Marcelo Rucci, líder del sindicato petrolero más importante del país, se corrió del epicentro del conflicto político entre el presidente Javier Milei y el mandatario de Chubut, Ignacio Torres, quien amenazó con paralizar el miércoles de esta semana la producción de hidrocarburos si el gobierno nacional no accede a enviar los fondos coparticipables que reclama la provincia.
La avanzada de Torres contra la Casa Rosada fue avalada el viernes por gobernadores patagónicos y también por mandatarios del PRO. Bajo el paraguas de ese respaldo, fuentes provinciales instalaron que, en solidaridad con sus pares de Chubut, el resto de los sindicatos petroleros también iba adherir al plan de lucha impulsado por Torres. Sin embargo, consultado telefónicamente por EconoJournal, Rucci adelantó que el gremio de petroleros privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa no paralizará la producción petrolera ni tampoco la actividad en la cuenca Neuquina. “No desconocemos la legitimidad del reclamo, pero es un conflicto que debe resolverse por los canales correspondientes, ya sea por la política o directamente en la Justicia”, indicó.
La declaración de Rucci no hizo más que visibilizar la incomodidad que existe entre los dirigentes del sindicalismo petrolero, que quedaron en medio de un conflicto que los excede, pero del que no pueden bajarse fácilmente porque son la principal herramienta institucional con la que cuentan los gobernadores para presionar al Estado nacional con paralizar la extracción desde yacimientos de petróleo y gas.
“Esto desarma todo (en referencia a la posición neutral adoptada por Rucci). Chubut puede ponerle la liturgia y marquesinas, pero lo realmente determinante en este conflicto es qué posición toma Neuquén. Si Rucci no está dispuesto a afectar la producción de Vaca Muerta, Torres queda aislado”, analizó un colaborador directo del secretario general de otro sindicato petrolero.
Habrá que ver que posición toma ahora Jorge ‘Loma’ Ávila, líder del sindicato petrolero de Chubut, que el viernes realizó la movilización en Comodoro Rivadavia en la que Torres anunció la decisión de cortar la producción de petróleo y gas si no tenía respuesta antes del miércoles por la retención de fondos coparticipables que realizó el Ministerio de Economía. El despliegue del gremio por la ciudad fue pensado en un primer momento, en realidad, como una medida de presión sobre YPF por el retiro de varias áreas petroleras en la provincia, pero la semana pasada ese reclamo perdió fuerza porque las partes acercaron posiciones, por lo que fue Torres quien terminó capitalizando la convocatoria para darle cuerpo a su reclamo contra Nación.
Lo que deja traslucir el escenario es que los líderes sindicales de la industria petrolero no están dispuestos aún a ocupar el centro de un conflicto político contra Milei. “Los mayoría de los sindicalistas petroleros tienen olfato para detectar el riesgo, muchos se hicieron de abajo, a la fuerza, saben cuando pueden tensar y cuando no. Nadie quiere quedar como (Omar) Maturano, que fue al conflicto (motorizó un paro de trenes) y después se terminó diluyendo por falta de apoyo”, explicó un encumbrado directivo de la industria.
¿Guiño de la Justicia?
A esta altura, en la industria petrolera esperan que un eventual fallo favorable de la Justicia federal de Chubut —similar al que respaldó el planteo de la provincia con relación a los subsidios al transporte— funcione como la válvula de escape que descomprima un conflicto que provocó que la primera línea de varias empresas trabajara el fin de semana para intentar anticipar hasta dónde puede llegar la escalada. El corrimiento de Rucci es una señal auspiciosa para los privados. Resta conocer la posición del gobernador Rolando Figueroa, pero sería extraño que vaya a contramano del líder del sindicato petrolero.
Más allá de todo, cerca de Torres creen que el virulento cruce con Milei —que el Presidente llevó al plano personal con posteos en la red social X (ex Twitter)— arroja un saldo favorable para el gobernador. “‘Nacho’ nacionalizó su figura, pudo llegarle a un público que no lo conocía y ganó mucho espacio en medios nacionales. Para un político joven como él, eso siempre es positivo”, analizó un ex funcionario provincial que sigue el día a día de los acontecimientos. “Es probable que busque generar algún hecho político más con un acto esta semana en Comodoro, pero tiene en claro que no puede paralizar por mucho tiempo la producción de hidrocarburos porque eso desembocaría en un conflicto con las grandes petroleras que operan en la provincia y al mismo tiempo, no es factible frenar la bombeo de pozos en yacimientos convencionales maduros porque después es casi imposible recuperar el nivel de producción que tenías antes”, agregó.
Para este lunes, el gobernador convocó a legisladores provinciales para comunicar los próximos pasos de su plan de acción. Un petrolero con amplia trayectoria en la industria no pudo evitar analizar el contexto con un dejo de desesperanza. «Es increíble que sea un gobernador quien legitime que se pueda cortar la producción de hidrocarburos por un reclamo político. Hace más de 10 años que la industria no discutía esa posibilidad. Es probable que esta vez no pase nada, pero la puerta ya estará abierta si el escenario se complica para que algún gremio avance por ese camino».