El Ministerio de Hacienda comunicó ayer que desdobló el incremento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL, ex ITC), que se actualiza de forma trimestral. La carga impositiva aumentó un 50% a partir de hoy y el otro 50% subirá en el 1º de abril. La iniciativa del gobierno buscó moderar el aumento de los combustibles que se empezó a materializar desde la medianoche en las estaciones de servicio. La suba del precio internacional del petróleo durante febrero —el Brent cotiza hoy en torno a los 66 dólares, un 8% más que en enero— y el corrimiento del tipo de cambio metieron presión al precio interno de naftas y gasoil. Si a eso se suma la actualización del Impuesto a los Combustibles, el aumento tendría que haber sido mayor que el que se terminó materializando ayer.
YPF dio a conocer ayer una suba promedio en surtidores del 2,8%. A esta vez la petrolera controlada por el Estado Nacional informó oficialmente que “YPF continúa con precios de mercado por debajo de la competencia, acercando a sus clientes productos de la más alta calidad con una amplia variedad de servicios en su extensa red de estaciones”, según consignó Surtidores.com.
La estrategia de precios de la compañía que preside Miguel Gutiérrez terminó siendo, en la práctica, funcional a los intereses de la Casa Rosada, que busca evitar que el alza de las naftas y gasoil alimente aún más las expectativas de creciente inflación. Por eso, si bien el gobierno no quiere intervenir formalmente sobre el mercado de combustibles, sí apeló al ancla de YPF, el mayor jugador del mercado, con una participación cercana al 60%, para moderar la suba de otras petroleras como Shell, Axion Energy y Puma (Trafigura).
La jugada surtió efecto porque Shell y Axion anunciaron aumentos en la misma línea que YPF, pese a que preveían impulsar un ajuste mayor. El problema que tienen es que, si suben por encima de YPF, la empresa dominante del mercado, se arriesgan a perder market share en un momento delicado del sector, donde las ventas cayeron 3,6 por ciento en enero, fundamentalmente en el segmento de naftas premium que se derrumbó un 26%.
Del ajuste aplicado hoy, cerca de un 1,5% irá a las arcas del Estado a través del ICL y el resto compensará apenas una parte del incremento que registraron el barril de crudo y el dólar. En los próximos meses, las petroleras apuestan a trasladar el resto.