Los precios internacionales del petróleo treparon hasta 10% en la jornada del martes y finalizaron por encima de los US$ 100 por barril. El escenario internacional permanece volátil para los mercados, que siguen de cerca las derivaciones políticas y económicas de la guerra en Ucrania. Rusia estaría enfrentando dificultades para exportar el crudo, pese a que las exportaciones rusas de energía no fueron alcanzadas hasta el momento por las sanciones de Estados Unidos y de la Unión Europea.

En la jornada del martes el precio del barril WTI rompió la barrera de los US$ 100 por primera vez desde 2014. El WTI llegó a saltar hasta 10% y tocó los US$ 106 por barril. Finalmente cerró la jornada en US$ 103,41, un aumento de 8% con respecto al lunes. El barril Brent escaló 9% hasta los US$ 107 por barril, para cerrar finalmente en US$ 104,97.

La jornada estuvo marcada además por el acuerdo de los 31 estados miembros de la Agencia Internacional de la Energía de liberar 60 millones de barriles de sus reservas estratégicas para estabilizar los precios del crudo. La novedad fue comunicada luego de una reunión de emergencia encabezada por la la secretaría de Energía de EE.UU., Jennifer Granholm. “Esta decisión refleja nuestro compromiso común de abordar las importantes interrupciones del mercado y del suministro relacionadas con la guerra del presidente Putin contra Ucrania”, dijo Granholm.

Según la agencia, las reservas estratégicas de los países miembros suman unos 1.500 millones de barriles. El anuncio de una liberación inicial de 60 millones de barriles, o el 4% de esos acopios, equivale a 2 millones de barriles diarios durante 30 días.

Problemas para comerciar con Rusia

Un elemento que suma incertidumbre en los mercados energéticos es el alcance real de las sanciones económicas sobre Rusia. Habría en los mercados una creciente reticencia a comprar crudo y productos refinados de Rusia.

Hasta el momento Estados Unidos y la Unión Europea decidieron afectar lo menos posible las exportaciones rusas de energía. El gobierno estadounidense reconoció la semana pasada que continúan siendo fundamentales para sostener la actividad económica global. “No vamos a hacer nada que cause una interrupción involuntaria en el flujo de energía, ya que la recuperación económica mundial aún está en marcha”, dijo Daleep Singh, asesor para Asuntos Económicos Internacionales del Consejo Económico Nacional de EE.UU.

Entre las sanciones económicas se incluyó la prohibición para las empresas rusas de seguir operando en el sistema SWIFT de mensajería electrónica para pagos internacionales. Grandes instituciones bancarias de Rusia quedaron alcanzadas por esta medida. Sin embargo, hasta ahora se hizo una excepción con los bancos vinculados con las exportaciones rusas de energía, como Sberbank PJSC o Gazprombank.

Pese a esto, los traders se estarían manejando con una mayor cautela y esquivando el crudo y los productos refinados rusos. Fuentes del sector consultadas por la agencia Bloomberg afirmaron que esperan una caída de hasta el 25% en las exportaciones diarias de crudo y refinados. Rusia exporta cinco millones de barriles diarios y otros tres millones de barriles en productos refinados.

Las empresas tienen dudas respecto del alcance real de las sanciones y prefieren evitarlas. El CEO de una de las principales empresas mundiales de tanqueros blanqueó la situación. “La tinta de las sanciones no se ha secado aún y maniobrar a través de la red de entidades, puertos, proveedores y empresas financieras sancionadas hace que el petróleo ruso sea muy ineficiente y difícil de mover”, dijo Lars Barstad, CEO de Frontline Management.

ExxonMobil se va de Rusia

Mientras tanto aumenta el éxodo de petroleras que salen de Rusia. ExxonMobil anunció en la noche del martes que cesará sus operaciones en Rusia. La petrolera estadounidense opera actualmente los campos de gas y petróleo de Sakhalin-1, en una joint venture con empresas rusas, indias y japonesas. “En respuesta a los eventos recientes, estamos comenzando el proceso para descontinuar las operaciones y desarrollar los pasos para salir de la empresa Sakhalin-1”, informó la compañía en un comunicado.

Exxon es la cuarta gran petrolera del mundo en anunciar que se va de Rusia, luego de BP, Equinor y Shell. Por otro lado, La italiana Eni anunció que desinvertirá su parte accionaria en el gasoducto Blue Stream que controla por partes iguales con la rusa Gazprom. De esta forma, la francesa Total se transforma en la última importante petrolera occidental con presencia en Rusia. De hecho, la compañía anunció que por el momento permanecerá en el país pero no inyectará más capital en nuevos proyectos.