Diego Gorgal, el asesor de Sergio Massa que estuvo a punto de asumir como ministro de Seguridad del gobierno de Alberto Fernández (fue bloqueado a último momento por la negativa de Cristina Kirchner), desembarcará en YPF, la petrolera de mayoría estatal. Licenciado en Ciencias Políticas de la UCA, Gorgal estará a cargo de la gerencia de Seguridad Física de la compañía en reemplazo de Percy Ryberg, un histórico con más de 10 años en la organización con pasado en las Fuerzas Áreas. Así lo aseguraron a EconoJournal fuentes políticas y de la industria petrolera.

La designación de Gorgal en YPF es interpretada por algunos ejecutivos del sector como un premio consuelo después de que se frustrara su nombramiento en el Ministerio de Seguridad de la Nación, una cartera que finalmente quedó en manos de Sabina Frederic, allegada a la vicepresidenta de la Nación.

“Al margen de su idoneidad o no para el puesto, lo que sorprende es que da la sensación que están usando a YPF para contener a los heridos de la política. Pasó con (Guillermo) Nielsen, que sonaba como integrante del área económica, y ahora con Gorgal”, analizó el presidente de una petrolera que está al tanto de las designaciones.

La llegada a Gorgal, apadrinada por Massa, acentúa la politización del management de la compañía, una tendencia iniciada por el nombramiento de Nielsen, ex secretario de Finanzas de Néstor Kirchner y candidato a jefe de Gobierno por el Frente Renovador, apalancado por Alberto Fernández; por y la asunción de Santiago “Patucho” Álvarez, ex director de Télam, como vicepresidente de Asuntos Públicos, Relaciones Institucionales y Comunicación de YPF.

Inteligencia

Gorgal liderará la gerencia de Seguridad Física de YPF, un área tradicionalmente manejada por ex militares. Su tarea será trazar la inteligencia en situaciones de conflicto que pueda atravesar la petrolera. En forma previa y con carácter preventivo y también en conflicto desatados. “Una empresa como YPF enfrenta permanentes escenarios de sabotajes y secreto industrial, con sindicatos, comunidades locales y otros actores sociales”, explicó un ex directivo que conoce bien la posición.

En ese sentido, la coyuntura no juega a favor de la mayor productora de hidrocarburos de la Argentina. Por efecto de la devaluación y frente a la incapacidad de aumentar los combustibles para recuperar el atraso en surtidores, su capacidad de inversión está afectada. Los pronósticos optimistas sostienen que, cómo mínimo, el Capex de YPF en 2020 caerá en US$ 1000 millones. Es probable, entonces, que la conflictividad se acentúe por la baja de la actividad en los yacimientos y el ajuste en múltiples áreas de la empresa.