Las petroleras aumentaron este miércoles los precios de sus combustibles entre 4 y 6 por ciento. Al mismo tiempo que el gobierno profundiza el ajuste monetario, congela tarifas hasta fin de año y refuerza un acuerdo de precios con los supermercados para tratar de contener la inflación, las naftas y el gasoil suben por encima de la variación promedio de los precios, en un desafío abierto a la estrategia oficial.
La decisión de las empresas cuenta sin embargo, con el aval del secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, y del ministro de Hacienda, Nicoás Dujovne, que quieren evitar que un atraso en los precios de los combustibles termine afectando a la señal a la inversión en los campos no convencionales de petróleo en Vaca Muerta. El gobierno admite que por la devaluación del peso registrada en abril y la subida del precio internacional del barril los precios en los surtidores locales han quedado rezados con relación a los valores de paridad importación. “Depende de cada producto, pero es cierto que en algunos combustibles el atraso llega al 10%”, explicaron a EconoJournal allegados a Lopetegui.
Frente a ese escenario, la estrategia de las refinadoras es tratar de recomponer lo antes posible sus márgenes. Lo hacen en la consideración de dos elementos centrales, según consignó este medio con distintas fuentes privadas y gubernamentales:
- A medida que se acerquen las elecciones las posibilidades que tendrán las petroleras para remarcar serán cada vez menores. En ese punto coincidieron tres ejecutivos de empresas refinadoras sin contacto entre sí. “Una vez que la campaña ingrese en instancias definitivas, en julio o agosto, será difícil poder actualizar los precios en surtidores”, admitió uno de ellos. Con ese diagnóstico, en mayo y junio las petroleras intentarán recuperar la mayor parte de la diferencia que registran hoy con los precios de paridad de importación, a la expectativa de que el tipo de cambio no se siga apreciando.
- En términos cambiarios, el comportamiento de la divisa en abril dejó en evidencia que el gobierno tiene serios problemas para controlar la cotización del dólar. A raíz de eso, razonaron en una petrolera, es preferible aumentar ahora por encima de la inflación para no quedar tan rezagado si el tipo de cambio —una de las dos variables centrales del negocio, junto al precio internacional del petróleo—, se sigue encareciendo. “El año pasado YPF movió sus pizarras en 14 oportunidades, incluso subió sus precios dos veces durante el mismo mes. Durante todo el año pasado pudimos actualizar los precios para recuperarnos de la devaluación del peso registrada el segundo cuatrimestre del año. Ese escenario no es replicable en 2019 por la campaña electoral, que seguramente dificultará la chance de aumentar los precios de los combustibles entre agosto y noviembre”, proyectó el director de Planeamiento de una petrolera.
- Adicionalmente, la Jefatura de Gabinete, que conduce Marcos Peña, considera, en base a diferentes encuestas y relevamientos de opinión pública, que los aumentos de las tarifas de gas y electricidad tiene mucho más impacto político que los movimientos en el mercado de combustibles, que no afectan significativamente el humor social como sí lo hacen las subas de los servicios regulados. De hecho, a partir de esa creencia, Peña y Lopetegui hicieron caso omiso de las propuesta impulsada por la UCR de incluir a los combustibles en la cartera de precios esenciales para frenar el alza de la infación.
Subas
Axion, la firma de Pan American Energy, hizo punta y a la medianoche subió el precio de sus combustibles un 6%. En la Ciudad de Buenos Aires el litro de nafta premium pasó de 47,45 a 50,30 pesos (6,0%) y el de súper de 40,93 a 43,39 pesos (6,0%), mientras que el gasoil premium subió de 45,20 a 47,91 pesos (6,0%) y el común de 38,94 a 41,28 pesos (6,0%).
Puma, la marca de Trafigura, también informó un ajuste de 6 por ciento. En Capital Federal, la nafta premium se fue a 49,70 pesos, la súper a 43,30 pesos, el gasoil Ion a 47,30 y el gasoil común a 41,14 pesos.
Por su parte YPF, empresa líder con más del 50% del mercado, aumentó el litro de nafta premium de 46,65 a 48,47 pesos (3,9%) y el de súper de 40,43 a 42,01 pesos (3,9%), mientras que el gasoil premium subió de 44,40 a 46,60 pesos (4,9%) y el común de 37,94 a 39,65 pesos (4,5%).
Por último, los brasileños de Raizen ajustaron un 4,3 por ciento en promedio los precios en las estaciones Shell. La nafta premium trepó de 47,67 a 49,54 pesos (3,9%) y la súper de 41,48 a 42,98 pesos (3,6%). A su vez, el V-Power diésel subió de 45,95 a 47,98 pesos (4,4%) y el litro de fórmula diésel de 39,57 a 41,51 pesos (4,9%). En algunos casos, el ajuste no solo se ubicó por encima de la inflación promedio de los últimos meses sino que también estuvo levemente por encima de la variación del precio del crudo Brent que entre el 1 y el 29 de abril de 69 a 72,04 pesos (4,9 por ciento). En el caso del dólar mayorista, la situación es diferente, si bien entre puntas varió apenas un 2 por ciento (de 43,35 pesos el 29 de marzo a 44,22 pesos hoy), en el mes predominó la incertidumbre y la divisa llegó a cotizar el viernes a 45,97 pesos, un 6 por ciento por encima de fines de marzo, retrocediendo recién a comienzos de esta semana luego de que el Banco Central anunciara un nuevo cambio en su política cambiaria.