Poco se conoce hasta ahora del texto de ley que presentará el gobierno en el Congreso para estimular el desarrollo de la actividad hidrocarburífera. Sólo se sabe que el presidente de YPF, Guillermo Nielsen, preparó un proyecto guionado por Raul Parisi, su principal asesor en materia petrolera. Parisi iba a ingresar al directorio de la petrolera controlada por el Estado antes de las fiestas, cuando Nielsen asumió el cargo, pero su designación no terminó de materializarse.
Son pocos quienes tuvieron acceso al proyecto de Ley. Nielsen lo pasó a revisión del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Según pudo saber EconoJournal, el texto original requiere de varias correcciones para estar en condiciones de ser aprobado en el Congreso. En términos generales —explicaron dos fuentes que leyeron el documento—, está demasiado volcado a la promoción de la inversión en los yacimientos no convencionales de Neuquén.
La centralización en Vaca Muerta puede convertirse en un obstáculo a la hora de conseguir el aval de legisladores de otras provincias petroleras. “Le propusieron a Nielsen rebautizar la Ley y llamarla ‘Ley de Desarrollo Energético’, para quitarle la referencia directa a Vaca Muerta”, explicaron allegados a la Secretaría de Energía, que dirige Sergio Lanziani.
Diputados y senadores de otras provincias petroleras como Chubut y Santa Cruz están a la espera de conocer el texto que ingresará el gobierno al Congreso para saber si el alcance de la iniciativa derrama sobre sus territorios.
Las empresas productoras de hidrocarburos siguen el devenir del proceso a distancia prudencial. Su principal preocupación radica en dos puntos: a) la implementación de un régimen cambiario especial que permita el acceso a las divisas provenientes de la exportación de petróleo y gas. Y b) la obtención de condiciones impositivas que incentiven la inversión en el upstream de hidrocarburos, como la amortización acelerada de capital, que está vigente en varios estados de EE.UU., y cambios en los regímenes de IVA, Ganancias e Ingresos Brutos.
Divisas
En cuanto al primer punto, el planteo que trazan la mayoría de las empresas va a contramano del fideicomiso fondeado en dólares en una cuenta en el exterior que propone el texto original elaborado por Nielsen. De un relevamiento entre petroleras realizada por este medio se desprende que los privados desconfían de la implementación de un sistema de esas características. “Un fideicomiso requiere de una estructura e ingeniería demasiado compleja”, advirtió el director de una de las mayores petroleras del país.
En la misma línea, Cristian Folgar, ex subsecretario de Combustibles, añadió: “No está claro aún cuáles serían las ventajas que aporta un fideicomiso. Podría buscarse un esquema más sencillo donde el Congreso fije el porcentaje que las operadoras deben liquidar en el país y que luego el Poder Ejecutivo pueda moverse dentro de las bandas fijadas por el legislador”.
- ¿Qué es lo que proponen las empresas?
Volver a un esquema de “cuenta expo o de exportación” similar al que estuvo vigente tras la crisis de 2001 durante la gestión de Roberto Lavagna al frente del Ministerio de Economía. En esos años tras la salida de la Convertibilidad, las empresas estaban obligadas a ingresar al menos un 30% de las divisas provenientes de la exportación de hidrocarburos. En diciembre de 2002, el gobierno de Eduardo Duhalde publicó el Decreto 2703 que estableció un esquema “70/30”, según el cual las petroleras debían liquidar en el país al menos un 30% de los dólares obtenidos por la venta al exterior de derivados del petróleo. El 70% restante podía permanecer en cuentas en el extranjero. El Decreto 2703 terminó en el régimen de libre disponibilidad de divisas que rigió durante toda la década del ’90 a partir del Decreto 1589/89.
“Se podría hacer algo simple con algún tipo de pesificación de los específicos exportados por cada compañía cada tres o seis meses. Así funcionó el esquema de 70/30. Podrían ser esos mismos porcentajes u otros distintos. Sí habría que dictar una ley con un artículo que prevea la creación de un régimen cambiario especial para la industria hidrocarburífera”, analizó otro encumbrado ejecutivo del sector, que pidió la reserva de nombre.
Aún así, las posiciones al respecto no son unívocas en el sector. Algunas empresas, sobre todo las majors internacionales, no comparten esa visión y plantean el restablecimiento total de la libre disponibilidad de divisas como condición sine qua non para destrabar la inversión en el país.