La transformación digital avanza a pasos agigantados y con la pandemia se pisó todavía más fuerte el acelerador. Hablar de automatización en un contexto de profunda inestabilidad económica y laboral suscita dudas y temores. Aun así, la tecnología se ha mostrado capaz de convertirse en un espacio sobre el que construir nuevos territorios sin perder de vista los derechos laborales. Nunca neutral, la digitalización y las posibilidades que alberga están en el centro de las miradas. En diálogo con TRAMA, Claudia Boeri, presidenta de la Región Sur de SAP, la compañía líder del mercado en software de aplicaciones empresariales, explicitó qué cambios en materia digital están implementando las empresas de la industria energética ante una fuerte necesidad de recuperación económica y reducción de costos. Ingeniera en Sistemas por la UTN, Boeri trabajó en Oracle Corporation, Sun MicroSystems e Informix Software. En 2012 ingresó a SAP y ocupó importantes cargos regionales hasta que se convirtió, en septiembre de 2018, en la Presidente Región Sur de Latinoamérica.
¿Cuáles son los pilares que definen a SAP?
En principio, desde SAP entendemos que las empresas inteligentes apalancadas por tecnología pueden mejorar procesos específicos de su industria. Un segundo pilar de la compañía tiene que ver con el ejercicio de una mirada particular: una economía en red integrada a los distintos actores que conforman la cadena de valor. El tercer pilar alude a la huella de carbono y la situación de nuestro planeta y el clima. El 77% de los ingresos por transacciones en el mundo se realizan a través de un sistema SAP. Lo mismo ocurre en el mundo del petróleo, donde el 87% de las empresas son clientes de SAP. En Argentina cubrimos el sector de distribución al 100% y trabajamos con YPF, Mega, PAE, Pluspetrol y Vista, entre otras firmas. Interactuamos con todos los actores de la industria y hay un aprendizaje constante.
¿En qué aspectos la tecnología puede aportar valor a la empresa?
La primera tendencia que adquiere una empresa inteligente es
la nube. Es decir, la adopción de tecnologías que faciliten o bajen las barreras para que los proyectos sean más ágiles y para que podamos entregar valor más rápido. Esto se ve en los distintos proyectos y prioridades que tienen las empresas en el área de datos, de colaboración con proveedores, de entendimiento de la gestión y en la operación total con los clientes. Implica todo lo que hace a la logística y la cadena de suministro. En cuanto a la fuerza de trabajo que puede ser interna o externa, a través de contratistas, y en un contexto donde se requiere optimización, la tecnología se suma como aliado generando eficiencia y ayudando a forjar una buena interpretación para colocar al recurso humano donde tenga más sentido.
El concepto de transformación digital está en boga y SAP trabaja hace mucho tiempo con plataformas digitales. ¿Cómo lidera la empresa abanderada en sistemas el actual momento de aceleración de procesos de cambio?
La pandemia aceleró aquello que se sabía que era inevitable. La tecnología hace tiempo que es un elemento que sirve para innovar y repensar los negocios. La mayoría de las empresas, las grandes sin lugar a dudas, tenían sus planes de transformación. También las pequeñas y medianas tenían intenciones y la mirada puesta en la incorporación de tecnología para democratizar. Este año vemos que la pandemia aceleró esa mirada y esto llevó a adelantar los planes pautados para dentro de unos años. Esa aceleración también hace repensar prioridades. Es decir, traer del futuro algún proyecto para hacerlo hoy. Es muy importante la gestión con el cliente y la cadena de suministro para que el producto y/o servicio llegue de manera adecuada. Así, se dejan para más adelante algunos proyectos a veces fundamentales, porque lo urgente le gana a lo importante.
Pasaron más de nueve meses desde que se decretó el ASPO. ¿Qué balance puede hacerse de este tiempo a nivel regional?
Es un tiempo en el que todas las empresas llegan a la conclusión de que es fundamental tener un core (núcleo) digital. Podés tener muchísimas aplicaciones, muchísimas tecnologías y hacer muchísimos desarrollos, pero si no los visualizás y no los integrás a partir de un core digital, la plataforma no crece. Tenemos clientes de hace muchísimos años. Sin embargo, el punto es que las tecnologías de hace más de 20 años no son las que se necesitan hoy. Entonces estamos trabajando con todos nuestros clientes en el movimiento hacia una nueva plataforma de última generación para que logren digitalizar todos los procesos de negocio. SAP trabaja en una amplia variedad de industrias y el core asume particularidades para cada una de ellas. Es algo que está en la mesa de todos nuestros clientes, pero, dependiendo de los tamaños, las complejidades y los sistemas legados, crear un digital core implica diferentes esfuerzos. Hay empresas que lo consiguen en pocos meses y en otros casos hay que pautar planes de implementación de dos o tres años. Porque tal vez colocar el core significa levantar un montón de otros desarrollos y modernizar tecnologías añejas, lo cual lógicamente lleva más tiempo.
Una de las propuestas de SAP consiste en la migración de la plataforma tradicional Central Component (ECC) hacia el sistema SAP S/4 HANA moderno, construido para la era digital. ¿En Argentina estamos preparados para dar ese salto?
