La petrolera YPF alcanzó el año pasado una producción de 503.300 barriles equivalentes de crudo por día, un 7,2% más que en 2021, según el balance presentado este jueves. El dato muestra una recuperación auspiciosa, pero si se analiza el desempeño de la última década se puede observar que en 6 de esos 10 años YPF produjo más barriles de petróleo equivalentes que en 2022. De hecho, el año pasado la cifra se ubicó apenas un 2% por encima de lo producido en 2013.
El crecimiento interanual fue uno de los más altos de los últimos diez años en términos porcentuales, pero porque la base de comparación es baja debido al derrumbe de 9,2% que registró la producción en 2020. Esa caída record que sufrió la actividad durante el peor momento de la pandemia, la compañía recién la está comenzado a revertir ahora porque en 2021 pudo crecer apenas un 0,6%. El rebote igual no le sirvió para mostrar un crecimiento porcentual record porque quedó por debajo del salto de 13,5% que había logrado en 2014.
En su balance, la compañía conducida por Pablo González decidió entonces calificar el aumento de la producción como “el mayor crecimiento orgánico de los últimos 25 años”. Como se detalló antes, eso no significa que haya logrado un record de producción ni un crecimiento porcentual record. El crecimiento orgánico es aquel que realiza una empresa con los recursos generados de sus propias operaciones, los cuales invierte en nuevos proyectos o mercados. YPF no aclaró esto último en su presentación alentando cierta confusión con respecto al logro que había alcanzado, lo que llevó a algunos medios de comunicación a hablar de “record de producción”.
Cuando se desglosa el crecimiento, se puede observar una expansión de 7,2% en la producción de crudo para alcanzar 226.000 barriles diarios, una cifra que muestra una recuperación clara respecto del piso de 206.800 barriles de 2020, pero no logra igualar la producción de 226.100 barriles diarios alcanzada en 2019 e incluso por debajo de los 227.400 de 2012, hace más de una década.
En lo que respecta al gas, la compañía informó que la producción trepó 5% y alcanzó los 37,5 MMm3/d. Al igual que en el caso del crudo, todavía no alcanza los niveles registrados en 2019 cuando se produjo 39,7 MMm3/d.
Resultados financieros
La compañía destacó en la presentación de sus resultados que el EBITDA ajustado alcanzó los 4947 millones de dólares, un 27% más que en 2021 siendo el tercero más alto en la historia de la compañía. Entre las causas subrayó la recuperación de la producción y la mejora generalizada de los precios en los distintos segmentos de su negocio.
El dato es positivo, pero hay que tener en cuenta que está calculado con un dólar oficial al que la compañía tiene acceso limitado, solo para pagar algunas importaciones ya que muchos de los servicios que debe pagar ya están calculados a un dólar que no es el oficial.
Otra cuestión a considerar es que el negocio de YPF es casi exclusivamente en pesos. Por lo tanto, si llega a producirse una devaluación de la moneda local, algo bastante probable en el mediano plazo dada la delicada situación macroeconómica que atraviesa el país, el impacto en su balance será mayor que el que deban enfrentar otras compañías del sector que, por ejemplo, hoy exportan entre el 30% y 40% de su producción.
La exportación sigue siendo la cuenta pendiente de YPF porque eso sí le daría mayor robustez al balance ya que compensaría, al menos parcialmente, el impacto de una posible devaluación. Dentro de la empresa tienen claro este punto y apuestan a comenzar a exportar crudo a partir de este año.
3 Responses
Un artículo con puros «peros» para minimizar la mejora en el desempeño de YPF. Ahora, cuando vemos los datos, los que están en la tablita, se puede ver el derrumbe de YPF a partir de 2016 y hasta 2020. Bueno, muy posiblemente, lo volvamos a ver…
Según la tabla se ve como empezó a bajar con la pandemia Macri y después la del Covid. Y ahora vuelve a crecer. Habrá que pensarlo cuando se vote, me parece.
Iba a escribir «pandemias» pero temí herir susceptibilidades…