El Gobierno dio por concluido unilateralmente el acuerdo de precios de los combustibles que había establecido con las petroleras en enero de este año. De este modo, anuló el aumento del precio de las naftas y el gasoil previsto para el 1º de octubre próximo. Así queda de manifiesto en una nota a las empresas petroleras que lleva la firma del ministro de Energía, Juan José Aranguren.
“Dentro de lo previsto en el acuerdo, un aumento de los precios internacionales (la cotización del Brent superó hoy los 58 dólares) permitiría la liberación de los precios internos y de ese punto en adelante, mantener la paridad con los mismo con un funcionamiento pleno de las reglas del mercado”, establece la misiva a la que accedió EconoJournal. “En el marco de las distintas variables que intervienen en el mercado hemos observado que con fecha del 13 de septiembre de 2017, se ha satisfecho la condición enunciada por el punto 9 del acuerdo. En consecuencia, los compromisos asumidos en el acuerdo quedarían suspendidos a partir del 1º de octubre de 2017”, continúa el texto.
El acuerdo firmado a principios de 2017 estableció las bases para alcanzar una convergencia de precios con los mercados internacionales durante el transcurso de 2017 mediante un sendero gradual de precios. El documento preveía un incremento de los precios en surtidores en forma trimestral en función de la evolución de algunos indicadores, como el tipo de cambio y el valor de los biocombustibles.
Originalmente, el acuerdo tenía vigencia hasta el 31 de diciembre de 2017. Por lo que las petroleras esperaban un aumento de los precios para la próxima semana. Pero con esta nota, Aranguren dejó de lado esa posibilidad. La decisión está en línea con la necesidad de evitar el costo político que implicaría un aumento del valor de los combustibles entrando a la recta final de la campaña electoral.