La audiencia en el Ministerio de Trabajo estaba programada para las 9 de la mañana, arrancó formalmente apenas pasadas las 10 y se extendió hasta después de las 19. Fueron casi 10 horas interminables de discusión. Finalmente, las mayores las empresas productoras de hidrocarburos —YPF, PAE y Pluspetrol— y las compañías de servicio —nucleadas en la Ceope— firmaron con los sindicatos petroleros de todo el país un acuerdo salarial que pone punto final a una dilatada negociación que arrancó en junio.
En los hechos, las empresas tuvieron que buscar una alternativa distinta a la que habían imaginado para cerrar un acuerdo. El texto firmado ayer tiene una serie de ejes centrales.
¿Qué dicen los principales y cómo se negoció cada uno?
- Los privados accedieron a pagar un 16,2% de aumento salarial no remunerativo sobre los salarios de 2019 como resultado de la aplicación la cláusula de revisión por inflación incluida en la paritaria del año pasado. En este punto no hay novedades porque es lo mismo que ya estaba firmado con Guillermo Pereyra la semana pasada en Neuquén.
- Las empresas pagarán dos sumas no remunerativas de 30.000 pesos cada una en noviembre y en febrero que estarán exentas del pago del Impuesto a Ganancias.
- El 16,2% de aumento de sueldos no remunerativo se convertirá en ‘remunerativo’ a partir de marzo de 2021. Eso implica que el incremento pasará a formar parte de la base salarial sobre la que se discutirá la paritaria del año que viene. En este punto, los gremios dieron un paso adelante. Consiguieron algo que las petroleras no tenían previsto ceder en un principio. De hecho, la cláusula no estaba incluida en el acuerdo que anunció la semana pasada con Pereyra.
- Las empresas aceptaron pagar también un 10% de aumento en marzo de 2021 y un 5% adicional en abril correspondiente a la paritaria 2020/2021. Esta fue la principal novedad del acuerdo y el que más celebraron los gremios. Firmaron todos los sindicalistas con excepción de Pereyra, que en la praxis deberá reconstruir su liderazgo porque quedó debilitado. Dieron conformidad Jorge ‘Loma’ Ávila (petroleros privados de Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz), José Lludgar (petrolera Jerárquicos de la Patagonia Austral); Pedro Milla (Federación) y Julián Matamala (personal jerárquico de Mendoza). Manuel Arévalo (jerárquicos de Neuquén), que no viajó a Buenos Aires, firmó representado por el abogado del sindicato.
- Para evitar que el liderazgo Pereyra quedé detonado por firmar un acuerdo con peores condiciones que las conseguidas por el resto de los sindicatos petroleros, allegados a YPF adelantaron a EconoJournal que el Ministerio de Trabajo sacará por exhorto que homologará las condiciones de ayer también al Sindicato de Petróleo y Gas Privados de la cuenca Neuquina, que conduce Pereyra.
- Las partes acordaron que el acuerdo tiene vigencia hasta el 31 de mayo de 2021. Es decir, las empresas ganaron dos meses porque originalmente el entendimiento expiraba el 31 de marzo. En términos agregados, las petroleras terminaron negociando un acuerdo por 14 meses, desde el 1º de abril de 2020 hasta el 31 de mayo de 2021.
Desagravio
La negociación paritaria que concluyó ayer fue, en la práctica, una discusión de segundo orden. En primer lugar, las petroleras tuvieron que gestionar el fuerte malestar que generó en los gremios el acuerdo firmado por YPF con Pereyra en Neuquén junto con el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y el secretario de Energía, Darío Martínez.
La estrategia de la petrolera controlada por el gobierno consistía en cerrar acuerdos de productividad y salariales con cada gremio en forma individual. Era un movida arriesgada porque requería de mucha fortaleza política y de una aceitada sincronización para funcionar exitosamente.
Cuando el gobierno firmó Camioneros una suba salarial del 30% para 2020, esa táctica se puso cuesta arriba. Aún así, YPF logró firmar un acuerdo con Pereyra que esta semana no logró imponer al resto de los sindicatos, que extrañamente se terminaron uniendo en oposición al líder neuquino y al sector empresario.
Resultó paradójico que sindicatos que históricamente tuvieron una pésima relación, como petroleros privados de Chubut y Santa Cruz con la Federación, conformaran un bloque para negociar en forma unificada con las petroleras.
Alivio
En cualquier caso, YPF y el resto de las petroleras también tiene motivos para respirar más aliviados. Por la volatilidad de la coyuntura económica, extender por 30 o 60 días el cierre de la negociación, como se barajó en algún momento de esta semana, no parecía una buena opción.
Los gremios petroleros habían amenazado esta semana con declarar un paro de actividades en todo el país si las empresas no accedían a rever lo firmado con Pereyra. Llegaron esta semana a Buenos Aires con esa intención. Así quedó de manifiesto el miércoles cuando mantuvieron un encuentro informal en la torre de YPF en Puerto Madero con el CEO Sergio Affronti. Y luego cuando abandonaron ese mismo día una primera reunión en el Ministerio de Trabajo.
Frente a ese escenario, entrar en un conflicto con final incierto no era el mejor camino para el gobierno. Emergía palpable la necesidad de descomprimir y reoxigenar. El presidente Alberto Fernández y el secretario de Energía, Darío Martínez, quieren realizar la semana que viene en Neuquén una especie de relanzamiento de la política energética a partir de la presentación formal de un nuevo programa de estímulo para la producción de gas como principal mensaje para el sector. Esos anuncios requerían, como condición necesaria para ser una realidad, que la variable sindical esté controlada. Algo que finalmente sucedió ayer. Por eso, pese a las idas y vueltas, en YPF transmitían satisfacción por lo alcanzado.
Declaraciones
Jorge ‘Loma’ Ávila (Chubut)
“Este es uno más de esos logros importantes que se consigue en momentos duros, donde la economía del país está parada y hay Trabajadores suspendidos que no sabemos si van a volver actividad o no; pero en tres días pudimos lograr esta Paritaria que ha sido histórica para nosotros y también para nuestros Afiliados, que van a recordar en el tiempo que aun estando suspendidos o sin trabajo al 100%, obtuvimos un aumento salarial”, enfatizó ‘Loma’.
Claudio Vidal (Santa Cruz)
«Este acuerdo es un reflejo de la unidad sindical y un acto de madurez del sector gremial, que mostró liderazgo en un momento muy difícil, en el que claramente quedó a la vista la inmadurez del sector empresarial»