Antes del inicio del fin de semana largo de Semana Santa, el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, filtró en algunos medios periodísticos los ejes más salientes de una nota interna (registrada con el número NO-32861807) enviada al secretario de Energía, Darío Martínez, en la que se opone al aumento de tarifas que según el cronograma impulsado por la Casa Rosada se aplicará a partir del 1º de junio próximo. En esa clave, Martínez convocó el jueves pasado a audiencias públicas para la primera quincena de mayo.
El elemento más polémico de ese informe es que, si se aplica el esquema impulsado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, las tarifas de electricidad aumentarán en junio un 65% para la mayoría de los usuarios residenciales. Rápidamente, allegados a Darío Martínez consultados por este medio desmintieron esa información.
Pero, ¿cómo se explican las matemáticas que hicieron en la Subsecretaría de Energía Eléctrica para denunciar tan alto nivel de aumento? La cartera que dirige Basualdo, principal alfil del cristinismo en el área energética, realizó una interpretación forzada que, básicamente, consistió en calcular qué incremento debería aplicarse retroactivamente para compensar el atraso tarifario registrado durante los primeros cinco meses del año (entre enero y mayo).
Es decir, como los cuadros tarifarios de Edenor y Edesur se mantuvieron sin cambios durante enero y febrero y sólo aumentarán un 19,6% en marzo (suba que a su vez estará vigente en abril y mayo), la Subsecretaría de Energía Eléctrica ponderó que en junio las facturas de electricidad deberían aumentar un 65% para recuperar lo perdido en el período enero-mayo y alcanzar un incremento acumulado o promedio del 42,7% durante todos los meses de 2022. Así se desprende de la tabla incluida en la nota firmada por Basualdo a la que accedió EconoJournal. El texto no se publicó en el Boletín Oficial.
Patear en contra
Fuente de la Secretaría de Energía explicaron, en cambio, que el alza tarifaria que se aplicará en junio no pretende lograr que el aumento acumulado o promedio de todo 2022 sea del 42,7%, sino que se establecerá una corrección que permita alcanzar una suba nominal de esa envergadura.
¿De dónde surge ese 42,7%? Representa el 80% de la variación del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) en 2021, que en total llegó al 52,3 por ciento. Economía pretende que, para los hogares que no tengan tarifa social ni se encuentren dentro del universo del 10% de usuarios de mayores ingresos (a quienes se les retirará totalmente los subsidios), las tarifas de Edenor y Edesur aumenten este año un 42,7%, pero esa suba será nominal.
“Las tarifas se elevaron un 20% en marzo. A groso modo, resta que suban otro 20% para alcanzar una recomposición nominal del 40% como pretende Economía. Nadie está pensando en una suba del 65% para retroactivamente compensar lo que no se aumentó durante los cinco primeros meses del año”, explicaron en un despacho oficial. “Podría haber dicho que, en términos reales, las tarifas se atrasaron un 70% en los últimos dos años. O que los subsidios energéticos van camino a representar tres puntos del PBI. Pero, por el contrario, eligió operar en contra con una interpretación que él sabe que es falsa”, agregaron.
Lo que Basualdo filtró en clave crítica a algunos medios de comunicación es el informe técnico que debe realizar el Estado cada vez que convoca a una audiencia pública para discutir de cara a la sociedad cambios en los cuadros tarifarios de Edenor y Edesur.
Por carriles distintos
Es paradójico, aunque a esta altura el contrasentido no sorprende por la evidente fractura que existe entre el subsecretario y el ministro de Economía, pero ese reporte debería sustentar con estadísticas por qué es necesario corregir las tarifas de los hogares. Desde el sentido común, el informe debería ser un análisis técnico que justifique la decisión del gobierno.
En cambio, la nota firmada por Basualdo va en sentido contrario. Construye un caso para oponerse al esquema propuesto por Economía. Imposible encontrar un gesto de alineamiento, tal como reclamó Guzmán la semana pasada en una entrevista con C5N.
Habrá que ver si la crítica de Basualdo es una acción aislada que pierde actualidad con el paso de los días o si, en cambio, es la primera de una otras a fin de bloquear políticamente en los próximos 45 días la recomposición de las tarifas eléctricas en la región del AMBA.