La iniciativa mantiene el corte del 12% para el bioetanol de caña de azúcar, pero establece un mínimo de 5% para el biodiesel de soja y maíz. Uno de los puntos polémicos es que no permitirá que subsidiarias de un mismo grupo económico tengan participación en distintas plantas productoras. No obstante, esa exigencia no tendrá efecto retroactivo.