El Tesoro no financiará el gasoducto, pero tendrá que cubrir el hueco que deje en CAMMESA la perdida de los fondos que sí financiarán parte del gasoducto. Como el dinero es fungible, podría decirse que finalmente será el Tesoro el que ponga los fondos, como venía pidiendo el ala cristinista del gobierno. La ventaja de este esquema es que pueden decir que la obra va a ser financiada con recursos genuinos provenientes de la exportación de energía.