Estamos preparados y tenemos muchos clientes que están haciendo el camino hacia la plataforma S/4. Un sistema de planificación de recursos empresariales (ERP) preparado para el futuro con tecnologías integradas que incluyen inteligencia artificial, aprendizaje automático y análisis avanzado que se ejecuta en una base de datos que ofrece velocidades de procesamiento en tiempo real.
Por ejemplo, Molinos, la compañía de productos alimenticios del Grupo Pérez Companc, ya está usando el nuevo sistema a partir de un proyecto que comenzó el año pasado. Es muy efectivo en cuanto a la gestión de recursos humanos y la automatización de la relación con empleados. Sobre todo, permite poner énfasis en el comercio para estar cerca de los clientes. En la industria energética YPF es cliente hace mucho tiempo. Este año, en su lista de prioridades la migración es una urgencia. Es un proceso que ya está en curso. Estamos listos para la transformación digital al nivel de los recursos, de los profesionales y de los clientes porque saben que es la única manera de proyectarse hacia adelante.
¿Cuánto hay por ganar en materia de eficiencia incorporando sistemas de cara a la optimización de costos que hoy es una necesidad para la industria?
Hay una oportunidad única, porque la tecnología existe. En el pasado las tecnologías no estaban y hoy están, con lo cual lo que tiene que haber es voluntad, recursos y sobre todo decisión para incorporar novedades. Yo veo oportunidades en distintas áreas. Lo que llamamos IoT (internet de las cosas) es muy aplicable a la industria energética en tanto sirve para digitalizar la cadena de valor. Además, las mediciones de evolución permiten saber dónde estás y qué tenés que optimizar. Hay muchas tecnologías para visualizar información y manejar esos datos ofrece la oportunidad de predecir. También veo espacio para trabajar en la automatización haciendo más eficiente el manejo de recursos en general, tanto en áreas operativas de gestión y manejo de equipamientos como en el área de recursos humanos.
Soluciones por doquier
SAP ofrece productos y servicios para todos los actores de la empresa: proveedores, empleados y clientes. La suite inteligente brinda un conjunto integrado de aplicaciones que respaldan los procesos comerciales de punta a punta, mientras que la plataforma de tecnología empresarial permite realizar análisis de datos y utilizar inteligencia artificial, impulsando la innovación. En esta línea, la red de negocios de SAP digitaliza los procesos comerciales de contratación, viajes y fuerza laboral para ayudar a las empresas inteligentes a trabajar juntas. Asimismo, la problemática ambiental también se hace presente en las soluciones de sostenibilidad que incitan a los clientes a comprender y gestionar su impacto en las personas y el planeta.
¿Cuáles fueron las soluciones que pidieron los clientes del sector energético a lo largo de este complejo 2020?
Hoy las empresas visualizan la incorporación de tecnología a través del acceso a una plataforma gestionada para focalizarse en el negocio, en obtener resultados y no tanto en la administración técnica de los recursos. En pandemia, particularmente se requirieron soluciones para interactuar con el personal. Contamos con una suite de gestión de recursos humanos a través de la cual es posible distinguir grupos de riesgo, armar cuadrillas, células y establecer planes de reemplazo en caso de necesidad.
¿Hay mayor atención sobre la huella de carbono a nivel global?
Sí. Es un tema que había empezado a estar en agenda algunos años atrás. Empezamos a construir aplicaciones específicas y es un camino que se está acelerando. En este capítulo, como SAP tenemos un doble rol: de habilitador, nuestra responsabilidad es crear las aplicaciones y tecnologías para que otros lo puedan pedir y aplicar, y el rol de ejemplo. Se trata de una cuestión que años atrás no discutíamos y no teníamos soluciones específicas para este sector. Entonces, también nosotros venimos trabajando y formalizando objetivos de reducción de impacto ambiental desde 2019. Desarrollamos Climate 2021, una aplicación que parte de la medición de la huella de carbono y permite visualizar todo el ciclo de producción para ver si algo está fuera de norma. A partir de allí es posible tomar decisiones y mejorar procesos.
Las dinámicas laborales cambiaron, el trabajo es remoto y suben la demanda y la presión. ¿Cómo se ejerce el liderazgo en un momento como este?
Creo que se trata de buscar a través de los medios disponibles el modo de estar cerca. Un chat, un llamado, un video. Disparar la pregunta de qué estará haciendo alguien es fundamental para ver cómo me conecto y cómo estoy disponible. En nuestro caso, trabajamos mucho el eje comunicacional organizando reuniones trimestrales con todos los empleados, donde compartimos el resumen de las actividades y resultados. En uno de los informes de principios de 2019 venía una guía con la propuesta de tocar el capítulo de mental health. En ese momento dijimos: «¿por qué hablar de salud mental?» Y sin duda en 2020 ese capítulo significó mucho. El preguntar cómo estás y pensar cómo sostener al que está mal cobró otro sentido. En cuanto al liderazgo, como siempre digo: nunca es mucho.