Al constatar que el buque Flex Artemis, despachado por Gunvor, estaba cargado con GNL de origen ruso, el Banco Nación ordenó la cancelación de la importación. El gobierno cargó contra la compañía trader por no informa adecuadamente que el gas provenía originalmente desde Rusia. La situación estresó el despacho del sistema energético, que en respuesta debió quemar más gasoil del previsto, con el consecuente sobrecosto para el Estado nacional.