Luego de diez meses de congelamiento, el gobierno autorizó un aumento de 10% en el precio regulado del biodiésel y el bioetanol para la mezcla obligatoria con los combustibles. La medida fue autorizada por la Secretaría de Energía, a cargo de Darío Martínez, que ahora depende del Ministerio de Economía conducido por Martín Guzmán. Si bien la actualización del precio de los biocombustibles está “fraccionada” para “morigerar” los efectos en los costos de las naftas y el gasoil, se espera un impacto en los surtidores en los próximos días. Los nuevos valores de los biocombustibles estarán vigentes a partir de mañana.
El aumento se efectivizó este miércoles mediante dos resoluciones publicadas en el Boletín Oficial y firmadas por el secretario de Energía. Por un lado, la resolución 5/2020 llevó el precio de la tonelada de biodiésel, producido a base de aceite de soja, de 44.121 pesos a 48.533 pesos (+10). Por su parte, la resolución 4/2020 incrementó de 29,80 pesos a 32,78 pesos (+10) por litro el precio de adquisición del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar y de maíz. En ambos casos, las resoluciones indican que el plazo de pago “no podrá exceder los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente”.
Por la Ley 26.093 las petroleras tienen que comprarles a los productores el bioetanol y el biodiésel fijado por cupos para realizar la mezcla obligatoria. En el caso del gasoil las refinerías realizan un corte de 10% con biodiésel. En las naftas la mezcla es de 12% con bioetanol.
El titular de la cartera energética, Darío Martínez, expresó: «La actualización del precio marca el rumbo que queremos dar. Es muy importante para las economías regionales que la actividad de los biocombustibles se pueda poner en marcha, para reactivar la producción y el trabajo del motor económico de varias regiones del país. Esta actualización, que será del 10%, es el punto de partida del trabajo conjunto que encaramos junto al Presidente Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán con los representantes de los productores de biocombustibles para generar políticas que le den señales a un sector que viene muy castigado». Y agregó: “estuvimos trabajando con los representantes de los productores de biocombustibles porque tenemos muchos temas por resolver. El precio es uno, sobre el cual hoy damos una señal y seguiremos trabajando, pero también hay otras problemáticas tanto del sector como de cada región productora que requieren soluciones federales. Así como nuestro horizonte está puesto en una Argentina que comience a producir, en momentos difíciles todos hacemos un esfuerzo”.
En los considerandos de las resoluciones, el gobierno señala que la pandemia de coronavirus “viene generando un fuerte impacto en la economía de la población” y que la actualización del precio de los biocombustibles “traería como consecuencia significativos aumentos en el precio (de los combustibles) en el surtidor que agravarían aún más la situación mencionada”. Por tal motivo, afirma que “resulta necesario fraccionar la citada actualización a fin de morigerar su impacto en el contexto macroeconómico actual y en pos de preservar los derechos que asisten a consumidores y usuarios de bienes y servicios”.
Presión a los surtidores
La actualización de los biocombustibles era esperada por ingenios azucareros y grandes empresas integradas (Cargill, Molinos Río de la Plata, Renova, COFCO, T6 Industrial y Viluco) y alrededor de 30 pymes de biodiésel que habían expresado que estaban frenadas por la crisis. “Estamos en una situación terminal”, señaló a Econojournal un empresario pyme que produce biodiésel. Otra fuente privada estimó que “esta suba del 10% no es suficiente porque los precios de los biocombustibles tienen un retraso del 40%”.
Por otro lado, este viernes 16 de octubre se actualiza la carga impositiva que grava la venta de combustibles, que permanece sin variación desde el primer trimestre del año. El aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) que realizará el gobierno también tendrá un impacto en los surtidores. Según la consultora Energy Consilium, la carga impositiva tiene un retraso de 13,6% y trasladar esta actualización al surtidor implicaría una suba de 3,3% en las naftas y 2,2% en el gasoil.