Por la coyuntura macroeconómica argentina, de restricciones cambiarias, escasez de dólares e inflación creciente, cada vez más empresas apelan a la ingeniería financiera para manejar sus excesos de liquidez y financiar su capital de trabajo y sus inversiones a distintos plazos, haciendo uso de los diferentes instrumentos que ofrece el mercado de capitales local.
“Hoy, las provincias y los municipios participan muy activamente en el mercado de capitales mediante la emisión de bonos, y lo mismo pasa con las compañías: volvieron a buscar financiamiento en el mercado, y se desarrollaron otro tipo de instrumentos, atados por ejemplo a pesos, o a dólar linked, y mediante estas emisiones, las firmas buscan reducir la exposición al riesgo cambiario en función de sus necesidades de cobertura”, señaló Lucas Confalonieri, Managing Director de Adcap Grupo Financiero, durante su exposición en el panel “Inversiones, Financiamiento y Tesorería” del Pre Congreso Filial Cuyo del IAEF (Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas), realizado en la ciudad de Mendoza.
“Las empresas están teniendo dificultades desde hace un tiempo para financiar su capital de trabajo y sus inversiones. Pero lo más importante es que las gerencias financieras y las tesorerías de las compañías, a la hora de programar sus flujos y de diagramar su presupuesto anual, tengan en cuenta todas las alternativas que tienen a disposición, y eso incluye el financiamiento tradicional bancario y también todas las herramientas que ofrece el mercado de capitales”, agregó Confalonieri.
Dichos instrumentos van desde el financiamiento mediante cheques de pago diferido (CPD) hasta el pagaré bursátil, tanto en pesos como en dólares, pasando por la factura de crédito electrónica y las emisiones de obligaciones negociables y de fideicomisos financieros, “es decir, productos más sofisticados y estructurados, pero que vienen teniendo un muy buen desarrollo en el mercado”, explicó el Managing Director de Adcap. Del otro lado están los inversores institucionales, como los fondos comunes de inversión (FCIs) y las compañías de seguros, que compran este tipo de activos y fondean de esta manera a las empresas.
En el panel “Inversiones, Financiamiento y Tesorería” también participaron Carina Egea, presidente de Portfolio S.A. Finanzas; Walter Morales, CEO de Wise Capital; y Juan José Vita, analista de research y estrategia de SJB.
Confalonieri aseguró que “las restricciones cambiarias generaron un exceso de liquidez; muchas tesorerías de empresas con las que trabajamos tienen pesos que no pueden girar a sus casas matrices, y con restricciones para importar y para salir al mercado internacional para financiarse en dólares, se vieron obligadas a reestructurar el 60% de sus compromisos en dólares porque no contaban con acceso al mercado para repagar esa deuda. Este hecho complejizó la situación e hizo que el mercado local empezara a tener una preponderancia mucho más importante, no solo para las empresas, sino también para el sector público”.
Al momento de emitir, indicó, “primero vemos cómo está el mercado y dónde está la liquidez. En este momento, en virtud del aceleramiento de la inflación y que el crowling peg está aumentando la tasa de política monetaria, desde Adcap aconsejamos a los emisores acerca de cuál es el mejor tipo de deuda para salir. En este momento, la mayoría de las empresas emiten deuda atada a CER o a UVA”.