Los barcos que transportan combustibles en el país podrían dejar de operar de manera inminente por una decisión sindical. El gremio de capitanes reclama que por el coronavirus los relevos de las tripulaciones de los barcos se hagan en una sola tanda y no de manera parcial. Durante el fin de semana dos buques de combustibles (uno de Cammesa) dejaron de operar por un tiempo por decisión del gremio.
En concreto, el Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante exige una nueva modalidad para realizar el relevo de las tripulaciones en estos buques como medida preventiva ante el coronavirus. La exigencia tiene que ver con que el recambio de la nueva tripulación que ingresa al barco sea completo. Lo que quieren evitar es que el relevo sea parcial, es decir, que haya contacto entre los que dejan el buque y los que ingresan, una modalidad que es la que habitualmente se realiza en esta actividad.
“Dimos la directiva a los capitanes para que todos los cambios de tripulación se hagan simultáneamente para evitar el contacto entre los que vienen a bordo y los que van a embarcar”, señaló a Econojournal el titular del Centro de Capitanes, Marcos Castro. Además, agregó que “la tripulación que ya está a bordo viene realizando en una cuarentena ´forzada´, por llamarlo de algún modo (por su permanencia en el buque), pero no queremos que corran el riesgo frente a la gente que embarca desde tierra”.
Trasfondo salarial
Fuentes cercanas al Ministerio de Trabajo admiten que detrás del planteo del sindicato se esconde un conflicto salarial. Resulta que como consecuencia del desplome de la demanda de combustibles por la cuarentena obligatoria, las petroleras —YPF, Raízen, Cammesa y Axion Energy, entre otros— buscan alternativas para proteger su dañado nivel de ingresos. En esa clave, exhortaron a los armadores navieros —como por ejemplo, a Antares— a encarar una negociación salarial con los gremios para sobrellevar la situación. Es un modus operandi similar al que derivó en la firma de un acuerdo con los sindicatos petroleros para reconoce en abril un 60% del salario neto de febrero.
Sin embargo, a diferencia de estos, los gremios marítimos —entre ellos el de Capitanes— se oponen a aceptar una reducción de la remuneración de sus afiliados. «Las petroleras propusieron una reducción de salarios para los tripulantes de barcos que permanecen amarrados, algunos cargados de combustibles. Pero los gremios no se mostraron receptivos«, señalaron fuentes privadas.
Por eso, durante el fin de semana pasada dos buques de combustibles ubicados en rada La Plata se vieron imposibilitados de operar por decisión de los gremios marítimos. El Ministerio de Trabajo no quiso firmar la conciliación obligatoria. Desde el Centro de Capitanes le bajaron el tono al conflicto. “(Los armadores) están respetando la nueva modalidad de relevos”, añadió Castro luego de diferentes instancias de negociación para resolver este pedido entre el sindicato y las petroleras. De todos modos, aclaró que “si los relevos de la tripulación no son completos, nosotros no vamos a permitir que los buques naveguen”.