento de hidrógeno y otorgar prioridad a la recuperación ecológica”.
Después de un año y medio de extraordinarios desafíos económicos y sanitarios, la industria local y mundial del petróleo y el gas tiene un papel clave en la recuperación económica de América Latina y el Caribe, y México no está exento. Aun así, “se trata de un rol que debe jugarse de una manera muy diferente, porque el sector hidrocarburífero tiene la obligación moral de impulsar la recuperación económica no solo a través de la producción de petróleo y gas, sino también avanzando en la transición hacia energías limpias”, indicó Marvan Santin y agregó que México está asumiendo proyectos desafiantes en materia de electrificación de las industrias y el transporte.
Al cierre, Thiago Barral puso especial foco en las ventajas que aporta la cooperación entre países vecinos. “Brasil es la prueba de que la integración regional de los sistemas de energía es realmente beneficiosa. Un sistema flexible de energía hidroeléctrica que abarca varias zonas de la región aporta mucha resiliencia. Cuanto más interconectados estemos, mayores serán las posibilidades de lograr un equilibrio energético”, sentenció.