La contracara del congelamiento tarifario ha sido en los últimos dos años un incremento de los subsidios económicos. Los últimos aumentos autorizados en la tarifa de luz y gas no servirán para revertir esa tendencia ya que se ubican muy por debajo de la inflación. A este escenario se le sumará la ampliación del subsidio patagónico a 4 millones de usuarios de gas en red lo que repercutirá en un incremento adicional de los fondos que viene aportando el Tesoro. La evidencia de los últimos años muestra que los subsidios al consumo de gas de red son pro-ricos. Por lo tanto, si el aumento de las transferencias públicas no va acompañada por una política de segmentación, el incremento de los subsidios terminará beneficiando en mayor medida a los deciles de mayores ingresos.
El Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) publicó en 2015 un estudio sobre la incidencia distributiva de los subsidios, donde podía verse que los subsidios al consumo de gas de red son pro-ricos, mientras que los subsidios al consumo de gas envasado presentaban un comportamiento inverso.
En el caso del segmento de gas por red, el decil de mayores ingresos concentraba entonces más del 18% del total de los subsidios y el decil siguiente casi un 16%, mientras que la participación del decil más pobre en el total de los subsidios apenas llegaba al 2%. Desde entonces, el monto de los subsidios ha variado, pero la regresividad se mantiene.
En lo que refiere a la garrafa, la participación de los deciles más pobres en el total del subsidio era mayor, concentrando los dos deciles de menores ingresos el 30% del subsidio.
Para la realización de esa estimación Cedlas calculó el consumo de gas de red utilizando la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHO) 2012-2013, cuantificando el consumo por hogar en metros cúbicos. Luego se utilizaron los cuadros tarifarios vigentes en aquel momento, determinando las respectivas categorías de consumo, mientras que para el caso del gas envasado, el valor del subsidio se calculó como la diferencia entre el precio de la garrafa subsidiada y el valor de mercado de la garrafa.