Con la cotización internacional en 85 dólares, los productores consiguieron recomponer el precio doméstico del barril, que en noviembre llegará a 60 dólares; un 8% más que en septiembre. Pese a ello, las refinadoras empiezan a admitir que, en un contexto signado por el congelamiento de precios por 90 días que impulsa el gobierno, no hay margen para aumentar las naftas en lo que resta de 2021.