El sindicato de petroleros de la Cuenca Neuquina que dirige Guillermo Pereyra intimó hoy a la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (Ceph), que agrupa a grandes petroleras como YPF, PAE, Total, Tecpetrol y Pluspetrol, para que abone un bono excepcional de $ 50.000 para cada operario del sector hidrocarburífero. El gremio dio un plazo de 48 horas a las empresas para que fijen «una reunión de trabajo para instrumentar inmediatamente el pago de un bono Adicional Único de Emergencia a pagarse en el mes de enero de 2021«.
El sindicato de petroleros privados de la cuenca Neuquina supo ser el interlocutor más racional de la industria petrolera. Estratégico y con capacidad de tracción puertas adentro de la organización, Pereyra edificó en 30 años un liderazgo casi sin fisuras. Sin embargo, esa construcción empezó a resquebrajarse en 2020 con decisiones contradictorias e impredecibles. Sin ir más lejos, Pereyra participó ayer de una reunión por Zoom organizada por el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, con las compañías petroleras y PyMEs neuquinas. Uno de los temas centrales de esa convocatoria fue la delicada situación económica de los proveedores locales de Neuquén, que no están pudiendo afrontar el pago del aguinaldo e incluso de los salarios de diciembre.
Pereyra participó de ese encuentro con el objetivo de buscar una solución con oxigene a las empresas de servicios regionales de la cuenca. Pero unas horas más tarde presentó una nota ante la Ceph —a la que accedió EconoJournal— en la que reclama un bono de $ 50.000 que deberán pagar las mismas PyMEs neuquinas que ayer le advirtieron que no tienen fondos para pagar el aguinaldo. Fuentes de varias empresas petroleras le restaron viabilidad al reclamo, aunque habrá que ver qué postura toman YPF, la mayor petrolera de Neuquén, y el resto de las operadoras.
En petroleros privados es cada vez más claro el peso político de Marcelo Rucci para marcar los tiempos de la organización. Número 2 del sindicato, el ex intendente de Rincón de los Sauces no teme una escalada de la conflictividad con las empresas. Al contrario, podría terminar de ratificar su liderazgo.
Inesperada
La nota presentada al mediodía de hoy sostienen que los trabajadores atraviesan “una situación angustiante al no poder realizar su trabajo, con la consiguiente merma en sus ingresos”. A su vez, señalan que a lo largo del corriente año no han tenido “una recomposición salarial integral”, ni tampoco han percibido la segunda cuota del aguinaldo 2020. Es extraño porque Pereyra firmó un octubre un acuerdo con las empresas petroleras y de servicios —homologado por el Ministerio de Trabajo— en el que se reconoce dos pagos a cuenta de las Paritarias 2020/2021.
Pese a eso, Pereyra califica como “lisa y llanamente inaceptable” esas faltas de pago y contrapone la situación de sus representados con la de otros trabajadores con los que comparten el lugar de trabajo y que “que percibirán normalmente su aguinaldo, han tenido un proceso paritario por el año en curso y devengan bonos de fin de año”.
Desde el viernes pasado, el sindicato de petroleros neuquino estableció un estado de asamblea permanente en los yacimientos, lo que complicó y hasta interrumpió la operación en varios campos.
Un comentario
El problema es que el sector logro un acuerdo que no surge de las reglas de mercado. Con el plan gas IV cobra en dólares, con consumidores que pagan en pesos y contribuyentes que ponen la diferencia. Ahora vienen los sindicatos y quieren cobrar en función de los ingresos, pero ahora no están los contribuyentes para poner la diferencia. Cuando uno entra a una economía de reparto de precios y subsidios y no de mercado o basada en reglas de mercado pasan estás cosas. Y hay que negociar, no queda otra