Los ingresos se derrumbaron un 31,8% en dólares, fundamentalmente por la caída de 29,9% en las ventas de naftas y de 11,1% en gasoil. A su vez, la producción de hidrocarburos se contrajo un 9,2% y las reservas probadas un 14,1%. El Capex de la petrolera se hundió un 56%.