El conflicto que estalló desde hace casi una semana en Añelo, la puerta de acceso a los principales yacimientos de Vaca Muerta, amenaza con generar esquirlas que van mucho más allá de las fronteras neuquinas. Grupos de autoconvocados del sector de Salud —conducidos por dirigentes de izquierda que no responden a Carlos Quintriqueo, secretario general de ATE— mantienen desde hace seis días cortados unos 20 puntos en distintas localidades del interior de la provincia que gobierna Omar Gutiérrez.
El epicentro está en Añelo, pero con el paso de los días los cortes se extendieron hacia Zapala, Plaza Huincul, Picún Leufú, San Patricio del Chañar, Chos Malal y Villa la Angostura.
La actividad hidrocarburífera en Vaca Muerta está paralizada. Unos 18 equipos de perforación, otros tantos de workover, tres sets de fractura y unidades de coiled tubing y wireline están desafectadas, porque los trabajadores no pueden llegar hasta las locaciones, según informó el diario Río Negro. Ya se empezó a registrar, incluso, afectación en la producción (se frenaron pozos sin telemetría que no se pueden operar de forma remota) y faltantes de combustibles en las estaciones de servicio. Petroleras como YPF, Shell, Vista Oil&Gas, Pluspetrol y PAE tienen sus operaciones paradas.
Es, sin duda, el peor conflicto registrado en la principal provincia energética del país en los últimos cinco años. También por su naturaleza. Si bien se edificó sobre el reclamo salarial de trabajadores de la salud —una demanda que, frente a la agudización de la pandemia, cuenta con apoyo de buena parte de la opinión pública—, luego se ramificó con nuevos actores que incorporaron una agenda diferente.
Nuevos actores
Por caso, las comunidades mapuche Paynemil, Kaxipayiñ y Campo Maripe cerraron el acceso a rutas petroleras que atraviesan sus territorios para presionar por una mayor participación en el negocio de servicios petroleros. Y agrupaciones sociales representados en el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) se plegaron al conflicto para elevar la visibilización de su demanda por tierras y viviendas dignas.
“No es un reclamo multi-causal. Lo sostiene la demanda salarial de Salud. Pero es verdad que a medida que pasan los días el nudo de reclamo se complejiza”, analizó un alto directivo que sigue el devenir del conflicto desde Buenos Aires.
Silencio en Nación
Hasta ahora, la Secretaría de Energía, que conduce el neuquino Darío Martínez, que tiene aspiraciones políticas en la provincia, evitó intervenir en el conflicto. Tampoco lo hizo el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, ni su par de Seguridad, Sabina Frederic. En Energía explican que “es un conflicto por un reclamo salarial a la gobernación provincial”. “No tenemos competencia en esa agenda”, agregaron.
El problema es que, si los cortes se extienden, empezarán a afectar los plazos de ejecución de los proyectos apalancados por el Plan Gas. La concreción de esos desarrollos en tiempo y forma es clave para garantizar el abastecimiento del fluido para el invierno. Más cuando la oferta disponible en el sistema está apretada. Una demora en los planes de perforación de una o dos semanas puede parecer una cuestión menor, pero con los meses de frío tan cerca no lo es.
Fuentes privadas incluso explicaron que, si el conflicto se extiende, “estudian apelar a la cláusula de fuerza mayor incluida en los contratos para justificar un eventual incumplimiento de los volúmenes de gas comprometidos”.
Paritaria petrolera
En cualquier caso, uno de los riesgos que acarrea el conflicto es que termine re-legitimando a los cortes como modalidad del reclamo. “Si la gobernación (neuquina) termina resolviendo el conflicto únicamente con plata, lo más probable es que en poco tiempo tenga varios conflictos similares”, analizó otro directivo de la industria.
Las empresas petroleras están al tanto de la situación. Saben que si el conflicto se desmadra y se extiende en el tiempo, las esquirlas del reclamo terminarán incidiendo la negociación paritaria con los gremios petroleros. YPF y el resto de la cúpula petrolera buscaron la semana pasada descomprimir la tensión con los sindicatos. En esa clave, Pablo González, Marcos Bulgheroni y Hugo Eurnekian, entre otros, recibieron a los líderes gremiales en la torre de Puerto Madero. Quedaron en empezar a discutir hoy (martes) los condiciones técnicas para negociar la paritaria 2021/2022 y analizar si hay margen para recomponer la paritaria 20/21 que otorgó una suba salarial inferior a la inflación que efectivamente se registró en el período.
“Será clave ver cómo se resuelve el conflicto. Si los autoconvocados obtienen una suba del 30% o 40% como reclaman será difícil, incluso para los líderes sindicales, alinear a las bases de los gremios. Hoy, lo prioritario es levantar los cortes de ruta”, interpretaron en una empresa. Eso fue lo que exigió como condición para negociar el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, José Gerez, que llamó a las partes a una mediación penal. Sin embargo, los autoconvocados no cumplieron con ese pedido y la vía judicial está hoy estancada.
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En conflicto salarial es real de muchos sectores …y la unica solución es no robar más .los sueldo de los gobernantes son superiores y tendrían que ser parejo ,trabajar para y por el pueblo para mejorar las situaciones habitacionales , seguridad, educación, y empleo ..basta de dividir trabajadores ,la salud publica para todos!!