La escalada del precio del petróleo podría complicar la implementación del programa de productos esenciales que lanzó el gobierno para intentar frenar la inflación de la canasta básica de alimentos. Al mismo tiempo que la Casa Rosada intenta controlar la disparada de los precios, el Brent —la referencia internacional de Europa— aumentó un 15% desde el 15 de febrero a la fecha. Sólo esta semana, el barril creció un 5% y trepó por encima de los 74 dólares.
La suba le mete presión al importe de los combustibles en el mercado interno. ¿Qué debería hacer el gobierno? En un mercado libre como el que defiende el presidente Mauricio Macri, el aumento del crudo —sumado también al nuevo rebote del tipo de cambio— debería desembocar en una actualización del precio de las naftas y gasoil hacia fines de la próxima semana, cuando cambie el mes.
Las petroleras advierten que los precios en surtidores deberían saltar un 10% por la suba del petróleo. Eso es, al menos, lo que pretenden las productoras locales no integradas, como Sinopec, Pluspetrol, Vista Oil&Gas, Capsa y Chevron, entre otras. “En enero, cuando el Brent cayó por debajo de los 58 dólares, las refinadoras (Shell, Axion, Trafigura y Puma) nos pagaron hasta 52 dólares (el precio internacional menos descuentos de calidad y transporte y retenciones) por el petróleo. En ese momento, les propusimos nos bajar tanto el precio interno del barril, pagar un poco más para cubrirnos frente a una eventual suba. Pero no, las refinadoras optaron por bajar todo lo posible el precio del petróleo y pagarnos export parity”, explicó a EconoJournal el gerente comercial de una petrolera. “Sería bueno que respeten ese mismo planteo y nos reconozcan el precio de paridad exportación”, agregó el ejecutivo, que aún no definió el precio de venta del petróleo para el mes de abril (entregó el crudo, pero sin facturar).
Falta de definiciones
Desde la Secretaría de Energía, que dirige Gustavo Lopetegui, explican que no cuentan con herramientas legales para intervenir sobre el mercado de combustibles, que por Ley es libre. Lo que sí pueden hacer, de manera informal, es incidir sobre la estrategia de pricing de YPF, la petrolera controlada por el Estado, que abastece casi un 60% del mercado de combustibles. Eso fue lo que sucedió a principios de abril y también durante el segundo cuatrimestre del año, cuando el dólar saltó de 20 a 40 pesos y distorsionó todos los precios relativos del sector energético.
YPF termina funcionando como un ancla que modera la expectativas del resto y fija la pauta de los aumentos: en abril subió un 4,5% en promedio los precios en surtidores. Axion movió en la misma línea y Shell, que había aumentado un 9,5%, retrocedió a los pocos días para no quedar tan desafasado y perder mercado. Lo más probable es que a principios de mayo suceda lo mismo.
“Con el Brent cerca de los 74 dólares y el dólar de nuevo cerca de 44 pesos, deberíamos aumentar casi un 10% los precios en surtidores”, explicaron desde una refinadora no integrada. Parece imposible que eso suceda justo en simultáneo a que el presidente Mauricio Macri se pone al frente con empresarios de una medida de precios esenciales para morigerar la inflación. Aún así, pese a la señal de congelamiento de precios que envía el gobierno, las petroleras creen que podrán mover el precio de las naftas y gasoil en mayo. No poder ajustar sus pizarras justo cuando el Brent se dispara —razonó un petrolero— sería interpretado desde la óptica de un inversor internacional como prueba de una intervención del gobierno. “Un aumento parcial, menor que el técnicamente esperable, puede ser presentado como una medida en la dirección correcta. Pero si no podemos actualizar los precios aunque sea un par de puntos será visto como un congelamiento del precio interno del petróleo y eso será nocivo para el desarrollo de Vaca Muerta”, advirtió.
“Con el Brent cerca de los 74 dólares y el dólar de nuevo cerca de 44 pesos, deberíamos aumentar casi un 10% los precios en surtidores”, explicaron desde una refinadora no integrada. Parece imposible que eso suceda justo en simultáneo a que el presidente Mauricio Macri se pone al frente con empresarios de una medida de precios esenciales para morigerar la inflación.
Aún así, pese a la señal de congelamiento de precios que envía el gobierno, las petroleras creen que podrán mover el precio de las naftas y gasoil en mayo. El mercado pronostica una suba en surtidores en la banda del 3 al 5 por ciento. No poder ajustar sus pizarras justo cuando el Brent se dispara —razonó un petrolero— sería interpretado desde la óptica de un inversor internacional como prueba de la intervención del Estado en el mercado de combustibles. “Un aumento parcial, menor que el técnicamente esperable, puede ser presentado como una medida en la dirección correcta. Pero si no podemos actualizar los precios aunque sea un par de puntos será visto como un congelamiento del precio interno del petróleo y eso será nocivo para el desarrollo de Vaca Muerta”, advirtió.
Lo concreto es que, por ahora, no hubo contactos entre Energía o el Ministerio de Hacienda con las petroleras para exponer los pasos a seguir. “Hasta el momento no nos han convocado. Veremos si hay novedades esta semana”, reconoció un encumbrado directivo del sector.
Retail vs mayorista
Para el gobierno, la suba del precio del petróleo tiene dos consecuencias negativas, una ligada a la inflación y otra de índole fiscal.
- En primer lugar, por más que logre ralentizar la suba en surtidores con el guiño de YPF, será más difícil evitar el salto en el mercado mayorista. Por caso, hoy el gasoil que las petroleras venden al agro o grandes clientes industriales se paga, en promedio, un 8% más caro que el retail a automovilistas particulares.
¿Por qué? Porque, al no poder trasladar todo el aumento de los costos al mercado minorista, las petroleras optan por recuperar margen con sus clientes mayoristas a quienes le venden gasoil a precio pleno. Es decir, es probable que una empresa alimenticia del gran Rosario, que ya paga más caro el diesel que consumen sus hornos, termine pagando más caro el producto a partir de mayo. La misma lógica impera para un productor agropecuario. ¿Cómo impactará el incremento de los insumos energético en el precio final de los alimentos? No está claro, pero de seguro no es una buena noticia para el cerrojo que impulsa la Casa Rosada.
- En el plano fiscal, el aumento del precio de petróeo y el consecuente incremento del precio del gasoil implicaría un salto en los subsidios que destina el Estado al transporte público. Con los boletos de colectivos congelados durante la segunda mitad del año, el gobierno deberá desembolsar más subsidios para cubrir el costo creciente del gasoil. “Habrá que ver cómo se acomoda el Brent y en especial, ver qué pasa con el dólar, pero es probable que los subsidios al gasoil que se destina al transporte público termine aumentando” reconocieron en un despacho gubernamental.
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Tal vez el remedio sería no tocar el precio de los combustibles y bajar progresivamente los impuestos que lo graban a razón de 20pir ciento en forma bimestral o mensual,tal vez se recaude mas
Me pregunto las petroleras, refinerias , no tienen en cuenta la situación de todos los ciudadanos argentinos , o quieren un cambio de gobiernos?
No dependamos de los precios del Brent o WTI, la realidad nuestra es distinta con Vaca Muerta ; manejemos precios de costo de extraccion y refinacion en nuestra moneda .
Por favor que las empresas petrolera, entiendan una vez por todas y piensen en el Pais, es el momento que den su apoyo para que se pueda continuar en estos logros y de tener los niveles actuales de autobastecimiento en combustibles como está sucediendo , después de decadas de importaciones.Miguel Aspe