Por el freno a la economía mundial por la expansión del Covid-19 en todo el planeta, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que las emisiones globales de CO2 podrían caer hasta 2,6 gigatoneladas este año. Los datos surgen de la Revisión Estadística de la Energía Mundial 2020, un informe que elabora anualmente la compañía British Petroleum (PB). Entre las causas también se encuentra el aumento en el consumo del gas natural y las energías renovables y la caída del carbón.
“La interrupción de nuestra vida cotidiana causada por el aislamiento proporcionó la idea de un mundo más limpio y con menos emisión de carbono. La calidad del aire en muchas de las ciudades más contaminadas del mundo ha mejorado y los cielos se han vuelto más claros. Pero a medida que las economías se reinician y nuestras vidas vuelven a la normalidad, existe el riesgo de que esto se pierda”, subraya en el informe Bernard Looney, CEO de BP, que remarca que la AIE estima las emisiones globales de CO2 tendrán una caída de 2,6 gigatoneladas este año.
El informe destaca que en 2019 las emisiones de carbono por el uso de energía crecieron un 0,5%, menos de la mitad del crecimiento promedio de los últimos diez años, que es de 1,1%. En 2018 las emisiones habían sufrido un “crecimiento preocupante” e “inusualmente fuerte” de 2.1%. “La esperanza era que la emisión de carbono de 2018 caería significativamente, pero esto no sucedió”, subraya el informe, ya que las emisiones de 2018 y 2019 son superiores a las emitidas en promedio en la última década.
Looney afirma que “a medida que el mundo emerge de la crisis del Covid-19, necesita hacer cambios decisivos para avanzar hacia un camino más sostenible”. Por último, el informe de BP subraya que “la combinación de un crecimiento más lento en la demanda de energía a nivel mundial y un cambio en la mezcla de los combustibles, con menos carbón y un mayor peso del gas natural y las energías renovables condujeron a una desaceleración en el crecimiento de las emisiones de carbono”.