Como síntesis de más de 30 años de experiencia en la compresión de gas y un R&D basado en códigos de seguridad de las industrias química y aeroespacial, la Estación Blue Patagonia es un módulo compacto que ofrece compresión, almacenamiento y despacho de hidrógeno (H2) bajo monitoreo remoto 24/7.
Con capacidad para dispensar H2 comprimido a 35 y a 70 megapascales (MPa), la estación puede cargar varios vehículos en simultáneo y en un tiempo de 3 minutos por medio de sus mangueras incorporadas o de surtidores independientes.
Así como su despacho, la capacidad de almacenamiento de H2 que acompaña a la estación también puede incrementarse con el agregado de tanques. Esta ingeniería modular permite que el equipo provea una solución de combustible limpio en estaciones públicas y privadas, atendiendo a vehículos livianos o flotas de buses, camiones o embarcaciones.
Actualmente, el desarrollo de los FCVs se encuentra en un estado embrionario y solo existen unas decenas de vehículos, principalmente en Estados Unidos y Europa. Caracterizados como vehículos de cero emisiones (ZEVs), los FCVs no emiten gases de efecto invernadero (GHG), particulados, óxidos de azufre (SOx) u ozono (O3) a nivel del suelo. De sus escapes solo se libera vapor de agua.
Estos factores hacen que el H2 sea considerado como una seria alternativa de sustitución de las naftas y el gasoil. Los tiempos se de recarga serán un determinante para inclinar las preferencias de los futuros usuarios en favor de los FCVs. Mientras que un auto eléctrico puede reabastecerse en 30 minutos con el cargador más rápido, un auto impulsado por H2 puede estar listo en pocos minutos.
“Hemos percibido que los costos de las celdas de combustible se han reducido a la mitad en los últimos años y que se aproximan a un 5% de los valores del 2005, mientras que su durabilidad y rendimiento se extienden con nuevos récords, afirmó Osvaldo del Campo, CEO de Galileo Technologies para señalar el interés de la compañía en el H2.
“Si bien aún queda mucho por desarrollar desde la industria automotriz para optimizar costos, una de las principales brechas entre los consumidores y los FCVs es la ausencia de infraestructura para la carga de hidrógeno. En Galileo, siempre hemos buscado superar los dilemas del tipo del huevo o la gallina apostando por la tecnología. Esa visión es la que nos anima en la presentación de la Estación Blue Patagonia. Solo eliminando barreras para los consumidores, conseguiremos desarrollar la masa crítica que pondrá a los FCVs en la calle y que, a su vez, justificará el incremento de la producción de hidrógeno verde y azul”.
En el mundo, solo el 0,1% del H2 es verde. Este H2 se obtiene como producto del electrólisis del agua (H2O) mediante el uso de electricidad generada por fuentes renovables. Masivamente, el H2 es caracterizado como gris o negro y se obtiene de la transformación de combustibles fósiles en un proceso que implica la liberación emisiones de GHG. Por lo tanto, solo el H2 verde garantiza una eliminación neta de emisiones desde la fuente de energía al escape.
“Tenemos un compromiso total con la descarbonización y el progreso de la transición energética. Este lanzamiento es complementario de nuestras RNG Solutions para la producción de gas natural renovable, el cual puede ser destinado a servir de vector energético sin intermitencias en la generación de la electricidad necesaria para la electrolisis de hidrógeno verde.”
“Asimismo, estamos trabajando en el desarrollo de un proceso de reforma de metano (CH4) con captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) para la producción de H2 a partir de biomasa”, destacó del Campo.
La visión de Galileo Technologies se inscribe en el avenir de una Tercera Revolución Industrial dominada por la digitalización e impulsada por un mix de vectores energéticos de emisiones reducidas y emisiones cero. La misma está orientada por las recomendaciones del Panel Intergubernamental Sobre Cambio Climático (IPCC) que destacan la importancia de mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C. Un objetivo que implica alcanzar una descarbonización del 25% hacia 2030 y la eliminación neta de las emisiones hacia 2070.