El nombramiento de la salteña Flavia Royón como nueva secretaria de Energía, que a su vez traccionó otros movimientos internos dentro de la cartera, reconfiguró el mapa de poder dentro de un área que hasta ahora estaba controlada por el cristinismo. La salida de la Subsecretaría de Energía de Federico Basualdo, principal emergente de La Cámpora en el sector, que no estaba prevista hasta fines de la semana pasada, generó un cimbronazo que la mayoría de las fuentes consultadas aún no alcanza a decodificar.
En esa clave, existen múltiples interrogantes acerca de cómo se reordenará el funcionamiento de la Secretaría, que se apoyó fundamentalmente sobre dos pistones que ya no están. Quien llevaba adelante la gestión diaria de la Secretaría era Ariel Kogan, alterégo de Darío Martínez. Kogan oficiaba, en la práctica, como virtual secretario de Energía en lo que se refiere a la articulación cotidiana con actores del sector privado y con el diseño administrativo de las regulaciones firmadas por Martínez.
En términos institucionales, la gestión de Kogan estuvo atravesada por una irregularidad casi fundacional: era la persona con mayor poder dentro de la cartera de Energía, pero no estaba nombrado dentro de la estructura. Al contrario, en junio de 2021, Kogan fue forzado a renunciar a su cargo como vicepresidente de Cammesa por presión de La Cámpora. Desde entonces ofició como asesor ad honorem del presidente Alberto Fernández, pero eso no impidió que ingrese de forma regular a las oficinas de Energía y defina todas las decisiones relevantes del área. Si Kogan era una de las dos personas con mayor peso en la Secretaría, la otra era Basualdo, que no sólo controlaba la Subsecretaría de Energía Eléctrica, sino que también extendía su área de influencia hacia Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico (MEM); Enarsa, que se encarga de la importación de Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglas en inglés) y tiene a su cargo del gasoducto Néstor Kirchner, y el Ente Regulador de la Electricidad (ENRE).
Dentro del armado del cristinismo, Basualdo era el responsable político de Agustín Gerez y Gastón Leydet, gerente y sub gerente de Enarsa respectivamente; Sebastián Bonetto, gerente general de Cammesa; y Soledad Manín, interventor del ENRE. La salida del subsecretario deja huérfano a esos funcionarios y abre una incógnita sobre su futuro, en especial sobre las autoridades de Cammesa y del ENRE.
Energia eléctrica
En ese esquema, lo lógico sería que Santiago Yanotti, que asumirá como subsecretario de Energía Eléctrica en reemplazo de Basualdo y responde políticamente al jefe de Gabinete, Juan Manzur, busque nombrar gente propia en esos posiciones. No sería extraño, por ejemplo, que Gonzalo Soriano, que a mediados de julio fue designado como subsecretario de Planeamiento Energético, cargo que ahora ocupara Cecilia Garibotti, sea designado en alguna de esas funciones.
Soriano fue un colaborador estrecho de Yanotti, que hoy es vicepresidente de Cammesa, en el ente regulador de servicios de Tucumán (ERSEPT). Su destino natural sería el ENRE, donde también pisan fuerte funcionarios alineados a La Cámpora como Alberto Reynaud y Johnatan Simón, aunque aún no hay ninguna precisión al respecto. Asimismo, la tucumana Sofía Simón reemplazaría a Santiago Usandivaras en la Subsecretaría de Coordinación Institucional, que se alejaría de la gestión por motivos personales.
Pauperizada
Si dentro de la incertidumbre general que provocó la reestructuración de la Secretaría, el panorama de Energía Eléctrica asoma como menos caótico, en el área de Hidrocarburos lo que viene es un misterio. La designación de Federico Bernal como nuevo subsecretario en reemplazo de Maggie Videla Oporto, se encuadra en una marcada peuperización de la línea técnica del Estado en esa dependencia.
Para muestra basta un botón: Bernal deberá nombrar un nuevo director de la Economía de los Hidrocarburos porque Sebastián González, probablemente el funcionario con mayor trayectoria que quedaba en el área, dejará su cargo en los próximos días, aunque su decisión que ya estaba presentada en el sistema de gestión interno de la Secretaría desde hace más de 30 días. Con su salida, ya no queda en el gobierno ninguno de los funcionarios que diseñaron el Plan Gas.Ar, la única medida exitosa de la gestión de Alberto Fernández en materia de energía.
La historia encierra una paradoja poco feliz: quien tendrá ahora la responsabilidad de gestionar la continuidad del Plan Gas.Ar es Bernal, que cuestionó en duros términos el diseño del programa de estímulo a la producción del fluido. Es más, Bernal estaba en desacuerdo con el precio del gas fijado por el plan (US$, 3,55 por millón de BTU), que a la luz del encarecimiento del precio del LNG a nivel global terminó resultado un valor super conveniente para el gobierno.
La distorsión de los incentivos que ya es característica dentro del Frente de Todos y una muy buena relación con el grupo Manzano-Vila, empresarios de estrecha relación con Sergio Massa, hizo que, en lugar de penalizarlo, el interventor del Enargas termine siendo premiado con un ascenso. Es probable que en la Subsecretaría lo acompañen en comisión (es decir sin renunciar a la planta del Enargas) algunos de los funcionarios que lo acompañan en el ente como Oscar Natale, ex director nacional de Tarifas en la gestión de Cambiemos que se reconvirtió al cristinismo en los albores de la gestión de Alberto Fernández.
En la Subsecretaría de Planeamiento Energético, que efímeramente estuvo comandada por Soriano, asumirá Cecilia Garibotto, una abogada que realizó un seminario en la universidad de Standford y trabajó como consultora del Banco Mundial. Garibotto tiene una historia familiar vinculada al área de energía, dado que es es hija de Asunción Arias, una ingenieria que pasó por Enarsa como gerenta de Gasoductos.
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Muy bueno que al fin el gobierno se haya decidido en tomar una decisión que se esperaba hace tiempo. Correr del Estado a todos estos politiqueros, que no han hecho otra cosa que hundir al pais. Nos obligaron a pagar sumas millonarias en dolares en importar combustibles que podriamos estar produciendo aca, sino fuera por la inoperancia del camporismo, familiares y amigos.