El embajador de Alemania en Argentina, Ulrich Sante, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz y los principales líderes de la industria automotriz analizaron el martes las condiciones de desarrollo y las posibilidades de cooperación internacional de cara al pasaje a la electromovilidad durante un encuentro organizado por la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK).
Los objetivos mundiales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para lograr un planeta con clima neutro para mediados de siglo presentan grandes desafíos y requieren cambios estructurales en diversas industrias, nuevos paradigmas de funcionamiento y el compromiso y trabajo conjunto de los gobiernos, el sector privado y el académico para acompañar esta transición.
En lo que respecta al transporte y la movilidad, los desafíos son grandes, pero hay oportunidades clave. En Argentina el transporte representa el 30% de la demanda energética total y según el Inventario Nacional GEI, este sector representa el 15% de los gases de efecto invernadero y el 24% del CO2 emitidos cada año.
«La descarbonización de este sector de la economía no es una utopía. Es el futuro que viene de forma acelerada», afirmó el embajador de Alemania en Argentina, Ulrich Sante, quien, además, ratificó el compromiso del país europeo para seguir estrechando los vínculos comerciales y la cooperación entre ambas naciones. En cuanto al compromiso del nuevo gobierno alemán que tomó funciones recientemente, el embajador destacó: “El gobierno se ha fijado objetivos muy ambiciosos en lo referente a las energías renovables y a la electromovilidad: hasta el año 2030 aspiramos a contar con 15 millones de vehículos eléctricos y un millón de estaciones públicas de carga.”
Por parte del gobierno nacional, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, ratificó que Alemania es un “socio estratégico” del país y que la electromovilidad forma parte de la agenda del Consejo Económico y Social.
En la misma línea, Alejandro Köckritz, CEO de Siemens Argentina, afirmó: “La movilidad en el mundo está cambiando y nosotros tenemos que ser parte del cambio, no debemos esperar que el cambio se nos venga encima. En Argentina tenemos el potencial para ser artífices de ese cambio y, en unión con Alemania, podemos generar oportunidades para lograr un mundo mejor».
Deconstruir la movilidad
La electromovilidad suscita un cambio de paradigma que implica modificaciones en la forma misma de entender el transporte de las personas y debe ir acompañado del desarrollo de tecnología e infraestructura. “Desde el punto de vista del producto, el tema está resuelto. Lo que falta es la infraestructura que acompañe”, afirmó Manuel Mantilla, presidente de Mercedes-Benz Argentina.
En la misma línea, Thomas Owsianski, presidente y CEO de Volkswagen Group Argentina, hizo hincapié en el ecosistema que se necesita para poder sostener una transformación tan radical en esta industria. “No solo se requieren políticas públicas que acompañen la transición, sino también marcos regulatorios que den seguridad, y acompañamiento de todos los sectores involucrados”, afirmó Owsianski.
Las oportunidades que se desprenden del desarrollo de la movilidad eléctrica en el país son muchas. El sector automotriz argentino, que genera alrededor de 130.000 empleos y representa el 7% del PBI industrial posee todas las condiciones para ser protagonista de este cambio a nivel local. Su extensa tradición exportadora lo coloca en un lugar de privilegio y con gran potencial para consolidarse como industria líder y referente de la región.
Además, este impulso ayudará a desarrollar nuevas cadenas de valor en la industria digital, con la oportunidad de generar empleos de alto valor agregado. “La industria 4.0 no va a ser un expulsor de mano de obra, sino un impulsor de mano de obra calificada”, afirmó Alberto Belluschi, gerente General Central & Spanish South America en Festo.
El desarrollo de la electromovilidad en el país se presenta como una oportunidad para descarbonizar este sector de la economía, a partir de un cambio en la matriz de abastecimiento. El hidrógeno se posiciona, en este sentido, como una pieza clave para poder abastecer de energía limpia el transporte eléctrico, con un enorme potencial de desarrollo local. Asimismo, la industria del litio – insumo fundamental para las baterías de vehículos eléctricos -, representa otro de los mayores potenciales para la economía argentina, teniendo en cuenta que, junto a Bolivia y Chile, el país concentra más del 60% de las reservas de litio disponibles alrededor del mundo.
“Argentina tiene una plataforma de recursos extraordinarios, no solo naturales, sino humanos. Lo más importante es tener claro dónde queremos estar”, afirmó Carlos Galli, consultor especialista en desarrollo de proyectos de litio.
En concreto, ya existen varios proyectos activos que representan los primeros pasos para la lograr una movilidad sostenible. En el caso de BMW, por ejemplo, la empresa anunció este año un acuerdo para abastecerse de litio en Argentina por más de 300 millones de dólares desde 2022.